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Haddad y la matemática del antipetismo

Fuentes: Brasil 24/7

Los dos fenómenos más importantes revelados por la encuesta Ibope (del 1º de octubre) son la interrupción del crecimiento de Haddad y la resiliencia de Bolsonaro, que impidió su caída. La encuesta Datafolha (divulgada el 2 de octubre) coincide en los resultados. Examinando la serie de sondeos realizados a partir del 20 de agosto, cuando […]

Los dos fenómenos más importantes revelados por la encuesta Ibope (del 1º de octubre) son la interrupción del crecimiento de Haddad y la resiliencia de Bolsonaro, que impidió su caída. La encuesta Datafolha (divulgada el 2 de octubre) coincide en los resultados.

Examinando la serie de sondeos realizados a partir del 20 de agosto, cuando Lula figuró por última vez en las encuestas electorales, se constatan los siguientes realidades:

1.- el 20/8 Lula alcanzaba 37%, con perspectiva de victoria en la primera vuelta. La suma de votos del polo no-antipetista (Ciro Gomes-PDT, Guilherme Boulos-PSOL, Vera Lúcia-PSTU), alcanzaba 43%, mientras los candidatos antipetistas, aquellos que hacen del antipetismo su razón primordial de ser y de existir, sumaban 35%:

2.- en la primera simulación como sustituto de Lula (20/8), Haddad arrancó con 4%. Los votos no-antipetistas cayeron para 15% y los votos antipetistas saltaron para 46%, alcanzando un nivel que se sustenta hasta hoy.

3.- a partir de la tercera semana de setiembre el escenario que hoy conocemos ya estaba cristalizado:

4.- la elección polarizada entre Haddad y Bolsonaro, con posibilidad remota de cualquier otro candidato, que no ellos, pasara a la segunda vuelta: com possibilidade remota de qualquer outro candidato, que não eles, passar para o segundo turno;

5.- Haddad estacionado alrededor de 21% y los votos no-antipetistas estabilizados en la franja de los 32-34%. En las semanas siguientes, Haddad no consiguió mantener el crecimiento diario de casi 1%;

6.- Bolsonaro consiguió mantenerse estable alrededor de 28-30%. Los votos antipetistas quedaron estables en la franja de 48-51%.

Este cuadro evidencia que:

1.- el silencio y la incomunicación impuesta a Lula está surtiendo el efecto planeado por la dictadura Globo-Lava Jato. Mantener a Lula preso, amordazándolo y sin comunicación con el pueblo, es la estrategia electoral del régimen. El establecimiento de la censura y de las maniobras de Fux y Toffoli [1] para impedir entrevistas de Lula deben ser entendidas en este contexto;

2.- sin la presencia de Lula en la elección, Haddad no se benefició de transferencia de votos de Lula hacia él, y el no-antipetismo no consiguió recuperar él índice que tenía en el 20/8 (43%);

3.- para el establishment, poco importa si el bolsonarismo representa una tragedia para Brasil, porque lo esencial es impedir de cualquier manera el retorno del PT al gobierno. El antipetismo es, por tanto, el criterio en torno al cual se desarrolla la elección;

4.- el terrorismo antipetista en los medios liderados por la Globo, en las iglesias neo-pentecostales, en las redes sociales, en el sistema judicial, etc. Ha sido bastante eficaz. La operación del juez Sergio Moro con la delación fraudulenta de Antonio Palocci, que es parte de esta guerra sucia contra Lula, el PT y Haddad, parece haber conseguido perjudicar a Haddad.

El desempeño de Bolsonaro, por otro lado, es sorprendente; supera todas las proyecciones que se hacían. Él consiguió impedir la pérdida de votos y mantenerse estable a despecho del movimiento #EleNão y de los ataque pesados de Geraldo Alckmin (PSDB) en la propaganda partidaria.

El candidato fascista acabó beneficiándose del odio que la Globo disemina contra el PT para favorecer al tucanato (ntd: apelativo a los miembros del PSDB) y capturó ese lugar que la Globo cultivaba para Alckmin.

Las principales tendencias del primer turno están sentadas. En esta semana decisiva de la elección, la Globo y la Lava Jato podrán promover nuevos actos terroristas para debilitar la votación de Haddad en la primera vuelta, neutralizando el tradicional crecimiento que el PT acostumbra tener en la recta final de las elecciones.

Las recientes encuestas no traen grandes novedades, apenas reflejan la realidad que ya venía consolidándose. La disputa electoral continúa claramente polarizada entre la continuidad del golpe y la restauración de la democracia, entre los avances y conquistas populares y retrocesos civilizatorios: entre Bolsonaro y Haddad.

El clima prefigura un escenario de segunda vuelta extremamente reñido, de disputa entre dos destinos radicalmente opuestos para Brasil: o vence la civilización, o vence la barbarie neoliberal en su versión racista, autoritaria y misógina, en fin, en su versión fascista.

Jeferson Miola es integrante del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas (Idea) de Porto Alegre y fue coordinador-ejecutivo del 5º Foro Social Mundial; su blog es https://jefersonmiola.wordpress.com/

Nota (Redacción Correspondencia de Prensa)
[1] Dias Toffoli y Luiz Fux, presidente y vice del Supremo Tribunal Federal.

Traducción: Ernesto Herrera, para Correspondencia de Prensa.
Fuente (del original en portugués): https://www.brasil247.com/pt/colunistas/jefersonmiola/370966/Haddad-e-a-matem%C3%A1tica-do-antipetismo.htm
Fuente (de la traducción al castellano): https://correspondenciadeprensa.com/2018/10/04/brasil-haddad-y-la-matematica-del-antipetismo/