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Intercambio Desigual, Deuda y Moneda Subvaluada: Empobrecer a la Periferia es Cuestión de Método

Fuentes: Rebelión

El mundo responde hoy a la denuncia de sus artistas para que los ocho países más privilegiados del planeta pongan su parte para acabar el hambre en el mundo. Hay muchas maneras de hacerlo, pero falta voluntad tanto de parte de las élites del Centro mundial como de las élites de su Periferia. Sin embargo, […]

El mundo responde hoy a la denuncia de sus artistas para que los ocho países más privilegiados del planeta pongan su parte para acabar el hambre en el mundo. Hay muchas maneras de hacerlo, pero falta voluntad tanto de parte de las élites del Centro mundial como de las élites de su Periferia. Sin embargo, no sólo falta acción, sino comprensión del problema y de su historia y sobretodo, compromiso.

Convenientemente, esas élites diagnostican el problema como falta de subsidios y de caridad con los pobres, cuando ni siquiera han cumplido en la mitad su antiguo compromiso de dar el 0.7% del presupuesto de la OECD para ayudas urgentes al sector más pobre del Tercer Mundo. Lo paradógico es que ese 0.7% resulta casi insignificante cuando se compara con las pérdidas que sufre la Periferia por causa del intercambio desigual, en el cual evidencias recientes señalan que la subvaluación de las monedas periféricas juega un papel determinante.

Más que caridad y perdón de una deuda infame y varias veces ya pagada, lo que la Periferia reclama es que se pague lo justo por sus productos y que los centros imperiales dejen de sobornar funcionarios del Tercer Mundo para que devalúen sus monedas, y que los dirigentes de la Periferia dejen de obedecer como borregos los dictados imperiales. La brecha es producto del saqueo, y éste es posible porque en la Periferia hay altos funcionarios y académicos que se venden barato a los deseos del imperio, ávidos de dinero y cargos internacionales.

Hace cerca de medio siglo un grupo de economistas latinoamericanos reunido como la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, y liderado por el economista argentino Raúl Prebisch, alertaron a los países de las periferias mundiales y a aquellos desarrollados del Centro (más o menos lo que hoy es la OECD), sobre la necesidad de superar el intercambio desigual para que la periferia entrara por la senda del desarrollo, ese cielo lejano que nos promete la civilización occidental desde hace dos siglos, si los imitamos con docilidad. A pesar de que la CEPAL manejaba una visión liberal nacionalista ajena a los cambios sociales profundos, vio en su época con claridad el grave problema del empeoramiento de los términos de intercambio que obliga a los países pobres a sacrificar una parte mayor de su producción para la exportación, a cambio de recibir cada día menos bienes importados de las naciones ricas, un fenómeno que bajo cualquier lógica conduce a ampliar la brecha entre los pu eblos ricos y pobres.

Más tarde el tema fue tratado por Arghiri Emmanuel, y particularmente por Samir Amin quien realizó un estimativo de las pérdidas de la Periferia por causa del intercambio desigual, de alrededor de 22000 millones de dólares en el año 1966, algo así como el 15% del PIB periférico de entonces. Sin embargo, otro grupo de economistas latinoamericanos, el de la Teoría de la Dependencia, le replicó a la CEPAL: implorar justicia al imperio no sirve, es preciso liberarse en la mente y en la práctica. Entonces nos llegó la noche de las dictaduras y de los regímenes parlamentarios represivos, y más tarde la oleada neoliberal con altas dosis de corrupción acalló sospechosamente el tema de las pérdidas del intercambio desigual. Hoy están cambiando muchas cosas en muchos lugares del mundo y los péndulos regresan renovados y distintos.

Entretanto, varios investigadores de diversas latitudes continuaron avanzando en el tema sin hacer mucho ruido. En lo que sigue me baso en un solo autor, quien realiza una buena síntesis de ese proceso. Combinando varios aportes recientes sobre devaluación y precios con poder de paridad de compra (ppp en inglés), Gernot Köhler, (1) un investigador social alemán-canadiense, comparó los datos de los reportes de desarrollo del Banco Mundial, en los cuales se calcula el valor de la misma canasta de bienes y servicios para cada país valorada en moneda local para un conjunto de 119 naciones. El estudio señala que al dividir lo que vale esa misma canasta en moneda local de un país periférico en cierta fecha, por lo que vale en los Estados Unidos en dólares, no se encuentra que se corresponda con la tasa de cambio oficial vigente a la fecha. Es más, se encuentra que la moneda periférica suele estar subvaluada. Por ejemplo: en el año de 1994 Venezuela tenía su moneda subvaluada más de dos y media veces (2.62). Esto tiene consecuencias para el nivel de vida del país, porque a partir de éste y otros datos de su comercio y producción interna, se puede calcular que perdió entonces cerca de un 35% de su PIB en ese año por causa del intercambio desigual en su comercio con las naciones de la OECD.

