El presidente de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya afirma que las cooperativas, la Taula del Tercer sector, la Xarxa de l’Economia Solidària y la confederación de empresas del tercer sector ultiman la creación de una organización conjunta
Perfecto Alonso, presidente de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya
¿Cuál es la valoración que, como presidente de las cooperativas catalanas hace de la aplicación de la nueva ley de cooperativas?
De entrada hay que decir que el cambio que hacía posible constituir una cooperativa a partir de dos socios ha ayudado a la creación de nuevas entidades. Por lo tanto, hoy, ya sobrepasamos el número de cooperativas que se crearon durante todo el conjunto del año anterior. En concreto, hasta el 30 de noviembre de 2016 se crearon en Catalunya 163 cooperativas, 50 más que las que se constituyeron durante todo 2015, según los últimos datos hechos públicos oficialmente.
Un segundo asunto, Ada Colau es alcaldesa desde hace un año y medio. ¿Qué balance hace usted desde la economía social?
El que el Ayuntamiento de Barcelona se haya creado un comisionado especialmente dirigido a favorecer la economía social ha ayudado al desarrollo de las empresas socialmente responsables y como empresa singular al cooperativismo, al que ha ayudado también a su crecimiento.
En relación con la situación de antes de la crisis, ¿como está el cooperativismo?
Bueno, se puede decir que hemos superado con creces respecto a antes de la crisis el número de personas contratadas en el ámbito del cooperativismo. Hemos demostrado que la cooperativa es una entidad que es capaz de gestionar con éxito la crisis y la postcrisis. Mi opinión es que en estos momentos el cooperativismo tiene un gran reto : dar satisfacción a todas las necesidades que se van generando dentro de lo que son los servicios sociales o el ámbito social.
¿Qué opináis del ámbito creado por el Ayuntamiento de Barcelona en la economía social y solidaria?
La capacidad transformadora que ha tenido todo el esfuerzo llevado a cabo en nuestro ámbito ha hecho que tenga un reflejo en el organigrama de la administración pública de Barcelona y a la vez que los valores y la manera de hacer del cooperativismo se consideren ya productos válidos a la ora de seleccionar las empresas prestadoras de servicios a la misma administración.
¿Y ya que hablamos de administraciones, me gustaría que nos dijera qué le parece la política del Departament de Treball en relación con proyectos como los ateneos cooperativos y otras actividades singulares?
En relación con los ateneos cooperativos nuestra percepción es que no se han podido llegar a completar todas las demandas, pero se ha de valorar el esfuerzo hecho. Este es un proyecto ligado a la creación de empleo y la creación de cooperativas. Y esta es una de las grandes asignaturas pendientes que tenía el cooperativismo. Porque la atracción de Barcelona siempre ha sido muy grande y de alguna manera se había hecho patente la necesidad de desplazar estructuras organizativas hacia territorios significativos. Esta es una posibilidad. La FCTC apoya este proyecto y espera que se consolide y facilite el desarrollo de otras iniciativas cooperativas.
¿Y que me dice de los proyectos singulares?
Al respecto debemos manifestar que entre el momento en que salió la orden y el momento de la presentación se han generado muchas expectativas. En este sentido indicamos que entre los proyectos presentados y los otorgados hay una diferencia muy grande, lo que puede haber generado una cierta decepción. Somos conscientes de que es el primer año que se pone en marcha este modelo y siempre se generan expectativas no satisfechas, pero existe el compromiso por parte de la consellería de afinar más en la próxima regulación.
¿Hace unos meses hablabais de un proyecto para juntar en un organismo toda la economía social de Cataluya, en qué punto está la idea?
Se ha hecho una parte del proceso que ha sido elaborar los estatutos, que son sencillos. Se ha configurado el funcionamiento orgánico, es decir, que no habrá estructura y esto supone que habrá que pagar cuotas y en los temas que se consideren estratégicos la forma de tomar decisiones será por unanimidad. Esto se hace con la intención de crear una cultura de consenso en su interior.
¿Tengo entendido que el nombre del nuevo organismo podría ser Cambra de l’Economia Social?
Si, se ha hablado, pero el nombre no es seguro, porque hemos tenido algunos problemas legales con el concepto cámara y ahora estamos gestionando el asunto.
¿Nos puede explicar quien estaría trabajando en este proyecto?
Estamos los cooperativistas, la confederación de empresas del tercer sector, la Xarxa de l’Economía Social (XES), la Taula del Tercer Sector. Tambien está la plataforma del asociacionismo cultural y las mutualidades. En estos momentos las entidades están en un debate interno y espero que pronto se pueda anunciar la creación formal del nuevo ente.
¿Este organismo, que aún no tiene el nombre definido, qué es lo que debería tratar con los poderes públicos?
Inicialmente las funciones básicamente serían tres. Están definidas en el acuerdo inicial. Una, fomentar la cultura de la economía social en la compra. Se trata de añadir un valor al producto, que es el valor de una empresa con valores de economía social. El segundo punto es trabajar en la definición de los requisitos de las entidades que pueden participar en el nuevo organismo. En tercer lugar se busca tener una capacidad de transformación de la economía, que vaya hacia la economía de los valores. Dicho en otras palabras, se trata de poner en el mercado una marca en la que todos los componentes del mundo de la economía social se puedan sentir identificados. Bueno, puntualizo, esto de la marca es una posibilidad, no se ha decidido, pero yo creo que las entidades de la economía social podríamos tener un signo distintivo común.
En el conglomerado del que hablamos hay desde las federaciones de cooperativas hasta patronales u otros sistemas de representación. ¿Nos equivocaríamos si definiéramos el conjunto como un lobby?
En un determinado nivel quizás sí que se podría entender que la cámara podría tener una función de lobby. Pero se ha de tener en cuenta que cada una de las entidades que forman parte, en su ámbito de actuación ya son lobbys, por tanto, una unión de lobbys, no puede dar como resultado un ‘no lobby’. Dicho esto añado que el organismo no se ha creado con esta finalidad.
Aprovechando los cambios políticos que se dan en España y también en Catalunya, cree que la economía social debería plantear iniciativas, ¿y si es así, nos puede explicar en qué sentido?
Yo creo que hay un ámbito en el que este espacio podrá participar decididamente. Este será el de la regulación de la economía social, que debe elaborar el Parlament de Catalunya. La nueva norma debería impulsarse para así recoger todas las posibilidades y mejoras que se le pueden aplicar a la economía social.
En segundo lugar hay organismos en los que la economía social aún no está representada, y creo que con este nuevo organismo podríamos participar como protagonistas. Por ejemplo, en la comisión del pacto por el empleo. Pero, en general, creo que por su propia naturaleza, tendremos participación en aquellos organismos donde se debatan temas de subvenciones y de empleo, entre otros.
¿Nos puede valorar cuál es el peso económico del conjunto de entidades e instituciones que está trabajando en el nuevo organismo conjunto de la economía social?
No, porque no hemos querido tener estos datos. Las tendremos una vez nos hayamos constituido. Entonces tendremos que decir quienes somos. La compañía en facturación, en lugares de trabajo, en peso sobre el PIB, en socios. Tendremos que hacer públicos los datos de nuestra representatividad general.