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China-Latinoamérica

Halagüeños impulsos económicos

Fuentes: Rebelión

  La relación y unión que han tejido en la última década la República Popular China y los países de América Latina y el Caribe permitirá mantener el incremento de sus economías pese a la grave crisis mundial que comenzó por Estados Unidos desde 2008.   Un reciente documento de la Comisión Económica para América […]


 

La relación y unión que han tejido en la última década la República Popular China y los países de América Latina y el Caribe permitirá mantener el incremento de sus economías pese a la grave crisis mundial que comenzó por Estados Unidos desde 2008.

 

Un reciente documento de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indica que esas naciones en conjunto son los polos de crecimiento mundial del momento, pues en los próximos años los países industrializados deberán ajustarse a un contexto de menor crecimiento y mayor desempleo.

 

El interés del gigante asiático en esa zona, quedó demostrado con la visita que realizó el presidente de esa nación, Xi Jinping en julio pasado por Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba durante la cual fueron firmados 150 acuerdos por un monto total de 70 000 millones de dólares. En esa ocasión, el líder asiático participó en la primera Cumbre Celac-China efectuada en Brasilia y conversó con la mayoría de los asistentes.

 

Los convenios rubricados abarcaron sectores claves como la energía, minería, electricidad, agricultura, ciencias, tecnología, comunicación y finanzas, además de la influencia futura de la moneda china en esas transacciones comerciales.

 

China propuso un proyecto a largo plazo para la interacción con los 33 miembros de la Celac que comprende tres aspectos: plan de cooperación con América Latina y el Caribe 2015-2019; 2: las tres áreas para profundizar la cooperación serán, comercio, inversión y finanzas, y 3: los sectores priorizados son energía, recursos naturales, infraestructura, agricultura, manufactura, ciencia-tecnología.

 

En este contexto se desarrolló en Beijing durante el 8 y 9 de enero de 2015, la primera reunión ministerial del Foro China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que resultó otro fuerte impulso para la cooperación inter regional.

 

A juicio de la directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Beijing, Wu Hongying, China, el mayor país del mundo en vías de desarrollo, y América Latina, la única región en vías de desarrollo del hemisferio occidental, tienen ventajas en recursos, capital, mercado, tecnología y personal, y se caracterizan por una fuerte complementariedad.

 

América Latina y el Caribe poseen grandes recursos naturales y de energía que la nación asiática necesita para su desarrollo y a la vez, esa región requiere de fuerte inversión de capitales y de tecnología para impulsar su infraestructura y desarrollo, las cuales puede obtener de China.

 

A partir del año 2000, el intercambio comercial creció a un ritmo anual del 30% y en 2013, se situaba en 261 700 millones de dólares.

 

Al primer Foro Ministerial también asistieron los presidentes Rafael Correa de Ecuador, Nicolás Maduro de Venezuela y Luís Guillermo Solís de Costa Rica.

 

El presidente Xi Jimping reafirmó que para los próximos 10 años, el monto global del comercio entre sus integrantes con China llegará a 500 000 millones de dólares y el gigante asiático invertirá en la región 250 000 millones de dólares, además de ofrecer créditos especiales para la creación de infraestructura por 20 000 millones, así como un crédito preferencial de 10 000 millones de dólares.

 

También se pondrá en marcha el Fondo de Cooperación China-Celac por 5 000 millones de dólares y se otorgarán 3 000 becas para estudiantes de la región.

 

La agencia Xinhua informó que l a inversión china en la zona aumentó a 80 000 millones de dólares en 2013, y que actualmente América Latina representa casi el 13 % de los gastos extranjeros de capital del país.

 

Es decir, la nación asiática esta invirtiendo sumas importantes de dinero en Latinoamérica y aumenta a pasos agigantados sus relaciones comerciales en la región.

 

 

Entre las grandes obras de infraestructura e industrialización que estan envueltas tanto compañías como el gobierno chino, se destacan las zonas económicas especiales de Cuba en los puertos de Mariel y Santiago de Cuba; el impulso en la nueva política industrial de Brasil; la reforma energética en México; el desarrollo de la faja petrolífera del Orinoco en Venezuela; la construcción del canal interoceánico en Nicaragua, entre otras importantes obras.

 

Jinping enfatizó en el discurso de clausura del Foro que el incremento de las relaciones se da en un contexto bajo los principios de un trato de igualdad, beneficio mutuo y un modelo de cooperación abierto e incluyente a países que deseen incorporarse.

 

El profuso impulso comercial chino de los últimos años ha puesto en tensión a empresas y comerciantes estadounidenses que ven como va disminuyendo progresivamente su influencia económica en Latinoamérica.

 

La política desacertada hacia la región llevada a cabo por las administraciones estadounidenses en décadas anteriores al tratar de aislar con un fuerte bloqueo económico a Cuba, así como la imposición de medidas neoliberales que pusieron en crisis a muchos países latinoamericanos, prácticamente incomunicó a Washington de la zona que anteriormente era considerada como su traspatio.

 

En tiempos de surgimiento de gobiernos nacionales progresistas en Latinoamérica, a Washington no le ha quedado más remedio que tratar de reorganizar su política y proponer la reanudación de relaciones diplomáticas con Cuba como forma de presentar otra cara a la región, y en ese cambio la República Popular China ha tenido una proyección destacado.

 

 

 

 

 

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.