Si se analiza el mundo de 1994 dividido en dos bloques: el Centro, conformado por las 22 naciones que componían la OECD de ese entonces, y la Periferia, conformada por 97 naciones con datos disponibles, los resultados de Köhler se resumen así: 1) Las monedas de la OECD casi no presentan desfase respecto al tipo esperado de cambio. 2) Las monedas de la Periferia en el año 1995 están subvaluadas en promedio (ponderado según exportaciones a la OECD) en 2.4 veces. 3) Dado el volúmen exportado, se calcula que la Periferia perdió ese año una suma cercana a 1182 millones de dólares, o algo así como el 24% de su PIB combinado. Para la OECD representa una ganancia no registrada del 8% de su PIB combinado.

En lo fundamental, el autor de ese estudio concluye entre otros puntos: 1. Es falso que las monedas nacionales de la periferia estén sobrevaluadas como afirman varios analistas. 2. El sistema de tasas de cambio es uno de los mecanismos usados por los países de alto ingreso para extraer riqueza de los países de bajo ingreso. 3. Esa situación agrava significativamente el intercambio desigual. 4. Dentro de las condiciones impuestas por el FMI a los países deudores suelen aparecer algunas como: 1) Tienen x meses para reducir el déficit fiscal del gobierno en tal porcentaje, y 2) Tienen x meses para devaluar su moneda en tal porcentaje. A eso lo llaman SAPs (Structural Adjustment Programms), y son unas especies de sapos que nos hacen tragar enteros con la complicidad de presidentes, ministros corruptos, y directores de la banca central supuestamente muy eruditos en el tema. O sea, las condiciones suelen ligar deuda y devaluación para merecer que nos refinancien la deuda y el déficit fiscal. Se trata de un problema institucional a nivel mundial: el Banco Mundial y el FMI nos recetan un camino que lleva al abismo, a la brecha entre norte y sur. ¿Lo hacen por ignorancia, por perversión o por obediencia al imperio?

Goticas de Corrupción para Activar el Mecanismo

La pregunta central es ¿Por qué razón los países periféricos devalúan sus monedas frente al dólar -moneda de reserva y de referencia mundial de precios del comercio internacional- si ello los empobrece en su ingreso real per-cápita, en la remuneración a sus trabajadores y en la ganancia real de aquellos empresarios que necesitan importar equipos, tecnologías y materias primas? El investigador Köhler se pregunta: «¿ACASO LOS PAISES DE BAJO Y MEDIANO INGRESO AMAN EL SER EXPLOTADOS?»

Pero no hace mucho apareció una entrevista en las páginas de Rebelión.org que arroja mucha luz sobre el problema de la corrupción en este campo específico. Se trata de las revelaciones de un agente secreto de un organismo de seguridad de los Estados Unidos que operaba bajo la fachada de ser un alto ejecutivo de una importante compañía transnacional. El hombre se define a sí mismo como un Economic Hit Man (golpeador de economías). El artículo trae apartes como estos (2):

En su libro «Confesiones de un Economic Hit Man», John Perkins describe cómo él mismo, como un profesional muy bien pagado, ayudó a EE.UU. a timar a países pobres alrededor del mundo en trillones de dólares prestándoles más dinero del que ellos podrían alguna vez pagar y para luego hacerse dueño de sus economías. …..Una de las condiciones de los préstamos -digamos de 1 billón de dólares a un país como Indonesia o Ecuador- era que este país tendría entonces que devolver el noventa por ciento de ese préstamo a una compañía o a compañías norteamericanas para construir la infraestructura. […]Los pobres en aquellos países serían finalmente atrapados con una asombrosa deuda que ellos posiblemente no podrían rembolsar. Un país hoy en día como Ecuador simplemente debería destinar sobre el cincuenta por ciento de su presupuesto nacional para pagar su deuda. Y realmente no puede hacerlo. […]Así, cuando nosotros queremos más petróleo, vamos a Ecuador y decimos, ‘Pareciera que uste d no puede rembolsar sus deudas, por consiguiente entregue su bosque lluvioso Amazónico que está lleno con petróleo a nuestras compañías petroleras. […]Así que nosotros hacemos este gran préstamo, la mayoría de él regresa a los Estados Unidos, el país queda con la deuda más un montón en intereses y ellos se transforman básicamente en nuestros sirvientes, en nuestros esclavos. Es un imperio. Es un imperio enorme.

De igual manera, nos enteramos recientemente del debate suscitado en Venezuela entre los burócratas que persisten en devaluar el Bolívar venezolano apelando a todo tipo de excusas, y por el otro lado, a grupos ciudadanos organizados que cuestionan todo el andamiaje teórico de esos funcionarios y se oponen a la sabiduría convencional de los economistas formados en academias y textos anglosajones. Se trata de una situación inusual ampliamente documentada por los mismos venezolanos. (3) Lo que nunca sabremos es si esos funcionarios recibieron previamente visitas o dineros de algún Economic Hit Man.

