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¿Grecia o los griegos?


Fuentes: Rebelión


 O la entidad abstracta, política, o la gente. Aquellos que quieren la democracia para servir a los intereses de las multinacionales en su estructuración europea en forma de un mercado único, han topado con un límite relativo: la gente dañada por la crisis. Una crisis que ha permitido y alimentado el Banco Central Europeo […]


 O la entidad abstracta, política, o la gente. Aquellos que quieren la democracia para servir a los intereses de las multinacionales en su estructuración europea en forma de un mercado único, han topado con un límite relativo: la gente dañada por la crisis. Una crisis que ha permitido y alimentado el Banco Central Europeo en interés de los bancos que, como Deutsche Bank, ya no son de su país de origen, pero se aprovechan de este para dar imagen de seriedad aunque necesiten ayudas para salir a flote. 


Los griegos han manifestado ampliamente su disconformidad con los planes que diseñan los cabecillas europeos para que los bancos alemanes, franceses y de los Estados Unidos, que tienen la mayor parte de la deuda griega, salgan lo menos perjudicados posible. El Gobierno socialista griego ha hecho de mediador en favor de la solución europea frente a la ciudadanía, pero ha tocado techo y el riesgo de que todo vaya al traste o que el ejército acabe por situarse al lado de la gente en la defensa de los intereses de la mayor parte de ciudadanos: trabajadores, empresarios, funcionarios, etc., le ha empujado estos días hacia un referéndum de aceptación o de renegociación de las condiciones. Estrangular al deudor es la peor forma de acabar sin cobrar la deuda.

El sufrir de la Zona Euro es continuo, y todo por empeñarse en no reconocer el gran error de su constitución: hacer una Unión Europea sin los necesarios pasos intermedios. ¿Por qué no se unieron previamente Francia y Alemania? ¿Por qué sobrepasar el nivel de asociación del Benelux? En vez de invertir ahora tanto tiempo en reparar las vías de agua con una burocracia elitista y con poco trabajo, sería mejor ocuparse en preparar el desmontaje parcial de este capazo de intereses que es la Unión Europea y su Zona Euro, dejando que la variedad de las economías de cada estado, y que la adaptación progresiva y posible para la gente permita compensar lo que un diseño social no puede. Quizás las grandes empresas multinacionales no hagan tantos beneficios, pero viviremos más agradablemente. Quizás es lo que quieren expresar los griegos.

Fernando G. Jaén es Profesor Titular del Departamento de Economía y Empresa. UVIC.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.