El cineasta español Benito Zambrano aseguró al diario cubano Juventud Rebelde que con su película Habana Blues, recientemente rodada en esta capital, no se propuso hacer crítica ni exponer los problemas del país y mucho menos las soluciones. «Nunca nos planteamos hacer una película crítica, ni dura. No es mi objetivo venir a contarles los […]
El cineasta español Benito Zambrano aseguró al diario cubano Juventud Rebelde que con su película Habana Blues, recientemente rodada en esta capital, no se propuso hacer crítica ni exponer los problemas del país y mucho menos las soluciones.
«Nunca nos planteamos hacer una película crítica, ni dura. No es mi objetivo venir a contarles los problemas y las soluciones. No me parecía. Cuba me ha dado mucho. Siempre quise hacerle una cinta sencilla, que no simple ni folclórica», dijo el director de la multilaureada Solas en entrevista publicada por el periódico.
El andaluz, quien cinco años después de egresar de la especialidad de Dirección de la habanera Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) conquistó cinco premios Goya con su ópera prima en el 2000, reiteró que la cinta es su homenaje a La Habana, «una ciudad que en ocasiones puede ser gris, pero que está llena de color y repleta de melodías. Por eso la música es el hilo conductor». En la capital enmarcó la historia de dos jóvenes músicos que a punto de presentarse por primera vez en concierto son tentados por productores musicales españoles a irse al país europeo a grabar tres discos. Los cambios que experimentan los jóvenes y el impacto de la nueva situación en las relaciones con amigos y familiares, el mundo «underground» de los músicos y las nuevas tendencias musicales en la Isla son el tema central del largometraje, el segundo de Zambrano. «Cuba se merece una película viva. Esa es la impresión que te llevas cuando vienes aquí. Este es mi homenaje a La Habana: regalarle una obra llena de vida, de locura y de surrealismo, si es posible. Y cuanto más, mejor».
El rodaje le tomó a Zambrano unas nueve semanas, cinco más de las que empleó con Solas, y además de La Habana, la película también se filmó en locaciones de la central ciudad de Cienfuegos. El largometraje, una coproducción entre la española Maestranza Films, la francesa Pyramide y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) contó con un presupuesto de unos tres millones de Euros, la participación de más de tres mil extras y un elenco encabezado por los noveles Alberto Yoel y Roberto Álvarez, seleccionados entre decenas de actores en un casting que duró cinco meses. Zambrano ha explicado que le interesaba mostrar rostros nuevos y que el actor es la principal herramienta de un director de cine. En los papeles estelares también aparecen los españoles Marta Calvó y Roger Pera, quienes encarnan a los empresarios.
La música corre a cargo de músicos jóvenes como Descemer Bueno, Kelvis Ochoa, Telmary, Tribal, Cuba libre, Escape, William Vivanco, Rolando Berrío, Free Hole Negro, Tierra verdey y X Alfonso, quien prestó su voz a uno de los protagonistas y compuso la mayoría de los temas. «Primero nos fijamos en músicos más cercanos a la trova, aunque muy influenciados por el rock, el reggae, la música brasileña… Son chicos que lo absorben todo. Al consolidarse en la Isla el hip hop y el rock duro, cambiamos de idea. Estos muchachos tenían otro modo de plantearse la música, la cual yacía underground, en un mundo más desconocido. No nos interesaba remitirnos a la cultura que está en la televisión, ni a la más exportable. Queríamos adentrarnos en una propuesta más alternativa», dijo el realizador a Juventud Rebelde.
Zambrano ha contado que debió investigar durante unos tres años antes de filmar Habana Blues, un proyecto que pudo haber sido su ópera prima, pero que al presentarlo junto a Solas al productor, este se decidió por el segundo alegando que el primero era muy complejo. La batería técnica está integrada por el director de fotografía francés Jean Claude Larrieu; el cubano-español Juan García en la dirección de arte y el español Fernando Pardo en el montaje. El guión fue un mano a mano entre el director y el cubano Ernesto Chao, quien ya había trabajado con Zambra! no como asistente de dirección de Solas y Padre coraje..
En cuanto a su estadía en la llamada Escuela de los Tres Mundos, Zambrano comentó al diario que pudo haber ido a «otra en cualquier parte del mundo, mas no tenía el mismo swing. Me decidí por San Antonio porque estaba en Cuba, en La Habana. No digo que sea la mejor del mundo, pero la adoro y le debo mucho. La experiencia vital de compartir con el pueblo cubano es insuperable». El estreno de Habana Blues, según medios noticiosos europeos, está previsto para marzo del 2005.