El pasado mes de agosto el ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, presentó el nuevo proyecto de ley del gobierno de Nueva Democracia en materia laboral y de seguros, que hará añicos las protecciones más fundamentales que aún les quedan a los trabajadores. En palabras del propio ministro «nuestro objetivo es hacer que las relaciones laborales sean más honestas entre nosotros [es decir, los trabajadores y los empresarios]», explicando que mucho de lo que codifica la ley está ya sucediendo de manera informal. Expresó explícitamente sus intenciones: conceder a la intensificación de la explotación de la clase trabajadora todo el peso de la ley.
La nueva «Ley Georgiadis», que integrará la directiva 2019/1152 de la Unión Europea en la legislación griega, degradará aún más la posición de los trabajadores, como continuación de la «Ley Hatzidakis» antilaboral de 2021. Una de las disposiciones más agresivas de la ley es la «posibilidad» de trabajar más de ocho horas en un día, socavando directamente la conquista histórica de la jornada laboral de ocho horas. En concreto, pasará a ser legal que un mismo empleado trabaje hasta 13 horas al día, mediante la conclusión un contrato con dos (o más) empleadores, siendo la jornada de ocho horas un límite máximo sólo para cada contrato individual.