Una agencia de la Organización de Naciones Unidas hizo un llamado para que las naciones en vías de desarrollo tengan más libertad para ejecutar sus propias políticas económicas. El informe de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), indica que la agenda de reforma estándar -que […]
Una agencia de la Organización de Naciones Unidas hizo un llamado para que las naciones en vías de desarrollo tengan más libertad para ejecutar sus propias políticas económicas.
El informe de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), indica que la agenda de reforma estándar -que se centra en la promoción de las fuerzas de los mercados- ha fracasado.
La UNCTAD afirma que los gobiernos de los países pobres deben fomentar el desarrollo de una manera más activa.
El informe critica el modelo de desarrollo conocido como el Consenso de Washington, que fue promovido por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Según la UNCTAD este enfoque asume que la inversión y el desarrollo se derivarán automáticamente tras la aplicación de una serie de reformas, pero esto no ha sucedido en muchos casos.
La receta de Washington
Por lo general, la fórmula el Consenso de Washington requiere la aplicación de reformas tendientes a reducir el papel del gobierno en la economía, con el fin de fomentar el comercio internacional y permitir el florecimiento de la empresa privada y las fuerzas del mercado.
A pesar de esto, Heiner Flassbeck, uno de los principales autores del documento, asegura que el Consenso de Washington tiene sus méritos.
«El Consenso de Washington no está equivocado. El enfoque que se centra en despojarse del proteccionismo no es malo, pero no es suficiente. Tiene que ser complementado con políticas que apunten a la misma meta, como la inversión dinámica», afirma.
Flassbeck asegura que los países en vías de desarrollo deben tener mayores oportunidades de promover ciertas industrias a través de subsidios o la aplicación de impuestos a determinadas importaciones.
El informe sugiere que tales medidas deben ser temporales, además pone énfasis en que éstas tienen como objetivo complementar el papel de los mercados en la vida económica y no reemplazarlos.
Por su parte, los críticos de este tipo de política sostienen que ésta puede ser convertida fácilmente en sujeto de cabildeo o presión política por parte de industrias que buscarán continuar recibiendo respaldo cuando ya no exista una buena necesidad económica para su aplicación.