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¿Hacia un crecimiento con bajas emisiones de carbono?

Fuentes: Red del Tercer Mundo

El gobierno chino organizó una conferencia en Beijing del 22 al 24 de junio sobre «desarrollo verde con bajas emisiones de carbono» en la que participaron expertos internacionales y locales junto con autoridades nacionales y provinciales. El hecho de que China auspiciara esta conferencia es importante ya que se trata del mayor país en desarrollo, […]

El gobierno chino organizó una conferencia en Beijing del 22 al 24 de junio sobre «desarrollo verde con bajas emisiones de carbono» en la que participaron expertos internacionales y locales junto con autoridades nacionales y provinciales.

El hecho de que China auspiciara esta conferencia es importante ya que se trata del mayor país en desarrollo, tanto en población como en dimensión económica, y de uno de los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero en el mundo.

China sigue siendo un país en desarrollo de medianos ingresos. Tanto su ingreso como sus emisiones per cápita están dentro de la media entre los países en desarrollo. Sin embargo, se ha puesto mucho énfasis en sus emisiones, sobretodo porque su gran crecimiento económico implica que lo que ocurre en ese país tiene un impacto significativo en el cambio climático mundial.

La conferencia estuvo destinada a exponer al análisis los planes de China. La lista de medidas planeadas es impresionante y abarcan diez áreas, como señaló Sun Cui Hua, subdirector general del Departamento de Cambio Climático de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma. La primera está referida a implementar políticas macro de cambio climático.

Los objetivos del 12º Plan Quinquenal (2011-2015), revelado recientemente, incluyen:

* Que el combustible no fósil represente el 11,4 por ciento del consumo de energía primaria.

* Una reducción del treinta por ciento del consumo de agua por unidad de producto industrial con valor agregado.

* Una reducción del dieciséis por ciento en consumo de energía por unidad de PIB.

* Una reducción del diecisiete por ciento de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB (en camino al objetivo
prometido de reducción de entre cuarenta y cuarenta y cinco por ciento para 2020 comparado con 2005).

* Aumentar 21,7 por ciento la cobertura forestal y en seiscientos millones de metros cúbicos las existencias forestales.

Igualmente importante es el nuevo objetivo de crecimiento del PIB, fijado en un promedio de siete por ciento anual para el periodo 2011-2015. Una reducción de tres a cuatro puntos porcentuales en el crecimiento del PIB de China significará, de por sí, una gran reducción del aumento de emisiones.

Otras medidas anunciadas son:

* La creación de un fondo para financiar sus acciones con respecto al clima.

* Proyectos piloto de bajas emisiones de carbono en determinadas ciudades y provincias.

* Utilización de mecanismos de mercado y un programa piloto sobre comercio de emisiones.

* Un sistema de certificación de bajas emisiones de carbono para identificar industrias y productos, y alentar la superación de las empresas.

* Realizar un inventario de gases de efecto invernadero, incluso creación de capacidad en los gobiernos locales y contar con una guía para las empresas.

* Reforzamiento de la legislación para acompañar las medidas.

* Educación y campañas para crear estilos de vida bajos en carbono.

* Fortalecimiento de la cooperación internacional a través de intercambios y cooperación Sur-Sur.

* Mejoramiento de la predicción y alerta temprana de fenómenos meteorológicos extremos.

Corrado Clini, director general del Ministerio de Medio Ambiente de Italia, expresó que otros países deberían aprender de China en cuanto a otorgar prioridad a las tecnologías con bajas emisiones de carbono. Este país se convirtió en líder de inversiones en ese tipo de tecnologías, destinando 34.000 millones de dólares en 2010, frente a 17.000 millones Estados Unidos, 12.000 millones Gran Bretaña, 11.000 millones España, 8.000 millones Brasil, 4.000 millones Alemania, 3.000 millones Canadá y este mismo monto India.

Wang Zhongmin, del Instituto de Normalización de China, quien presentó los datos sobre el reciente desempeño de este país en materia de energía y emisiones, expresó que el consumo de energía por unidad de PIB se redujo en diecinueve por ciento en el periodo del 11º Plan Quinquenal (2006-2011).

El uso de energía por unidad de fundición de cobre cayó treinta y seis por ciento y por tonelada de cemento veintinueve por ciento, mientras que se clausuraron empresas y tecnologías obsoletas.

Durante el periodo, la energía conservada fue de más de seiscientos millones de toneladas de carbono estándar, lo que significa que hubo una reducción acumulada de dióxido de carbono de más de 1.500 millones de toneladas.

Jurgen Lefevere, de la Comisión Unión Europea, manifestó que los países europeos habían desvinculado las emisiones de gases de efecto invernadero del crecimiento del PIB, ya que las emisiones internas habían caído dieciséis por ciento, mientras que el PIB creció cuarenta por ciento entre 1990 y 2009.

Reiteró el objetivo de la Unión Europea de reducir las emisiones entre veinte y treinta por ciento para 2020 (comparadas con 1990) y entre ochenta y noventa y cinco por ciento para 2050, con un mapa de ruta que incluye planes de reducción para varios sectores, aplicación de tecnologías clave e inversiones.

La Comisión Europea había identificado inversiones adicionales, necesarias para adoptar medidas relativas al cambio climático, de 270.000 millones de euros por año para el periodo 2010-2050. Esto se vería ampliamente compensado por los beneficios, como un ahorro de combustible de 175.000 a 320.000 millones de euros por año, la reducción a la mitad de las importaciones para 2050, la reducción de los gastos en ese año en 400.000 millones de euros y beneficios en el sector de la salud de 88.000 millones de euros anuales, así como la creación de 1,5 millones de puestos de trabajo netos para 2020.

Pese a los positivos planes internos de China y el mensaje de la Unión Europea de que es posible desvincular el crecimiento y las emisiones, los expertos señalaron los enormes desafíos que enfrentan los países en desarrollo para reducir su aumento de emisiones manteniendo, al mismo tiempo, su ambición de aumentar su crecimiento económico.

Para los países en desarrollo, que deben luchar no sólo contra la pobreza sino también contra los crecientes efectos del cambio climático (como inundaciones, sequía y huracanes), será difícil adoptar medidas para reducir sus emisiones.

Es aquí donde entran a tallar las negociaciones mundiales sobre el clima. Deben lograr una enorme reducción de emisiones en los países desarrollados y brindar suficientes fondos y tecnologías a los países en desarrollo de manera que tengan el espacio atmosférico y cuenten con los recursos para hacer su propia desvinculación de las emisiones y el desarrollo económico.

Martin Khor, fundador de la Red del Tercer Mundo, es director ejecutivo de South Centre, una organización de países en desarrollo con sede en Ginebra.

http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2011/06/30/¿hacia-un-crecimiento-con-bajas-emisiones-de-carbono/