Durante lo que por pereza mental llamaré su presidencia de Venezuela, Luis Herrera habló de «inflación verbal». «Eterna inflación caótica» llama su teoría astrofísica el ruso Andrei Linde. Einstein quería saber si Dios hubiese podido crear el mundo de otra manera que la que precariamente conocemos. Linde responde que lo sigue creando constantemente en burbujas […]
Durante lo que por pereza mental llamaré su presidencia de Venezuela, Luis Herrera habló de «inflación verbal».
«Eterna inflación caótica» llama su teoría astrofísica el ruso Andrei Linde. Einstein quería saber si Dios hubiese podido crear el mundo de otra manera que la que precariamente conocemos. Linde responde que lo sigue creando constantemente en burbujas de universos que se inflan y no coliden entre sí porque sus leyes son radicalmente distintas. Bueno, eso entendí.
En el libro Medios violentos (2007, Caracas: El Perro y La Rana), que Santiago Alba escribió con Pascual Serrano, Alba sostiene que «se miente, sobre todo, para que nadie pueda ser creído». Por eso Jean Baudrillard escribió un libro con un título inquietante: La Guerra del Golfo no tuvo lugar. Se refería a la de Papá Bush, pues la familia Bush tiene una fijación con esa región, desde su larga y entrañable amistad con la familia Ben Laden hasta librar dos guerras allí, la primera con éxito, la segunda no.
Vivimos tanteando realidades experimentales que los medios profieren con desparpajo. Ni en sus delirios más extraviados Jorge Luis Borges sugirió una profusa sociedad secreta mundial de profesionales dedicados a engañar sin tregua. Armas de destrucción masivas iraquíes, bombas iraníes, pistas aéreas que amenazan a los Estados Unidos desde la minúscula isla de Granada, amenazas atroces desde Nicaragua, peligros apocalípticos desde Panamá, talibanes heroicos trocados en monstruos. Etc., etc. Amenazas, amenazas, amenazas. Esa paranoia globalizada justifica invasiones y terror. En los Estados Unidos te torturan legalmente y te apresan sin juicio en prisiones atroces. Aterrorizan en medio de la guerra al terrorismo.
¿Qué hacer contra esta eterna inflación caótica de universos virtuales? Poesía, propone Santiago Alba en su poderoso texto. Mofa y befa propongo y practico a diario. No se pueden responder con seriedad mentiras estúpidas como los bombillos espías cubanos, la prohibición de la minifalda e hilo dental, el satélite ruso manejado por un hacker de Cuba, país acusado de atraso tecnológico, pero que desarrolló un polvillo que ponen en las captahuellas y que te hace votar por Chávez sin darte cuenta. Dime: ¿cómo no reír?