Anchieta, pequeña ciudad de 6.376 almas del Estado Santa Catarina, en el sur de Brasil, se prepara para recibir a unas 30.000 personas en los próximos días. Agricultores de todo el país, miembros de movimientos campesinos y ecologistas de 17 países diferentes acudirán a ese lugar para celebrar la quinta Fiesta Nacional de Semillas Criollas […]
Anchieta, pequeña ciudad de 6.376 almas del Estado Santa Catarina, en el sur de Brasil, se prepara para recibir a unas 30.000 personas en los próximos días. Agricultores de todo el país, miembros de movimientos campesinos y ecologistas de 17 países diferentes acudirán a ese lugar para celebrar la quinta Fiesta Nacional de Semillas Criollas y participar al tercer Seminario Nacional de Formación Campesina.
Esos eventos, que tendrán lugar entre el 18 y el 22 de abril, son organizados por el Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) y por el Sindicato de Trabajadores Rurales de la Agricultura Familiar (SINTRAF) de Anchieta, en el marco de la campaña internacional de Vía Campesina «Semillas, patrimonio de los pueblos al servicio de la Humanidad´´, lanzada en el Foro Social Mundial de 2003. Esta campaña promueve el rescate de las semillas criollas como parte de una cultura productiva respetuosa del medio ambiente, que no es dependiente de agroquímicos ni depredadora de los recursos naturales, y que permite rescatar la biodiversidad y proteger la soberanía alimentaria.
En la Fiesta se exhibirán diversas variedades de semillas criollas y los participantes aprovecharán para intercambiar semillas y conocimientos. También podrán disfrutar de las numerosas actividades culturales programadas, tal como el concierto del famoso Zé Ramalho.
Asimismo, los participantes al Seminario intercambiarán sobre campesinato y sustentabilidad, soberanía alimentaria y agrobiodiversidad, con talleres dictados por movimientos campesinos y sociales de toda América Latina: Movimiento de los Sin Tierras (MST), MPA, Vía Campesina, Asociación de Pequeños Agricultores de Cuba (ANAP), Companía Nacional de Abastecimiento de Venezuela (CONAB DE VENEZUELA), entre otros.
La primera fiesta de semillas criollas tuvo lugar en el 2000 en Anchieta, fruto del trabajo de los campesinos, organizaciones municipales y movimientos sociales, quienes estaban preocupados por el avance del agronegocio en la región. Es necesario recordar que el Brasil tiene más de 5 mil millones de hectareas de tierras productivas, con una repartición muy desigual: las pequeñas propriedades (con menos de 10 hectáreas) ocupan apenas el 2,7% del área, cuando las grandes propriedades (con más de 1.000 hectáreas) ocupan el 43%. Asimismo, las pequeñas propriedades representan el 47% del total de los establecimientos rurales, cuando los latifundios apenas el 0,91%, según datos del Censo Agropecuário 2006 del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE). Para las grandes industrias transgénicas como Monsanto, Pioneer o Bayer, Brasil es una mina de oro! En poco tiempo, pasó a ser el país que más produce agrotransgénicos en el mundo.
Frente a la crisis vivida por los agricultores, quienes, a parte de enfrentarse a repetidas sequías, se encontraban descapitalizados por el alto costo de las semillas y de su paquete tóxico, y dependientes de ese mercado, varias personas de Anchieta, entre ellas técnicos, campesinos y sindicalistas, se juntaron para intercambiar sobre la necesidad de organizarse y buscar una salida económica y social a esta situación. Concluyeron que la solución era cultivar semillas criollas y agroecológicas.
En 1997, realizaron um seminário de agroecología, donde participaron 141 familias, dando nacimiento a diversas reuniones y debates en las comunidades rurales, que despertaron el interés de numerosas personas. Rescataron en un primer tiempo 6 variedades de maiz y experimentaron el mejoramiento genético de esas variedades. Paralelamente, empezaron a buscar otras variedades de maiz en la región. Quedó claro que los campesinos podian producir sus semillas, aumentando así su renta y saliendo de la dependencia al agronegócio.
Viendo la necesidad de expandir ese trabajo de rescate de semillas a otros estados, surgió la idea de realizar trueques de semillas criollas, y así motivar la producción agroecológica. Se organizó entonces la primera Fiesta Nacional de Maiz Criollo, que tuvo lugar en el 2000 en Anchieta. Fue tan exitosa que se decidió seguir realizando: en 2002, pasó a tener un caracter nacional y asumió la organización el MPA, el SINTRAF y la Parroquia Santa Lucía. La edición de 2004 adquirió un nuevo caracter, gracias a la organización del Primer Seminario de Formación Campesina, en el que participaron 2.000 campesinas y campesinos. En el 2007 acudieron para la tercera edición más de 20 mil personas de toda Brasil y de 13 países diferentes, interesadas en discutir el avance del agronegócio en el mundo y sus consecuencias para la biodiversidad y la soberanía alimentaria de los pueblos del mundo.
Para descargar el programa de La Fiesta : http://www.mpabrasil.org.br/
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