Huellas

Estoy en medio de un teatro. En el centro del escenario hay dos sillas. Entre el escenario y el público hay un vidrio ahumado de separación. Yo no veo el público; pero el público sí me ve. En la pared de fondo hay una tela que la cubre con una imagen de Amaury Germán Aristy.

En una de las sillas me siento y en la otra también… cuando me toca hacer las preguntas. En la silla Alfa soy Alter y en la silla Omega soy Ego.

Alter- La tela… ¿fuiste tu que la pintaste?

Ego– Si, con la ayuda de John, y de Julio Rosa; en los pasillos anarquizados de los laboratorios de Física, entre el local del Bruc y el del Pacoredo….el Bruc de Celedonio. Es ahí donde pintamos todas las telas, las del Che, de Caamaño, de Mama Tingó, de Silvio….La diapositiva me la hizo Alexis. El poema es de Miguelin Mena.

Alter– ¿Por qué mataron a Amaury ?

Ego– Porque Balaguer le tenía miedo a las ideas. Por eso mató a los jóvenes mas destacados de su época. Paradójicamente él fue ministro de educación; pero preferió mantener al dominicano en la ignorancia.

Alter– ¿sólamente ?

Ego– Está la tesis de la madre como ser que cría, que educa, que ve cada día, hora a hora, que ve la evolución, que intercambia cariño. Apegada al niño, a la vida. La muerte viene del odio, de complejos extraños, de desprecio a la vida. Ese alejamiento del cotidiano por parte del hombre que no educa a sus hijos, de quien crece en el lodo. Como Balaguer, que fue asaltado por la idea de la gloria trujillista sin saber lo que es el sacrificio de una crianza, sin saber de ese vínculo profundo entre madre hijo. Por eso no le importó dejar tantas madres en luto, y tantas viudas. Prefirió obedecer a la fiera codiciosa que le ordenó enlutar al país todo.

Alter– Ideas de grandeza donde se puede querer a un perro mas que a un niño, como el caso de Hitler.

Alter– Ese es su legado, no los edificios o su siembra improductiva de varilla y cemento. Balaguer es quizás el que más golpeó la ciudad, por dentro y por fuera. Por dentro, sus habitantes, por fuera el patrimonio arquitectural. Él no tuvo un hogar real; pero sí destruyó bastante.

Ego– Su legado literario…cojo un paraguas y leo a Pedro Conde quien lo retrata perfectamente.

Alter– Entonces no hay perdón, o si ?

Ego– En la religión es un rejuego; pero la historia es otra cosa.

Alter– ¿Amaury era un peligro para el país?

Ego– Amaury se vio obligado a tomar las armas, de la misma manera que lo hizo Manolo o Caamaño, porque no había garantía ciudadana. Balaguer corrompió las Fuerzas Armadas y la Policía politizándolas, haciéndolas dependientes de sus antojos, que eran contrarios a lo de la población.

Desde el fondo del teatro se oyó una carcajada. Pensé en el hombre de la rata y tenía razón. Era la risita cínica que se oía con los mismos decibeles que emitía Trujillo.

Alter– En realidad creo que a Amaury no le gustaba la política como muchos piensan. A él le gustaba la literatura, José Martí, Rómulo Gallegos…, todo lo que encerrara lo humano. Esa era su sensibilidad. Quizás hubiese sido un escritor, un ensayista, no tuvo tiempo. Hay cosas que en el ser humano son prioritarias. Y para él, implicarse en la lucha de liberación, era la suya.

Ego– El que te metas en un comando, en una barricada o en una guerrilla no quiere decir que seas político ni mucho menos revolucionario. Porque el término, no ya a nivel de categoría sociológica, a nivel de pueblo, el político es el que vive de la política, el avivato que sabe elaborar un documento para cada situacion, y alzarse con la hostia y la limosna. El que que se hizo médico, abogado, ingeniero, enfermero, sociólogo.. y que ve que es mas fácil y mas rápido enriquecerse por esa vía. Tira por la borda esa sensibilidad (talvez aqui sería mas moda, maquillaje, allante…), esa pasantía pasajera con la gente común para escalar.

Alter– Pienso que era normal que Amaury, Virgilio, Amín, combatieran a Balaguer. Lo anormal hubiese sido unirse a él. No es lógico que lo normal sea apoyar la corrupción y la arbitrariedad.

Ego– y la mediocridad.

Alter– La sociedad dominicana estaba sobornada por Balaguer, la Iglesia, los bancos, los guardias, los policías, los marinos, los calieses, la Banda Colorá, los cueros, los grandes apellidos, los cojos, los tuertos y los ciegos. O quizás todos estaban tan ciego como el rey.

Alter– A él no le fue difícil. No hizo mas que continuar a hacer lo que aquí siempre se hizo.

Ego– Si hubiésemos pasado de la dictadura a la democracia, entonces el presidente gobernante hubiese sido Bosch.

Alter– hay varios puntos que quedan todavía en el aire, que arrastramos sin saber nada.

Ego– Sí, los detalles de la relación Amaury con Caamaño, Bosch, con Peña.

Alter– Si, ya es hora para que se desclasifiquen esos documentos, o para que se escriba sobre muchas personas que tuvieron responsabilidades y actuaron como…

Se oyó de nuevo la carcajada de hiena, un ruido infernal como el que hacen las máquinas en la Falconbridge desde las oficinas de chivateo.

Alter– ¿Se puede avanzar hacia el progreso mirando siempre atrás, con recor, con rabia, con pena, con frustración, con fatalismo?

Ego– Cuando en Chile se habla hoy de hacer un tribunal popular para condenar a Pinochet, es porque no bastó ni siquiera la muerte de la bestia para que el luto desarropara a los afectados. A Los gobernantes no les importa ese aspecto que tiene que ver con el afecto, con el equilibrio emocional del ser humano. Alfonsín, en Argentina, pretendió, con su ley de Punto Final, resolver la cuestión. El pasado que se quede en el pasado. Pero no, ese vacío tiene que tener una respuesta con justicia para sastifacer un mínimo a los familiares.

Alter– Un mínimo porque es imposible resucitar los muertos. Ese es un maldito dolor que se lleva siempre. Muchas familias quedaron desamparadas por lo que justicia es también apoyo económico. No compra de conciencia como muchas veces han querido hacer desde arriba para callar voces.

Ego– …y con Balaguer no se ha hecho la justicia necesaria frente a sus crímenes, de los que siempre quiso limpiarse. Su mayor burla final fue su repugnante página en blanco donde tenía que escribir su nombre en el caso de Orlando Martínez.

Alter– Mas los amarres de chiva y los desfiles por su casa de políticos sin dignidad.

Alter– Una nave que navega hacia el progreso no puede llevar una tripulación mareada por los recuerdos, amarga a pesar de las bachatas.

Ego– Y por eso es necesario recordar a Amaury. No es continuar a darse golpes de pecho. Es, justamente, rescatar su bandera, la historia, que tanto necesitan los jóvenes de hoy.

Alter-Ego saliendo del teatro alcanza a ver a su abuela montando bicicleta y cantando…cada cual mató la suya y dos siguieron volando….

El escritor y dibujante dominicano José Mercader es miembro de Rebelión.