Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
¿Quiénes son verdaderamente Los increíbles de estos días? ¿Ciampi, el presidente bueno que repudia la guerra así como el embargo de armas italianas a la dictadura china?¿O Fini[1], el primer fascista que se bate para vender armas al mayor estado comunista? Sin embargo, quizá los más increíbles de todos sean precisamente los dirigentes de la Disney. Por fuerza va mal Disneyland en Francia. ¿Qué queréis que hagan esos holgazanes de los dependientes en 35 horas a la semana? En la «vieja Europa», horita por aquí, horita por allí, no se da palo al agua. En cambio, en China sí que se trabaja. Pronto no serán 35 horas a la semana, ¡quiá!, sino al día. Por suerte para el Tío Gilito, de reflotar las finanzas de la Disney se encargan las laboriosas hormiguitas del Guangdong, región de China donde se producen tres cuartos de los juguetes del planeta. Para fabricar juguetes Disney, las obreras chinas, en los meses punteros llegan a hacer 214 horas extraordinarias por mes, además de las horas de base. Es de este modo como la Banda Bassotti de Burbank, California, se adjudica el farolillo rojo mundial en explotación del trabajo femenino chino.
Ha sido la televisión suiza la que ha dado a conocer este primato en su programa más importante sobre consumo, Á bon entendeur, en el primer canal en francés, a las 20:10 del 30 de noviembre. ¿Qué hacer entonces? ¿Dejar de comprar Disney para comprar, qué sé yo, Mattel? Disney ocupa el último lugar de una lista de seis colosos de los juguetes, de los que, ni siquiera el menos malo brilla.
La investigación la organizaron 25 organizaciones de consumidores reunidos en la ICRT (International Consumer Research & Testing) y se desarrolló entrevistando a lo largo de ocho meses a cientos de obreras de seis fábricas concesionarias. Resultado: «En ninguna de las empresas analizadas los salarios permiten vivir decentemente todo el año; se descuida sistemáticamente la protección contra el calor, el ruido, las sustancias tóxicas y los accidentes; ninguna de las marcas examinadas puede preciarse de garantizar condiciones de trabajo satisfactorias en las fábricas que producen para ella».
Cuenta la televisión suiza «empezando por el menos malo»:
1) Lego, Dinamarca, número cuatro mundial del juguete. Sólo el 10% de sus productos está hecho en China. Entre las empresas examinadas es la única que concede permiso de maternidad. Además, garantiza un día y medio de descanso semanal y la libertad de presentar la dimisión sin pagar multas. En periodos de alta producción las horas extraordinarias alcanzan las 55 al mes. Transparencia: parece esforzarse en respetar las reglas y acepta que el control de su código de conducta sea realizado por fuentes independientes.
2) Mattel, California, número uno mundial. Producto principal: muñeca Barbie. 120.000 personas trabajan para ella en China. Propone los contratos de trabajo más estables del sector, de uno-dos años, frente a los tres meses de media de la competencia. Se respeta el día de descanso semanal. Las obreras que dimiten pierden 20 días de sueldo. Horario: 10-12 horas en temporada alta, con extraordinarias, que llegan a las 112 al mes. Acepta un control independiente del código de conducta, pero ordena a las obreras responder con prudencia a las investigaciones externas.
3) Bandai, Japón, número tres mundial. Productos principales: Tamagochi y Power Rangers. Igualdad de condiciones que Mattel. Mitad de la producción en China (45.000 personas). En temporada alta el día de descanso semanal pasa a ser mensual y las horas extraodinarias llegan a las 123 al mes. El salario se paga con un mes de retraso. Transparencia: las obreras no conocen el código de conducta, la empresa dicta las respuestas que hay que dar a los controladores externos.
4) Mga Entertainment, California. Producto principal: muñeca Bratz. Todas las Bratz están hechas en China. Se respeta el día de descanso semanal. Los contratos son cortos y los horarios demenciales: en temporada alta las jornadas son de 10-13 horas más 149 horas extraordinarias mensuales obligatorias. Es la menos transparente de las seis compañías: no tiene un código de conducta.
5) Hasbro, Estados Unidos, número dos mundial. Producto: Action Man. El dependiente que dimite pierde el último mes de sueldo y el depósito que tuvo que depositar en el momento de la asunción (5 € al cambio); 157 horas extraordinarias mensuales obligatorias en temporada alta. La empresa dicta las respuestas que tienen que dar los empleados a controladores independientes.
6) Disney, Estados Unidos, California. Producto: personajes de peluche. Duración del contrato: 1 año. Quien dimite, pierde un mes de sueldo. En temporada alta el día de descanso semanal no se respeta y las extraordinarias llegan al récord de 214 horas mensuales. En caso de controles independientes, la empresa dicta las respuestas a los dependientes y tiene dos nóminas: una para la fábrica y otra para los controles.
El Guangdong, donde se encuentran las seis fábricas examinadas, es la provincia industrial alrededor de Shenzen. Además de juguetes, en Guangdong, se producen dos tercios de los zapatos y la mitad de los teléfonos móviles, relojes y las máquinas fotográficas del mundo. De junio a octubre en cuatro mil fábricas se producen tres cuartos de los juguetes de todo el año. Sueldo al cambio oficial: 40-70 euros al mes.[1] N. de T.: Post-fascista, presidente de Alleanza Nazionale, exvicepresidente del gobierno Berlusconi, actual ministro de AA.EE italiano.