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Indios en Espírito Santo vencen batalla contra Aracruz Celulosa

Fuentes: Radioagencia NP

(1’58» / 464 Kb) – La multinacional Aracruz Celulosa tendrá que dejar las hectáreas que invadió, pertenecientes a tierras indígenas de los tupinikins y guaranís, al norte de Espírito Santo, región sudeste brasileña. El Diario Oficial de la Unión publicó el martes, día 28, la decisión del ministro de la justicia, Tarso Genro, que declaró […]

Clique aqui para ouvir(1’58» / 464 Kb) – La multinacional Aracruz Celulosa tendrá que dejar las hectáreas que invadió, pertenecientes a tierras indígenas de los tupinikins y guaranís, al norte de Espírito Santo, región sudeste brasileña. El Diario Oficial de la Unión publicó el martes, día 28, la decisión del ministro de la justicia, Tarso Genro, que declaró en un documento legal el reconocimiento del derecho de posesión de las tierras por los indígenas de la región. Las 18 mil hectáreas de tierras son reivindicadas hace más de diez años. El próximo paso ahora es de responsabilidad de la Fundación Nacional del Indio (Funai) que debe delimitar la tierra, fijando marcos físicos en sus límites. Después de eso, el presidente de la República podrá homologar la pose de la tierra.

La Fundación Nacional del Indio había publicado un informe en 2006 reconociendo el área como indígena. La Aracruz Celulosa rechazó el informe y cuestionó la identidad étnica de los indios, aun así, la Fundación Nacional del Indio mantuvo su parecer. Los indios consiguieron retomar parte de sus tierras en julio de este año, cuando empezaron a reconstruir aldeas que fueron destruidas en una acción violenta de la policía federal, apoyada por la multinacional en 2006. Además de eso, la Aracruz Celulosa aún intentaba descalificar el origen étnico de los indios con propagandas vehiculadas en los medios de comunicación.

La empresa fabricante de papel fue condenada en diciembre de 2006 por el Tribunal de la Justicia Federal de Linhares, Espírito Santo, a cumplir una serie de medidas para preservar los indios tupikins y guaranís de esas campañas racistas. La decisión también prohibía la vehiculación en cualquier tipo de propaganda, de términos, palabras o fotografías que cuestionen el modo de vida de las comunidades indígenas del Estado.