El gobierno venezolano completó la ocupación de 47 latifundios que abarcaban unas 24 mil hectáreas y hoy enfoca su accionar en el desarrollo agrario de esa zona en el sur del Lago de Maracaibo. De hecho, cerca de 20 agricultores pequeños se adhirieron al llamado del presidente del país, Hugo Chávez, para poner en marcha […]
El gobierno venezolano completó la ocupación de 47 latifundios que abarcaban unas 24 mil hectáreas y hoy enfoca su accionar en el desarrollo agrario de esa zona en el sur del Lago de Maracaibo.
De hecho, cerca de 20 agricultores pequeños se adhirieron al llamado del presidente del país, Hugo Chávez, para poner en marcha una estrategia integral de desarrollo del campo.
Los 47 latifundios que desde el viernes último comenzaron a ser intervenidos por las fuerzas armadas, representantes del gobierno, de la Milicia Nacional Bolivariana, entre otros factores, estaban en manos de unos pocos propietarios con grandes sumas de dinero.
Los extensos terrenos están ubicados en los estados de Zulia y cinco en Mérida, entidades que forman parte de la subregión del Lago de Maracaibo.
La toma se inició en el contexto del Plan de Reconstrucción que lleva a cabo el gobierno para asistir a los más de 130 mil damnificados que dejó un reciente temporal lluvioso en el norte del país.
«Esta medida estaba muy retardada. Una de las causas de los retardos es que los mafiosos han asesinado a más de 200 líderes campesinos. Cuando matan uno amenazan a 100. Han amenazado de muerte a funcionarios civiles y militares», dijo Chávez.
El dignatario señaló que la emergencia generada por las lluvias desnudó una desigualdad extrema en esa subregión.
Denunció que allí los latifundistas se apoderaron de las tierras con mejores condiciones para enfrentar las precipitaciones de cada año, mientras los pobres fueron ubicados en las zonas más vulnerables a las inundaciones.
«Las crecientes de las aguas nos ha permitido apreciar algo. Lo inundado son los barrios pobres, los ricos hicieron sus taludes y sus urbanismos», acotó.
En la toma de tierras por parte del gobierno han salido a la luz una amplia diversidad de problemas que lindan con modelos económicos tan distantes como el esclavismo y el feudalismo.
Y es que, según declaraciones del propio presidente, en esos predios trabajaban mujeres, hombres y niños en situación de esclavitud que no recibían salarios, prestaciones ni los supuestos dueños de las extensas fincas, quienes eran protegidos por paramilitares, les daban garantías sociales.
Por otro lado, todavía se daba el derecho a pernada, cuando el capataz o el patrón se atribuyen el derecho a poseer a la niña del campesino, lo que fue calificado de inverosímil por el vicepresidente, Elías Jaua.
Jaua subrayó que lo hallado allí corresponde a un modelo perverso, por lo que «la guerra contra el latifundio en el sur del Lago era fundamental para cambiar la estructura de dominación, de marginación a la que han sido sometidos compatriotas en esta región».
«No se trata de combatir la producción, sino la forma esclavista de producción que aquí se ha establecido», remarcó el vicepresidente.
Como era de esperar, la medida genera el descontento de los grupos opositores, que despliegan una fuerte campaña mediática alrededor del tema.
Las noticias de medios privados convierten en víctimas a los terratenientes de las fincas y corren el rumor de que los productores se quedarán sin trabajo.
El vicepresidente del Ejecutivo ha reiterado que «cuando el Gobierno ha intervenido alguna finca se quedan los trabajadores e inmediatamente son dignificados, pasan a ganar el salario mínimo, se les dignifica, se les arregla las fundaciones donde viven, se les construyen escuelas para sus hijos.»
Lo cierto es que más allá de la reacción habitual, ni siquiera hacen alusión a las condiciones de sobreexplotación halladas allí.
El presidente Chávez dijo que la medida de recuperación de las tierras al sur del lago tiene como finalidad garantizar los derechos sociales a los campesinos de la zona.
Además, busca eliminar la práctica del latifundio y ofrecerles al productor y trabajadores de la tierra las condiciones y equipamiento necesarios para aumentar la producción.
«Nosotros estamos actuando, y seguiremos actuando con firmeza, en contra del latifundio, no contra el pequeño productor. Si el productor trabaja la tierra directamente lo ayudaremos, le regularizamos la tenencia de la tierra y daremos el crédito, el apoyo científico-tecnológico», señaló Chávez.
El plan de rescate de tierras que impulsa el Gobierno Nacional para garantizar la soberanía alimentaria ha dignificado a los trabajadores del campo y reivindicado sus condiciones laborales, enfatizó por su parte el vicepresidente de la República.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=249335&Itemid=1