Abuelas de Plaza de Mayo al igual que numerosas organizaciones de derechos humanos se despidieron afectuosamente de Maradona. «Adiós, Diego», se titula el mensaje de las incansables luchadoras por la memoria, verdad y justicia, a quienes Maradona acompañó colaborando en la Campaña por la Identidad que permitió recuperar a cientos de hijos de desaparecidos secuestrados por los represores.
El mensaje continúa: «Las Abuelas también despedimos a Diego Armando Maradona. El Diego del pueblo, el que reparaba en las injusticias y el dolor ajeno. El Diego solidario, que supo decir verdades sin importar las consecuencias. El que nos llenó de alegrías y hoy su partida nos inunda de tristeza. Hasta siempre querido Diego. Gracias por tu generosidad. Vivirás en nuestra memoria».
Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se despide así: «Gracias Diego, porque siempre estuviste a nuestro lado, al lado también de las Abuelas de Plaza de Mayo. Nunca te olvidaste de tu origen, cerca de los más necesitados. Por eso gritamos: ¡DIEGO MARADONA! ¡PRESENTE! ¡AHORA Y SIEMPRE!».
Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, embargada por la emoción fue hilvanando una emotiva despedida: «Era un tipo lleno de ternura, siempre le quedó en el corazón ese niño de Fiorito… La última vez que lo vi, en la cancha de Gimnasia, tenía esa misma mirada, pero más triste. Él era Diego, pero también ansiaba ser como nosotros, poder ir a una parrilla, comer un asado. Estos días que uno ha visto tantos partidos de Diego, qué increíble, qué entrega, jugaba con los pies hinchados… Era un tipo de la lealtad, leal a su clase, a sus principios. Siempre tenía la respuesta rápida, necesaria. No hacía falta pedirle ayuda, él siempre salía a dar esa ayuda sin que se le pida. [En los últimos tiempos] Estaba triste, últimamente estaba muy solo… y él necesitaba la ternura de los que los queríamos. El nos pertenece a nosotros, a todos… Fue leal con los pobres, con los necesitados con los que menos tenían… Diego, de lo que estoy segura es de que no estás muerto, sos eterno, porque nos abrazaste a todos, nos diste todo, hasta que te quedaste sin nada. Te queremos, te amamos, te respetamos, te sentimos dentro nuestro… Sé que vos no te fuiste, estás acá, en algún lugar»
Liga Argentina por los Derechos Humanos: ¡VUELA ALTO DIEGO, HASTA SIEMPRE! Diego es nuestro compañero y a los compañeros los honramos. Desde la Liga despedimos con inmenso amor a quien fue uno de los más grandes exponentes del pueblo argentino. El Diego como futbolista fue un eximio político, y como político fue el más pueblo de todxs. ¡Qué nos van a hablar de sus miserias, si las conocemos y las repudiamos! ¡Qué nos van a hablar de sus grandezas si estuvo saltando con nosotros en el tren del NO AL ALCA! Maradona supo entender qué mundo horrible habitamos, vivió en su carne la miseria y el poder, y así fue él, extremo. Diego Maradona podría haberse sentado con Macri pero decidió sentarse con Maduro, pudo haberse ido a vivir en la opulencia a Miami pero decidió terminar sus años en su patria…»
La Garganta Poderosa, revista de cultura villera, Buenos Aires: «Hoy no murió Diego, porque Diego no se muere más. Hoy morimos un poco todos los demás, atravesados por las ovaciones o las críticas compartidas, porque hoy se va un pedazo inmenso de nuestras vidas, indeleblemente marcadas por la vida de una persona. No te mueras nunca, DIEGO ARMANDO MARADONA.»
Evo Morales, expresidente de Bolivia: «Con un dolor en el alma me he enterado de la muerte de mi hermano, Diego Armando Maradona. Una persona que sentía y luchaba por los humildes, el mejor jugador de fútbol del mundo. Diego fue un gran defensor del fútbol en la altura y quería mucho a Bolivia. Gran amigo de las causas justas. No solo el fútbol mundial le llora, también los pueblos del mundo».
Emir Sader, sociólogo brasileño: «Diego de todos nosotros – ‘La muerte es inaceptable’, me dijo una vez Julio Cortázar en un viaje de Cuba a Nicaragua. La muerte de alguien como Diego, es mucho mas que eso. Nadie la quiere aceptar, aunque supiéramos que demasiadas veces estuvo cerca de ella, incluso esta ultima. Llevamos a Diego dentro de nosotros, en el corazón, en el alma. Nadie tuvo una relación tan íntima con la pelota como él. Cuando la tocaba, oíamos los mejores sonidos de la mejor música. Era un Dios, pero era también un músico, un artista, un hombre del mundo. Era argentino como el que más, y latinoamericano como el que más. Cuando hizo aquel gol divino contra Inglaterra, todos nosotros lo impulsamos para que pudiera llegar a la pelota. Diego era nosotros, sigue siendo nosotros. El fútbol nunca será el mismo sin Diego jugando, bailando, controlando la pelota con la cabeza, lanzando, recibiendo la pelota en el pecho… Los brasileños, amantes alocados del fútbol, tenemos el mayor respecto por Diego. Recibe todos los homenajes, el primero de su amigo Lula, quien dijo él que era un “gigante del fútbol y del mundo”. Diego no se va, porque está dentro de todos los que amamos el fútbol, de todos los que amamos Argentina, de todos los que amamos Latinoamerica, de todos los que amamos la vida. Gracias, Dieguito.
Foto de portada: Diego Maradona y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo en la campaña para ayudar a recuperar la identidad de cientos de hijos de militantes desaparecidos secuestrados por el Terrorismo de Estado durante la dictadura.