Para Ignacio Ramonet, la crisis financiera traerá tantos cambios o más que la implosión de la URSS. «El mundo ha dejado de ser lo que era, necesitamos un nuevo Bretton Woods con China, India, África, Brasil y México».
«Así como la caída del muro de Berlín fue la manifestación de que el socialismo autoritario no funcionaba, la implosión de Wall Street es la demostración de que el capitalismo ultraliberal no funciona», afirma el periodista español Ignacio Ramonet en conversación con DW-WORLD. «Hoy el mundo tiene que dotarse de una nueva arquitectura financiera internacional, un nuevo Bretton Woods que incluya a países como China, India, África del Sur, Brasil y México.
La organización ATTAC fue fundada por Ramonet en 1998 en Francia, a raíz de un artículo editorial escrito por él y publicado en Le Monde diplomatique en el que promovía la aplicación de la tasa Tobin y la creación de un grupo de presión que actuara a favor de la misma. Una década después el movimiento se ha extendido al resto de Europa. La bolsa de Fráncfurt fue escenario el lunes de las protestas de activistas de ATTAC que se hicieron eco de la indignación y rabia ciudadana ante la crisis provocada por la especulación en los mercados financieros. Los activistas repetían en pancartas el título de aquel editorial que dio origen a la organización: «Desarmemos los mercados».
Sucesos que no tienen lógica
Ramonet, autor de «Fidel Castro: biografía a dos voces», obra que salió a las librerías alemanas en septiembre, una versión revisada por Castro mismo y presentada por el periodista en la Feria del Libro de Fráncfort, señala que no se tiene un plan B a diferencia de cuando cayó la Unión Soviética y comenzó el capitalismo neoliberal. «Por eso estamos ante sucesos que no tienen ninguna lógica. El presidente Bush nacionalizando la banca como Lenin. O como Chávez. Hace poco se acusaba a Chávez de todos los males del mundo porque nacionalizó la banca. Bueno, ahora la nacionaliza Bush».
El periodista señala que ahora es el presidente Sarkozy el que demanda cerrar los paraísos fiscales. «Esa fue la consigna prioritaria cuando fundamos ATTAC y defendíamos la tasa Tobín, el propio Tobin decía que era imposible, ahora se reclama eso» dice. La tasa Tobín, sugerida por el economista James Tobin en 1971, es un hipotético impuesto sobre el flujo de capitales en el mundo, lo que le valió a Tobin el Premio Nobel de Economía en 1981, siendo Ramonet y la organización ATTAC quienes propusieron su implementación internacional.
Bush: un agente infiltrado
«Bush es ahora más Attaquista que nosotros. En todo caso habrá destruido a su país y al mundo», afirma Ramonet y recuenta la serie de catástrofes ocurridas durante la gestión del todavía inquilino de la Casa Blanca: «La guerra de Irak, los atentados del 11 de septiembre, Katrina, la destrucción de Nueva Orleans y la implosión de Wall Street; Bush es como una bomba atómica para su país. Bueno, no está mal. En definitiva es un agente infiltrado», señala.
El periodista señala que las actuales turbulencias sólo pueden compararse con la crisis de 1929. «Ahora empieza un período que podría ser de unos diez años en el que muchas cosas podrían ocurrir en el plano geopolítico», afirma, y recuerda cómo, después de la crisis del 29 hubo una serie de desastres sociales. «Aquí en Alemania llegó Hitler al poder, en España llegó la República, luego la Guerra Civil en España, el frente popular en Francia, una Segunda Guerra Mundial», señala. Sin embargo reitera que ahora empezamos una era en la que nadie tiene brújula. «No sabemos adonde vamos, no se saben las dimensiones que tiene la crisis. Ningún político lo sabe, están dando palos de ciego, pero nadie sabe nada, ni los economistas ni los políticos».
El derrumbe del neoliberalismo
El periodista explica que curiosamente muchos movimientos sociales se encuentran desbordados, no han reaccionado adecuadamente por timidez. «Estamos asistiendo al derrumbe no digo del capitalismo, pero de la fase más salvaje de la globalización y sin embargo estos movimientos sociales que tanto han trabajado para este derrumbe no capitalizan teóricamente el efecto de esto».
«En primer lugar, -explica-, mucha gente está intimidada por los sucesos, no sabe hasta que punto afectará la crisis sus ahorros y su vida personal, por eso no puede haber triunfalismos, porque es una tragedia». El presidente honorario de ATTAC señala que el discurso de izquierda que parecía radical hace unas semanas está siendo arrebatado por los ultraliberales, por Paulson, Bush o Brown, los mayores defensores del neoliberalismo. «La izquierda no está sacando beneficios de esta tragedia, recuerde el beneficio que sacó la derecha cuando se hundió la Unión Soviética. Inmediatamente los neoconservadores consideraron que ellos habían ganado la guerra. Ese movimiento se extendió en el mundo entero sin ninguna traba. No está pasando eso en este momento», concluye.
Eva Usi