La 6ª marcha de la clase obrera ha abierto perspectivas mejores para la principal reivindicación sindical de la actualidad en Brasil, la propuesta de reducir las horas de trabajo sin reducción de salario. Promovido por los seis sindicatos el miércoles 11, el evento congregó a por lo menos 40 mil participantes en Brasilia y fue […]
La 6ª marcha de la clase obrera ha abierto perspectivas mejores para la principal reivindicación sindical de la actualidad en Brasil, la propuesta de reducir las horas de trabajo sin reducción de salario. Promovido por los seis sindicatos el miércoles 11, el evento congregó a por lo menos 40 mil participantes en Brasilia y fue la mayor jamás realizada.
Con mucha vitalidad y fuerza, los trabajadores consiguieron presionar a la Cámara de Representantes y el Senado para aprobar la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 231/95. El proyecto – que fue redactado por los senadores Inácio Arruda (PCdoB-CE) y Paulo Paim (PT-RS) – propone reducir la semana laboral de 44 a 40 horas de trabajo por semana.
En el acto político que tomó la Plaza de los Tres Poderes, la CTB (Central de Trabajadores de Brasil) ha querido subrayar la unidad de los sindicatos y todos los movimientos. En todas las marchas, todas las centrales sindicales firmaron un programa común de lucha y llevaron a la capital banderas comunes.
«Esta unidad ha avanzado», dijo el presidente de la CTB, Wagner Gomes, quien también defendió la ejecución de un nuevo CONCLAT (Conferencia de la clase obrera). Según Wagner, «será la gran reunión de los sindicatos para discutir un proyecto de desarrollo con la mejora del trabajo y la distribución del ingreso. Adoptamos una unidad común de lucha para consolidar la unidad de las centrales».
Wagner relató una breve historia de la lucha de los trabajadores en defensa de una jornada de trabajo menor. Según él, la clase patronal siempre estará en contra de la reducción de las horas de trabajo -, pero los trabajadores no pueden renunciar a esta pretensión.
«En 1988, cuando luchamos por reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas por semana, los empleadores dijeron que Brasil no lo podría soportar, y las empresas quebrarían. La jornada laboral se redujo a 44 horas – y Brasil no quebró «, dijo el presidente de la CTB.
Audiencias
Poco después del acto político que coronó la 6ª marcha, los líderes se reunieron con los presidentes de la Cámara de Diputados, Michel Temer (PMDB-SP), y el Senado, José Sarney (PMDB-AP). Al recibir el pliego de reclamos de los sindicalistas, Sarney reiteró su apoyo para agilizar en el Senado la votación de trabajar menos horas.
Michel Temer era aún más favorable: «La reducción de las horas de trabajo está en discusión desde hace más de 14 años y sigue siendo un tema controvertido. Vamos a crear un grupo de trabajo con la participación de empleadores y trabajadores para discutir el asunto.»
Según las centrales, una jornada menor no sólo mejora la calidad de vida, permitiendo que el trabajador tenga más tiempo para la familia, el ocio y la relación social. Además de todo esto, la reducción va a generar más de 2 millones de nuevos empleos en el mercado laboral.
El orden del día elaborado por las centrales sindicales y los movimientos sociales va más allá. Las entidades proponen la aprobación de la PL 01/07, que sea efectivo el valor real del salario mínimo, el nuevo marco normativo para el «pre-sal», la actualización de los índices de productividad de la tierra, la aprobación de la PEC 438/01 contra el trabajo esclavo; la ratificación de los convenios 151 y 158 de la OIT, la aprobación del proyecto de ley que regula la subcontratación y la lucha contra la inseguridad en las relaciones laborales.
Fuente original en portugués: http://www.vermelho.org.br/noticia_print.php?id_noticia=119244&id_secao=8