No puedo comprender cómo esas personas, venezolanas como yo, pueden apoyar a eso que llaman la «dirigencia opositora». Uno no logra explicarse cómo existen seres humanos que se empecinan en cometer una y otra vez el mismo error, a pesar de haber sido víctima de fracasos gigantescos debido a su obstinación, pero ese parece ser […]
No puedo comprender cómo esas personas, venezolanas como yo, pueden apoyar a eso que llaman la «dirigencia opositora».
Uno no logra explicarse cómo existen seres humanos que se empecinan en cometer una y otra vez el mismo error,
a pesar de haber sido víctima de fracasos gigantescos debido a su obstinación, pero ese parece ser el sino del imperio estadounidense y sus secuaces apátridas en Venezuela.
¿Cuándo comprenderán que sus intentos de derrocar a los presidentes constitucionalmente electos sólo logran reforzar cada vez más la vocación libertaria del pueblo bolivariano? ¿Hasta cuándo tendremos que soportar que estos sinvergüenzas lleven adelante acciones que no solamente ponen en peligro a todo el país, sino que además nos han costado miles de millones de dólares en pérdida de recursos materiales y varias decenas de venezolanos y venezolanas asesinados, enlutando a muchas familias? ¿Cuál será el límite de su temeridad y de la impunidad con la que demasiadas veces han actuado? ¿Cuánto más tendremos que soportar, los venezolanos verdaderamente democráticos, que estos señores anden campantes exhibiéndose en los medios de comunicación social, nacionales e internacionales, como si fueran bebés de pecho, «preñados de buenas intenciones», mientras conspiran descaradamente en contra de nuestra Constitución y en contra de nuestro Pueblo?
A los opositores
Yo puedo comprender que hay gente que no está de acuerdo con la Revolución Bolivariana. Que antes no les gustaba Chávez y que ahora no les gusta Maduro, y que consideran que las fórmulas que ha aplicado el Gobierno Socialista para procurar dar solución a los muchos problemas que confronta nuestra nación no son suficientes o no son efectivas.
Yo puedo comprender que hay personas que creen que el libre mercado es la panacea, que debería permitirse que la economía se regulara sola, como lo proclamó Adam Smith, y que, en fin, creen en el capitalismo. Sin embargo, lo que no puedo comprender ni que me lo expliquen con dibujitos, es cómo esas personas, venezolanas como yo, pueden apoyar a eso que llaman la «dirigencia opositora».
Sin formación, sin coherencia, sin ética
Esos señores que se autoproclaman líderes y que creo que ni siquiera entienden lo que significa esa palabra, no tienen formación ni propuesta política, no tienen praxis social, no actúan con ningún tipo de coherencia, pero, especialmente, no tienen la mínima conciencia ética o moral. Mandan a hacer cosas en las cuales ni ellos ni sus familias se comprometen. Usan a sus seguidores, especialmente a los jóvenes, como carne de cañón cada vez que les da la gana de generar situaciones de violencia con el fin de desestabilizar o desencadenar caos e ingobernabilidad. Mientras, ellos toman avionetas y se van a vacacionar al Caribe, a Estados Unidos o a Europa, con la ridícula excusa de que están buscando apoyo internacional para salir del «rrrrrrrégimen».
En los pocos lugares donde ejercen alguna función de gobierno, sus resultados son vergonzosos, y lo peor, es que no se responsabilizan de nada. Ellos nunca estaban ahí, ellos nunca participaron en ningún movimiento desestabilizador, ellos nunca firmaron el acta de Carmona, ni se reunieron con militares para incitarlos a dar un golpe de Estado, ni recibieron financiamiento a montones de los Estados Unidos, ni han contratado paramilitares para montar guarimbas, ni nada de nada. ¡El Niño Jesús y ellos, pues!
Han llegado a la desfachatez y el cinismo de decir, cuando ha quedado desvelada alguna actividad delincuencial de las que constantemente programan, que el Presidente se está dando un autogolpe.
De verdad, que alguien me explique
De verdad me gustaría que alguna persona opositora seria (sé que las hay), me dé así sea un solo argumento responsable de por qué siguen a estas personas, por qué apoyan a unos señores que no son capaces de hacer lo que dicen y que no tienen ninguna coherencia.
Alguno me dirá que por las mismas razones que yo apoyo a la Revolución, pero eso no es aceptable, simplemente porque, partiendo del principio de que ciertamente habremos cometido muchos errores, al menos, hasta los más enconados enemigos de Chávez y ahora de Maduro, nunca podrán decir que ellos no están comprometidos, ni pueden dejar de reconocer que siempre han estado en la primera línea de batalla en cuanto a todas las cosas en las que han llamado al pueblo a seguirles. Y no sólo ellos, sino todos los que nos llamamos revolucionarios. Eso se llama coherencia. Algo que la «dirigencia» opositora tiene que comenzar por buscar en un diccionario.
@marypilih
Fuente: http://www.ojopelao.com/mary-pili-hernandez-hasta-cuando/