El narcotráfico, la inmigración ilegal y los corridos son los principales condimentos del documental «Al otro lado», uno de los filmes protagonistas del último Festival de Cine de Tribeca, celebrado en esta ciudad. La película, de la cineasta mexicano-estadounidense Natalia Almada, cuenta la historia verídica de Magdiel, un músico de 23 años procedente de la […]
El narcotráfico, la inmigración ilegal y los corridos son los principales condimentos del documental «Al otro lado», uno de los filmes protagonistas del último Festival de Cine de Tribeca, celebrado en esta ciudad.
La película, de la cineasta mexicano-estadounidense Natalia Almada, cuenta la historia verídica de Magdiel, un músico de 23 años procedente de la occidental ciudad mexicana de Sinaloa que se enfrenta a la disyuntiva de trabajar para narcotraficantes o arriesgarse a cruzar la frontera con Estados Unidos para sobrevivir.
El documental, de 70 minutos de duración, fue estrenado el mes pasado en el Festival de Cine de Tribeca, en el que participaron películas independientes de todo el mundo.
«Estaba muy interesada en ese momento en que los jóvenes tienen que decidir qué hacer con sus vidas. No tienen mucha educación y sufren por la crisis en la industria y en sus familias», dijo a Almada, también originaria de Sinaloa.
Almada ganó en 2002 el premio al mejor documental del mismo festival por «La memoria perfecta del agua».
«En los pequeños pueblos (de México), ya no es una opción seguir el ejemplo de los padres y convertirse en pescadores o granjeros», añadió..
A lo largo de todo el filme, Magdiel se debate entre continuar vinculado al tráfico de drogas o cruzar la frontera a Estados Unidos para cumplir su sueño de ser un músico de corridos.
El corrido es un género musical típicamente mexicano con grandes influencias de la polca, originado hace más de 100 años y caracterizado por ser uno de los principales vehículos de expresión de las clases bajas.
Durante la revolución mexicana (1910-1917), los corridos contaban las proezas de los líderes insurgentes Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Pero el género se ha adaptado a los tiempos, y en las últimas décadas sus letras se asemejan más a las del rap estadounidense, reflejando la vida urbana e incluso contando las «hazañas» de los narcotraficantes.
Sinaloa, como capital mexicana de la droga, ha sido tierra fértil para la llamada «narcocultura» y los corridos. En esa ciudad nacieron grupos con mucho éxito en México, como Los Tigres del Norte y el legendario cantante Chalino Sánchez, secuestrado y asesinado después de un concierto en 1992.
A pesar de –o quizás debido a– que el corrido fue prohibido en varias estaciones de radio mexicanas por ser considerado un género musical que promueve la delincuencia, se convirtió en una industria multimillonaria en Estados Unidos.
«La música es una forma ideal para hablar de estos temas, ya que los cantantes le dan voz a los inmigrantes y a los narcotraficantes, y no yo, como documentalista», dijo Almada.
El filme lleva al espectador desde el marítimo pueblo de La Reforma, hogar de Magdiel, donde se exporta droga en barcos pesqueros, hasta las calles del este de Los Ángeles, todo acompañado de una banda sonora que parece dar cierto tono de esperanza a esta historia trágica.
El tema de la inmigración indocumentada en Estados Unidos es introducido en el documental cuando un «coyote», contrabandista de personas, ofrece al compositor cruzar la frontera gratis a cambio de que escriba una canción sobre él y sus hazañas.
Éste es un punto de quiebre de la historia. A partir de allí, ya no vemos la vida de un hombre a través de los problemas sociales, sino los problemas sociales a través de la vida de un hombre.
«Es muy fácil para los estadounidenses satanizar a los narcotraficantes y echarle toda la culpa a la producción de drogas en México sin asumir su responsabilidad por el consumo en Estados Unidos», dijo Almada.
«La visión más frecuente que se tiene de la inmigración no toma en cuenta cuán importante es el trabajo ilegal en la economía estadounidense. Es un asunto muy complejo, y yo quería darle una cara más humana al lado mexicano», añadió.
El próximo documental de Almada tratará sobre la vida de su bisabuelo, Plutarco Elías Calles, fundador del antecesor del Partido Revolucionario Institucional y presidente de México entre 1924 y 1928. (FIN/2005)