Las instituciones financieras multilaterales (IFMs), como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), están en el foco de la sociedad civil organizada. Las decisiones de estas IFMs afectan las políticas públicas y todo el gerenciamiento económico-social de los países más pobres, y como la orientación de las […]
Las instituciones financieras multilaterales (IFMs), como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), están en el foco de la sociedad civil organizada. Las decisiones de estas IFMs afectan las políticas públicas y todo el gerenciamiento económico-social de los países más pobres, y como la orientación de las IFMs es claramente neoliberal e imperialista, han provocado cada vez más injusticia social en nombre del desarrollo.
Recientemente Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa de Estados Unidos del Gobierno de Bush y uno de los arquitectos de la guerra de Irak , asumió la presidencia del Banco Mundial, por indicación del propio George W. Bush, lo que recibió serias críticas en los círculos políticos y económicos estadounidenses y, fundamentalmente, en los círculos mundiales. En su primer día de trabajo, Wolfowitz recibió una carta con cientos de firmas de entidades pidiendo la apertura de un canal de diálogo. Para la misma época, Enrique Iglesias, anuncia su renuncia a la presidencia del BID para octubre, y las mismas entidades ya se articulan para presionar para que la elección del nuevo mandatario del BID sea alguien menos conservador.
Las entidades están articulándose, principalmente a nivel latinoamericano, para que los países que sufren por la falta de transparencia de los acuerdos realizados entre las instituciones multilaterales y los gobiernos puedan actuar en bloque. Hace mucho que existe un direccionamiento de las IFMs hacia la integración de las acciones en micro-regiones específicas, y no se puede perder de vista que cada acción de desarrollo de un país afecta obligatoriamente a las naciones fronterizas. Además de la red de la sociedad civil organizada, ya existe un frente parlamentario latinoamericano para realizar un monitoreo de las actividades, acuerdos y proyectos de los bancos multilaterales.
Magnólia Azevedo Said, presidenta del Centro de Investigación y Asesoría (Esplar) y miembro de la Coordinadora Ejecutiva de la Red Brasil sobre Instituciones Financieras Multilaterales, en entrevista exclusiva para Adital, evalúa el momento actual. La Red Brasil está formada por 56 organizaciones de la sociedad civil brasilera – movimientos sociales, entidades sindicales, institutos de investigación y asesoría, asociaciones profesionales y ONGs de todo el país – para realizar un seguimiento e intervenir en cuestiones relativas a las actividades de instituciones financieras multilaterales (IFMs). Brasil recientemente pudo presenciar la ocupación durante tres días de la sede local del BID, por cientos de personas del Movimiento de Damnificados por Represas (MAB), que reclamaban una posición del Gobierno Federal, del BID, de la Tractebel, responsables por la hidroeléctrica de Cana Brava y de Furnas y el Grupo VBC (Votorantin, Bradesco y Camargo Corrêa), responsables por la represa de Serra da Mesa. En las dos situaciones están dejando esas empresas de cumplir con los acuerdos sociales e indemnizaciones, además de causar un gran impacto ambiental.
Adital – ¿La manifestación del MAB pueden afectar la candidatura de João Sayad, candidato brasilero a la presidencia del BID?
La articulación para la elección del nuevo Presidente del BID es un acuerdo político entre gobiernos de países socios, donde entran relaciones de poder y de intercambio y eso es inmune a las presiones de la sociedad civil. La elección del Presidente del Banco Mundial está a la vista para confirmar eso que digo.
Adital – Las entidades de AL estarían articulándose para tener voz en la elección del sucesor de Enrique Iglesias a la presidencia del BID. ¿Cómo sería esa articulación y qué se pretende con ella?
Es para marcar presencia o para mostrar nuestro repudio y escepticismo en relación con los bancos multilaterales, una anti-candidatura sería una forma de protesta. Por otro lado, el BID está constituido por gobiernos. Por eso cuantos más gobiernos democráticos, más el banco estaría sintonizado con políticas que atendiesen a las necesidades de las poblaciones. Por lo tanto, un Presidente solamente, no cambia las políticas y proyectos del Banco.
Adital – ¿Si el BID realmente aceptase la interferencia de la sociedad civil, podría ser interpretado como una influencia indirecta de la presión internacional articulada en red a partir de grandes manifestaciones mundiales, como las cumbres paralelas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que realiza el Foro Social Mundial (FSM)?
Lo que contribuyó para conseguir conquistas en la OMC, fue la postura de los países en desarrollo, que finalmente comenzaron a presentar sus demandas, principalmente en lo que respecta a la agricultura. La sociedad civil tuvo un importante papel en la articulación para presionar y diseminar informaciones y denuncias, pero no para definir agendas.
Adital – ¿La presión mundial de la sociedad civil ha conseguido modificar alguna estrategia o acción de las multilaterales?
Las mayores conquistas han estado en el acceso a la información y en el diálogo, siempre como consecuencia de la movilización y la presión. Las Instituciones Financieras Multilaterales no han abierto un espacio para la participación, pero sí para la interlocución. Por otro lado, como fruto de las denuncias de las organizaciones de la sociedad civil, en algunos momentos las IFM’s, especialmente el BM y el BID, han reculado y/o revisto algunas políticas. La reciente movilización del MAB es un ejemplo de que el movimiento organizado, ejerciendo ciudadanía activa, obtiene respuestas a sus demandas.
Adital – Considerando que la principal tarea del BID en el ALCA es abrir mercados a través de la integración, ¿se puede decir que el BID es el Banco del ALCA?
El documento de estrategia para la Integración Regional del BID elaborado en 2003, indica que «en el marco de la construcción del ALCA, acuerdos bilaterales entre países o sub-regiones pueden servir como apoyo, en la medida en que en ellos se produzcan precedentes que sean consistentes con un acuerdo hemisférico». Tanto el apoyo técnico como financiero del BID es ejercido en esa perspectiva, o sea, ir construyendo el ALCA de a poco, sin despertar controversias.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]