El líder ultraneoliberal del partido de derechas griego, el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, ha diseñado la campaña electoral de su partido en torno a la afirmación de que «la economía es nuestra arma más eficaz en estas elecciones».
Sin embargo, hay pocas pruebas que respalden esta afirmación. Es cierto que el crecimiento del PIB en Grecia (+2,2% en 2023 y 2,2% previsto para 2024) es ligeramente superior al débil crecimiento de la Unión Europea (UE). Pero esta comparación puede ser engañosa. Quince años después del inicio de la crisis, el PIB griego sigue siendo un 24% inferior al de 2008. Es difícil encontrar otro país europeo que haya perdido una cuarta parte de su capacidad de producción en tiempos de paz. A pesar del monstruoso ataque a los derechos sociales y laborales durante los memorandos (2011-2018), el capitalismo griego no ha logrado encontrar una salida a esta regresión en los últimos 15 años.