Un colosal sistema de saqueo mundial

Desde esta visión, el intercambio desigual es un colosal sistema de saqueo de los recursos de los países pobres por parte de los países más ricos, liderado por la nación imperial más fuerte, donde hay socios de la OECD que se quedan callados ante el saqueo, simplemente porque les conviene -caso España, Italia, Suecia, Dinamarca, Francia, Alemania, Noruega, etc.-. El problema mayor estriba en que cierta parte de las clases trabajadoras de la OECD y hasta los mismos partidos social-demócratas y sus sindicatos parecen haberse vuelto cómplices de esa relación aberrante. Como ya viven bien, poco les importa el Tercer Mundo, y para qué incomodar a sus patrones. Mejor es olvidar su propio pasado y los motivos de lucha de sus abuelos.

En resumen, hay un mecanismo dinámico, estructurado y articulado por varios elementos que conforman un círculo perverso, incesante y antiguo que produce serios daños acumulativos: Deuda externa – Corrupción de funcionarios claves en el centro y la periferia- Condiciones del FMI y el Banco Mundial en sus visitas oficiales – Empeoramiento en los términos de intercambio por subvaluación de la moneda. Empobrecimiento general del país periférico – Menores tasas de crecimiento – Menor capacidad de compra de sus pobladores- Menores salarios comparativos de sus trabajadores- Supuesta productividad menor- Dependencia. El resultado: la OECD sale beneficiada, la Periferia sale empobrecida. Se eleva la desigualdad entre naciones -la cual no debe confundirse con la desigualdad dentro de cada nación- y ambas influyen en la actual pobreza mundial.

Algunas conclusiones y sugerencias

1. Varios líderes latinoamericanos genuflexos andan haciendo el ridículo creyendo que negociando cuotas y boronas arancelarias en los tratados de libre comercio con los Estados Unidos -o con la OECD- vendrán el crecimiento, el pleno empleo y la prosperidad para nuestras naciones. Falla su razonamiento, primero, porque desconocen la magnitud de las pérdidas por el intercambio desigual, y segundo, porque son subalternos mentales del pensamiento neoliberal dominante, incapaces de negociar en igualdad de condiciones, es decir, desde otra perspectiva y con actitud de dignidad. Los temas que han negociado deberían aplazarse indefinidamente hasta cuando el mecanismo del saqueo mayor haya sido corregido. ¿Qué tal si se reúnen en bloque y plantean el tema central del intercambio desigual y exigen la creación de un sistema internacional de moneda basado en cambios reales, a la manera como la propone el Dr. Gernot Köhler, es decir medidos en base a precios de paridad de compra (ppp) qu e evite la subvaluación contínua? Aumentaría nuestro PIB en cerca de un 20% -a costa de la OECD que renunciaría al 6% de su PIB, producto de tal saqueo, por supuesto-. Un tema que hay que ligar con la crisis climática y ambiental del planeta.

2. Los académicos y universidades de la Periferia necesitan replantear una gran porción de la teoría económica que enseñan sobre este tema y otros de su disciplina. Ante el ocaso de las fallidas teorías neoliberales e imperiales de moda, el campo está abierto a los innovadores y a los maestros del pasado -adaptándolos a la época, claro está-. Esto implica renovar la nómina de autoridades en la materia. Entre otros puntos, las manipulaciones del término productividad despiertan cada vez más sospechas; es necesario abordar ese término mítico muy usado por la tecnocracia cantinflesca.

3. Está visto que la peor corrupción es la de las élites del Centro y sus colegas en nuestras Periferias por ser la que más muerte temprana y desnutrición produce en el Tercer Mundo. Por lo tanto, depende de los sectores populares con mayor autoridad ética, claridad y capacidad de movilización corregir políticamente esa situación que han empobrecido al 85% más pobre de la humanidad para benefició del 15% más rico.

4. Además del saqueo convencional de plusvalor que se da entre dueños y trabajadores a sueldo del sector productivo, existe el saqueo internacional a través de las manipulaciones financieras y monetarias; éste puede ser más significativo que el anterior por cuanto genera una discriminación de tipo geográfico mundial: una especie de Apartheid Mundial, como la llama el profesor Köhler.

¿Y a todo esto, será que Benedicto tiene algún anuncio que hacer desde su balcón dominical?

1) Köhler, Gernot (1998). «The Structure of Global Money and World Tables of Unequal Exchange.» Journal of World-Systems Research 4: 145-168. © 1998 Gernot Köhler Journal of World-Systems Research http://jwsr.ucr.edu/archive/vol4/v4n2a4.php

2) Carlos A. Pereyra Mele, ‘John Perkins: «Confesiones de un Asesino Económico a Sueldo» ‘, IAR Rebelión.org 18-05-2005

3) Pueden conocerse varios artículos sobre el debate en http://www.defensoresbolivar.weboficial.com/

Emilio José Chaves