La cargada agenda de la Delegación venezolana que visita Argentina para organizar el I Encuentro de empresas recuperadas/reactivadas en Caracas, tuvo hoy otra cita importante Esta vez fue con el sector del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), en un salón del hotel BAUEN de esta capital. Estuvo presidida por los enviados oficiales Elio Colmenares […]
La cargada agenda de la Delegación venezolana que visita Argentina para organizar el I Encuentro de empresas recuperadas/reactivadas en Caracas, tuvo hoy otra cita importante
Esta vez fue con el sector del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), en un salón del hotel BAUEN de esta capital. Estuvo presidida por los enviados oficiales Elio Colmenares (MinTrabajo) y el diputado Filinto Durán, del ParLatino. Acompañaron la reunión los diputados nacionales ‘Barba’ Gutíerrez y Alberto Roselli, militante solidarios con esta causa.
A la convocatoria asistieron titulares de las cooperativas de 7 empresas recuperadas de la Provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal, además del Hotel BAUEN. Otras empresas de este sector del MNER no pudieron asistir o ya habían estado presentes en el primer encuentro, de ayer miércoles a la noche, en la imprenta Chilavert.
Entre los dos encuentros, se han sumado casi todas las empresas recuperadas agrupadas dentro y fuera del MNER, constituyendo un paso adelante en el objetivo de la Delegación del gobierno bolivariano: lograr la mayor concordancia entre los distintos sectores, con el objetivo de ayudar al éxito del Encuentro Latinoamericano de octubre, o sea, que tenga utilidad, tanto para las recuperadas de Argentina como para el resto de Latinoamérica.
Esta concordancia -harto difícil en Argentina, aunque se logró hoy abrir un camino a su posibilidad- tratará de expresarse en un Comité Conjunto que contenga a todos los sectores, encargado de organizar con criterio democrático, sin exclusión, a los delegados que resulten elegidos por las bases para viajar al Encuentro de Caracas.
La otra agenda
Los representantes venezolanos de los Ministerios de Integración y de Industria y Comercio, cumplieron visitas a varias fábricas administradas por sus obreros en la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires, además de disfrutar de la emotiva vida política y cultural que circula en los pasillos, bar y lobby del hotel BAUEN, donde se alojaron.
El día miércoles sostuvieron una importante reunión con el Ministro del Trabajo de la Nación, mientras que el jueves asistieron a reuniones con la vice Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires y el bloque de senadores provinciales. Además, se encontraron con directivos de la CTA y del bloque de diputados del llamado ‘kirchnerismo’, a quienes informaron del evento caraqueño. Al final de la tarde, una parte de la delegación asistió a una asamblea de imprentas sin patrones de la Capital Federal.
La primera cita
Ayer miércoles, a la cita en la imprenta Chilavert asistieron unas 200 personas, sumando trabajadores, personalidades y militancia solidaria. Representaban a unas 36 cooperativas y empresas recuperadas de tres sectores: FECOTRA (Federación de Cooperativas de Trabajo de Argentina), una parte del MNER, y la Corriente Clasista y Combativa.
El evento internacional en Caracas, los días 27, 28 y 29 de octubre de este año, es promovido por movimientos sudamericanos de este sector laboral en lucha, con el patrocinio del gobierno bolivariano de Venezuela. Ha recibido la solidaridad presencial de personalidades como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Ezquivel, el diputado nacional Alberto Roselli y los legisladores Daniel Betti y Beatriz Baltroc.
Aprender a vivir sin patrón
Se aspira congregar en la capital venezolana unas seiscientas unidades productivas sin patrón de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela, además de experiencias similares de Centroamérica.
El encuentro, que será abierto por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías. Para los movimientos de trabajadores la consigna es que se puede vivir sin patrón. Ellos quieren demostrar que es posible una economía que no gire alrededor del valor mezquino de la tasa de ganancia, sino de las necesidades humanas.
En esa medida, aún dentro del límite de ser la primera experiencia internacional de un encuentro de este carácter, adquiere un significado político que lo hace trascender más allá de su fuerza actual. Como resaltó Elio Colmenares, el director del Despacho del Ministerio del Trabajo, ‘Queremos que vayan centenares para que después sean miles las empresas que demuestren que se puede vivir sin patrón’.
Cada uno de esos empleos existe hoy sin la presencia del capital individual de algún capitalista. Hay empresas de punta en lo tecnológico, como Zanón (cerámicas) La Esperanza (línea blanca y partes de computadoras), ambas en el extremo sur del continente, o grandes unidades del sector servicios, como el BAUEN, un hotel de cuatro estrellas, convertido hoy en un emblema del movimiento nacional de las empresas recuperadas en Argentina.
Los movimientos, las diferencias y los objetivos
En Argentina existen por lo menos tres movimientos donde se agrupan empresas recuperadas o en proceso de recuperación. Tienen importantes diferencias, tanto de criterios políticos, métodos de funcionamiento y objetivos generales. La extrema derecha de este sector laboral es el Movimiento de Fábricas Recuperadas, dirigida por el doctor Luis Caro, un peronista marcado por su ideología semifascista y su práctica corporativa.
El más fuerte, hasta hoy, es el Movimiento Nacional de Empresas Recuperdas (MNER), que estuvo representado en la Mesa por Eduardo Murúa, uno de los principales animadores del Encuentro latinoamericano. Aunque Murúa, uno de los fundadores más reconocidos, sólo representa a una parte minoritaria del MNER.
Al sector agrupado en la Corriente Clasista y Combativa lo representa Juan Carlos Alderete, ex metalúrgico convertido en jefe piquetero, que visitó Venezuela durante la fundación de la UNT y en el Referéndum de agosto de 2004. La delegación venezolana seguirá este viernes camino a Uruguay y Brasil. Al día siguiente, las empresas recuperadas de Argentina quedarán con el buen sabor de haber compartido con representantes del proceso revolucionario venezolano, y un dilema: cómo hacer para soportarse con diferencias frente a enemigos tan poderosos y unidos como clase.