Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez
Una cuestión recientemente divulgada por Anna Virginia Balloussier en el periódico Folha de São Paulo que revela, entre otras cosas, que el defensor de torturadores, quiere para todo Brasil la adopción de las «normas de una escuela dirigida por la Policía Militar de Goiás, que sigue el rígido modelo disciplinar de las instituciones de enseñanza militarizadas». Una auténtica barbaridad. Para hacerse una idea, la escuela goiana adopta, por ejemplo, normas como «no remangar el short o la camiseta da educación física para reducir su tamaño ni usar gafas con monturas de colores». Como estas, otras preferencias (idiotas) de Bolsonaro son enumeradas en el artículo y defendidas como rutina en el sistema de enseñanza brasileños.
Pero, por si eso no fuese suficiente, Bolsonaro, según informa la Folha de São Paulo, está preparando una incursión en los Estados Unidos y quien le ayuda no es nada más y nada menos que Olavo de Carvalho, un extremista de derecha que se presenta como filósofo, aunque los verdaderos filósofos no lo consideran tal. Carvalho vive desde hace años en Richmond, Virginia, el mismo lugar en que tiene su sede la Central de Inteligencia norteamericana (CIA). Habrá quien diga que Olavo de Carvalho reside cerca de su trabajo.
El motivo de la posible gira, en octubre, de Bolsonaro por los Estados Unidos, asesorado por Olavo de Carvalho, es mantener contactos con analistas y eventuales inversores norteamericanos interesados en ventajas diversas. Como ya se pronunció a favor de la entrega de la Amazonia a los Estados Unidos, no sería ninguna sorpresa que Bolsonaro ofreciese todavía mayores facilidades que el gobierno golpista de Michel Temer a los empresarios que corren detrás del lucro fácil.
Mário Augusto Jakobskind, periodista y escritor, es colaborador habitual de Brasil de Fato.
Fuente: https://www.brasildefato.com.br/2017/08/29/jair-bolsonaro-mais-uma-ameaca-paira-sobre-o-brasil/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar la autoría, al traductor y Rebelión como fuente de la traducción.