Más de 900 personas indígenas de todo Brasil, unos 20 grupos étnicos, ocupó la semana pasada el edificio de la FUNAI (Fundação Nacional do Índio) y enfrentarán en Brasilia el silencio de los medios de comunicación y la amenaza de la retirada por las fuerzas de la represión de forma violenta. La ocupación, que comenzó […]
Más de 900 personas indígenas de todo Brasil, unos 20 grupos étnicos, ocupó la semana pasada el edificio de la FUNAI (Fundação Nacional do Índio) y enfrentarán en Brasilia el silencio de los medios de comunicación y la amenaza de la retirada por las fuerzas de la represión de forma violenta.
La ocupación, que comenzó entre el 11 y 12 de enero, recibió el ultimátum de abandonar el local hasta las 17h del lunes, 18 de marzo, cuando la Policía Federal e incluso la Fuerza Nacional fueron llamados a cumplir con la recuperación del edificio. Ese mismo día 18, los indios dejaron libre el edificio, pero se mantuvieron en el sitio de realización de la protesta hasta que se cumplieran sus demandas. Sus demandas incluyen la inmediata renuncia del presidente convergente de la FUNAI, Marcio Meira (algo que ha sido demandado por muchos pueblos indígenas), una audiencia con el Presidente, la reapertura permanente de todos los puestos indirgenas y la derogación del decreto 7056 de diciembre 28, 2009 (que condujo a una reestructuración autoritaria de la FUNAI).
La ocupación es una mas de las manifestaciones que se realizan en todo el país, hay notificaciones y acciones judiciales por las acciones (y omisiones criminales) de Funai, que se han vuelto más cínica y cobarde durante la presidencia de Mérico Meira y están contra la forma en que este decreto fue diseñado y promulgado: sin el apoyo, e incluso el conocimiento de los líderes indígenas del país. La consulta con los pueblos indígenas está determinada por el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas y el Derecho interno de Brasil.
Fuente original: http://brasil.indymedia.org/