El fallecimiento de José Antonio Labordeta ha incrementado todavía más el reconocimiento popular de su canción más famosa.
Lo ideal sería que todos los símbolos que representan a la ciudadanía tuvieran cierto respaldo de la población para así conseguir una representatividad real y que cumplieran su propósito. Así sucede en el caso de «Asturias patria querida», canción popular designada como himno del Principado.
El problema es que no suele ser habitual hacer las cosas por ese orden. Antes de la muerte del cantautor, escritor y político José Antonio Labordeta ya era una idea muy extendida que su tema «Canto a la libertad» era el indicado para representar oficialmente a Aragón. A raíz de su fallecimiento dicho sentemiento se ha hecho más patente todavía y son muchos las iniciativas populares que abogan por su oficialidad.
Como bien han declarado todos los implicados en estas reivindicaciones no se trata de un ataque al actual himno de Aragón, creado expresamente hace 20 años, sino mostrar la evidencia de que le falta empatía con el pueblo, justo al contrario de lo que sucede con la canción de Labordeta.
Desde el mismo día que se supo la desaparición del músico aragonés, los diarios digitales más importantes de la zona (Heraldo, Periódico de Aragón, Crónica de Aragón) se llenaba de mensajes que pedían el reconocimiento de «Canto a la libertad». Las redes sociales también se unían a esa petición, creando varias páginas de facebook, la más importante de ella ya tiene más de 15.000 apoyos. Otra página web, mientras tanto, se dedica a recoger firmas.
La iniciativa que más enjundia tiene es la creada por diferentes instituciones culturales aragonesas ( Rolde, Apudepa, Biella Nuei, Somerondón, el Instituto Aragonés de Antropología, AC Aljez, O Caxico, Consello d´a Fabla Aragonesa y la Fundación Candil) que hace algo más de una semana celebraron su primera reunión, primer paso para su meta, recoger las 15.000 firmas necesarias para presentar ante las Cortes e iniciar la modificación legislativa a principios del próximo año.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article18758