Introducción Los países que conforman el BRICS, con China y Rusia a la cabeza, lanzan otra iniciativa que se suma a la planteada en mayo de 2017, ahora plantean la disputa en el terreno más importante, en el del esquema de moneda de cambio y reserva mundial. La moneda que plantean es el Petro-Yuan-Oro. Un […]
Introducción
Los países que conforman el BRICS, con China y Rusia a la cabeza, lanzan otra iniciativa que se suma a la planteada en mayo de 2017, ahora plantean la disputa en el terreno más importante, en el del esquema de moneda de cambio y reserva mundial. La moneda que plantean es el Petro-Yuan-Oro. Un esquema de moneda mundial que no solo se respalda en la commodity (materia prima) más importante, el Petróleo, sino también por ser la economía más dinámica del mundo con capacidad real para disputarle al petro-dólar y un esquema económico-estratégico universal multipolar con capacidad de confrontar al globalismo financiero.
Claro que su ventaja no solo radica en ser el esquema de economías más dinámicas, sino en que además son grandes productores y compradores de oro y han conformado unas gigantescas reservas para respaldar al Yuan en esta movida, que por sí sólo no podría avanzar e imponerse. El oro, el haber sido reconocido el Yuan como moneda internacional por el FMI en octubre de 2016, el haber desarrollado todo un sistema de instituciones financieras en la City de Londres que le permite plantear no solo al yuan como moneda, al petróleo y al oro como respaldo sino usar al dólar como pieza en el camino para viabilizar y echar a andar el mecanismo que le facilita además, utilizar sus reservas de dólares en bonos del tesoro de EUA, por más de un billón de dólares, para aceitar el mecanismo y para debilitar jugadas de la Fed contra el nuevo esquema de moneda internacional.