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Greenspan advierte sobre un «ajuste doloroso» para la economía mundial

Fuentes: IAR

Un «vuelco pernicioso» hacia presupuestos inestables y proteccionismos comerciales amenaza con desatar un doloroso desarrollo de desequilibrios financieros mundiales, dijo el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, en lo que se considera uno de sus testamentos. Greenspan advirtió que, «si la deriva perniciosa hacia la inestabilidad fiscal en Estados Unidos y […]

Un «vuelco pernicioso» hacia presupuestos inestables y proteccionismos comerciales amenaza con desatar un doloroso desarrollo de desequilibrios financieros mundiales, dijo el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, en lo que se considera uno de sus testamentos.

Greenspan advirtió que, «si la deriva perniciosa hacia la inestabilidad fiscal en Estados Unidos y otros países no es frenada y se combina con un retroceso proteccionista de la globalización, el ajuste puede ser bastante doloroso para la economía mundial».

El texto de los comentarios de Greenspan, quien se encontraba este fin de semana en Londres para participar en la reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales del Grupo de los Siete, se distribuyó a los periodistas en Washington.

También aumentó la posibilidad de ampliar esta brecha, que muestra que Estados Unidos consume más de lo que produce, reflejando una marcha de largo plazo hacia una economía más financieramente sofisticada y una economía global integrada, sugiriendo cierto grado de sustentabilidad.

«Datos firmes documentando estos desarrollos globales a un micronivel son lamentablemente escasos», dijo Greenspan.

«Aun así, las evidencias anecdóticas, circunstanciales, y alguna evidencia estadística sugieren que este históricamente largo déficit de cuenta corriente de EEUU podría ser parte de un conjunto más amplio de crecientes déficit no consolidados y una deuda acumulada que podría decirse es más secular que cíclica», apuntó.

El responsable de la política monetaria de EE UU, que abandonará el cargo en enero de 2006 y será sustituido por el profesor Ben Bernanke, indicó que en 2005 los gastos de la Seguridad Social representarán el 8 por ciento del producto interior bruto (PIB) de la economía norteamericana, y estimó que en 2015 este porcentaje crecerá hasta el 9 y en 2030 hasta el 13 por ciento.

Greenspan acudió este viernes a su última reunión, la número 55, con los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-7 (EEUU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá).

Si bien la zona euro todavía no puede dar alegrías de crecimiento económico vigoroso a las reuniones del G-7, los gobernadores de bancos centrales europeos, con Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE) a la cabeza, acapararon la atención, tras la decisión el pasado jueves de subir un 0,25% los tipos hasta el 2,25%.

El ministro del Tesoro británico, Gordon Brown, anfitrión del encuentro les recibió con un espaldarazo. «Están actuando para prevenir la recurrencia de la inflación global. La duplicación de los precios del petróleo afecta a la inflación global y cada país industrial avanzado está adoptando las medidas contra ella», dijo Brown.

Fue Brown, quien presentó a Alan Greenspan ante la Conferencia de la Empresa Avanzada, un evento organizado aprovechando la reunión del G-7, para que hiciera su virtual discurso de despedida.

Sensible a la preocupación que el llamado déficit gemelo (exterior y fiscal) de EE UU ha creado en los últimos dos años en el mundo, Greenspan dedicó su testamento -quizá uno de varios de aquí a finales de año- a examinar el origen y la evolución así como las posibles consecuencias si no es corregido.

«Esta tarde me gustaría plantear la hipótesis de que la razón por la que el históricamente elevado déficit por cuenta corriente de EE UU no ha ejercido una persistente presión sobre el dólar, al menos hasta el presente, es porque el déficit refleja una más amplia y durable tendencia financiera en EEUU y en otras partes», dijo.

Esa tendencia es el flujo de inversiones y ahorro extranjeros hacia el mercado estadounidense, que financia la compra de bienes y servicios por parte de residentes de EE UU, un flujo atraído por la elevada productividad.

«Por supuesto, los déficit que acumulan una deuda exterior neta siempre ascendente, con el esperado aumento del servicio de la misma, no puede persistir indefinidamente», subrayó.

«En algún punto, los inversores extranjeros se sentirán obstaculizados ante una creciente concentración de créditos adeudados por los residentes de EE UU aún cuando la tasa de retorno sobre las inversiones sigan siendo competitivas y comenzarán a alterar la composición de sus carteras».

«Aunque los inversores extranjeros no han reducido significativamente su financiación en EE UU desde 2002, hemos observado una caída en el valor del dólar y una reducción de la participación del dólar como moneda en las carteras mundiales», señaló.

El resultado es una «dispersión de desequilibrios».

Greenspan reconoce que no existe todavía una comprensión sobre las implicaciones de estos desequilibrios que cruzan todas las fronteras. «Si la tuviésemos, nuestra capacidad de previsión del proceso de ajuste internacional de los últimos años habría sido mejor. Con el tiempo, presumo que aprenderemos».

Greenspan instó al Congreso a realizar «ajustes significativos» en las pensiones por su elevado déficit antes de que la generación del baby boom cumpla la edad de jubilación, que tendrá lugar entre 2008 y 2013, informa Efe.

Considera que es una reforma inevitable porque «las consecuencias de no hacer nada para la economía de Estados Unidos podrían ser severas».

La preocupación de Greenspan por la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones es interesante. Y no sólo porque él haya sido uno de sus creadores. También porque en EEUU, gracias a una tasa de natalidad mucho más alta que en Europa, el sistema tiene garantizada su solvencia hasta alrededor de 2050.

Poco después de que Greenspan hablara, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush -uno de sus aliados políticos- comparecía brevemente ante los medios de comunicación para exaltar la marcha de la economía estadounidense.

Bush aprovechó las favorables estadísticas de desempleo, difundidas ayer, y de inflación, publicadas el jueves, para defender su política económica.

El presidente de EEUU concluyó su alocución, en la que no admitió preguntas de los periodistas, afirmando que «Qcontinuaré luchando por una política económica favorable al crecimiento, para garantizar que todos los americanos puedan alcanzar el sueño estadounidense».

Las declaraciones de Bush tenían lugar justo cuando el Departamento de Trabajo acababa de publicar los datos del Mercado laboral en octubre, en el que se produjo una creación de 215.000 empleos netos, una cifra superior a lo previsto por el mercado.

La cifra muestra, según los analistas, que la economía estadounidense se ha recuperado con gran rapidez de la devastación causada por los huracanes Katrina, Rita y Wilma.