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Jean Haldimand Marcet, divulgadora de la ciencia y la economía

Fuentes: Nueva Tribuna

La cultura de esta mujer nacida en Londres en el año 1769 era de una amplitud difícilmente equiparable en la actualidad. Tuvo la oportunidad de disfrutar de una esmerada educación con tutores especializados de las diversas materias, gracias a la excelente posición económica de su familia y a la tradición suiza de su madre que educaba sin discriminación a las mujeres.

Profundizó en la química, la física, la economía y la biología. Su primera publicación se orientó al ámbito de la química, afición que compartía con su marido médico Alexander John Gaspar Marcet. Para ello tuvo como instructor a uno de los científicos ingleses más destacados, Humprhy Davy, inventor de la lámpara Davy que se utilizaba en el interior de las minas y uno de los fundadores de la electroquímica.

El título de su libro que salió de imprenta en 1806 es “Conversaciones sobre química” y tuvo un gran éxito alcanzando las dieciséis ediciones. El nombre de la autora no figuró en el mismo hasta la decimotercera edición. Los editores pensaron al principio que el nombre de una mujer perjudicaría su venta y le restaría importancia. La obra fue traducida al francés y tuvo una gran divulgación tanto en Francia como en Inglaterra y los Estados Unidos. Su estilo, que mantuvo en casi todas sus obras posteriores, es fundamentalmente didáctico. Buscaba sobre todo hacer asequibles los conocimientos y educar a las lectoras y lectores. Utiliza el dialogo, la conversación entre una profesora y dos alumnas y a lo largo de veintisiete capítulos va dando respuestas a temas básicos de la química, acompañadas de grabados de los experimentos y los utensilios utilizados.

Diez años más tarde, en 1816, publicó su primer libro de Economía: «Conversaciones sobre Economía Política»  Coincidiendo con el potente desarrollo industrial británico en los ambientes intelectuales se iniciaba el estudio de la ciencia económica con debates sobe la producción y el intercambio, la vuelta al patrón oro, la función del Banco de Inglaterra como emisor de dinero en papel (debate del bullion) y sus consecuencias sobre la división del trabajo, los salarios, el dinero y la pobreza. A través de dos interlocutoras, Mrs. Bryant y Caroline, va desgranando en veintiún capítulos los más diversos temas tratando de vincular la economía política con el progreso de la humanidad. Aborda la riqueza, la propiedad, el capital, los salarios, la población, la pobreza, el beneficio, la propiedad de la tierra, el cultivo de la misma, el dinero, el comercio exterior, el gasto público, las bases de la organización capitalista, la división del trabajo y la reinversión de los beneficios. Todo ello basándose en los tratados clásicos de Adan Smith, Thomas R. Maltus, Jean B. Say y Jean Charles L. Sismonde de Sismondi exponentes de las reglas de la competencia de los mercados.

El libro tuvo igualmente una gran difusión y traducido al alemán y al francés alcanzó catorce ediciones. Tanto David Ricardo como Malthus elogiaron su contenido valorando su contribución a la comprensión de las leyes económicas para el gran público y Jean B. Say expresó: “había sido la única mujer que había escrito sobre economía política y se mostraba superior en sus conocimientos a muchos hombres”.

Animada por este éxito escribió en 1833 “Las nociones de economía política de John Hopkins» y “Ricos y pobres” en 1851. Con el primer texto trataba de formar en los principios de economía a la clase trabajadora y con el segundo dirigido a los niños, con una prosa sencilla, buscaba educar a la infancia en el entramado económico y social que se iba creando en el siglo XIX.

Jean Haldimand Marcet contribuyó con sus aportaciones a la incorporación de las mujeres a la educación y al trabajo. Sus personajes fundamentalmente femeninos y preocupados tanto por la economía general como por sus repercusiones en la economía doméstica cotidiana buscaban educar a las nuevas generaciones en la aceptación de un modelo de producción que aunara los intereses de los propietarios y los trabajadores, compartiendo sus esfuerzos de forma que los primeros aumentasen sus beneficios y los segundos sus salarios. Incidía para ello igualmente en el control de la natalidad, del crecimiento excesivo de la población para impedir el aumento de la oferta de mano de obra y como consecuencia la caída de los salarios medios.

Reconocida por el mundo académico como la mayor divulgadora de la ciencia y la economía en el siglo diecinueve, falleció en Londres  el 28 de junio de 1858 a los 89 años de edad.

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/jean-haldimand-marcet/20211211103346193416.html