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Entrevista a Mario León, gerente de Agricultura Familiar del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)

La agricultura familiar está vapuleada por la covid en América Latina

Fuentes: IPS
Un joven matrimonio en su pequeña finca familiar de cultivos sostenibles, en la entrada sur de la Amazonia brasileña. La agricultura familiar es un “sector fundamental” para América Latina y el Caribe, con aproximadamente 16,5 millones de explotaciones agrícolas de este tipo en la región. Foto: Mario Osava/IPS

Un joven matrimonio en su pequeña finca familiar de cultivos sostenibles, en la entrada sur de la Amazonia brasileña. La agricultura familiar es un “sector fundamental” para América Latina y el Caribe, con aproximadamente 16,5 millones de explotaciones agrícolas de este tipo en la región. Foto: Mario Osava/IPS

NACIONES UNIDAS, 21 ago 2020 (IPS) – Con opciones de transporte limitadas para llevar sus mercancías al mercado, la falta de equipo de protección y escasos recursos financieros, entre otros problemas, los agricultores familiares en América Latina enfrentan graves consecuencias como resultado de la pandemia de covid-19.

Muchos de los encuestados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) indicaron que ya estaban afrontando la peor parte de la pandemia. La encuesta se realizó a 118 especialistas en agricultura familiar de 29 países, definidos como profesionales con altos niveles de conocimiento en el sector agrícola en general y en agricultura familiar en particular.

La agricultura familiar es un “sector fundamental” para América Latina y el Caribe (ALC), según el informe del IICA, con aproximadamente 16,5 millones de explotaciones agrícolas de ese tipo en la región.

Mario Léon, gerente del Programa de Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar del IICA, dijo a IPS desde la sede de la institución en San José de Costa Rica que 80 por ciento de las unidades productivas de ALC son de agricultura familiar, del cual 56 por ciento se encuentra en América del Sur y 35 por ciento en México y América Central.

Estas tenencias representan entre 30 y 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) agrícola de la región. Dado el temor generalizado entre los consumidores de contraer el coronavirus, son los agricultores los que están sufriendo, ya que tienen dificultades para vender sus productos y poder llevarlos a los mercados.

«Sin embargo, es posible que la escasez de alimentos más peligrosa ocurra en aquellas regiones y países que son importadores netos de alimentos, particularmente entre los sectores más vulnerables de la población (pobres e indigentes)», indicó el paraguayo Léon en una entrevista exclusiva.

León, quien hasta comienzos de este año  fue viceministro de Agricultura de Paraguay, es considerado uno de los especialistas con mayor experiencia y preparación técnica de la región sobre agricultura familiar y campesina.

Mario León, en una imagen cuando era viceministro de Agricultura de Paraguay, cargo que abandonó en marzo para pasar a ser gerente del Programa de Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar del IICA. Foto: Gobierno de Paraguay

Mario León, en una imagen cuando era viceministro de Agricultura de Paraguay, cargo que abandonó en marzo para pasar a ser gerente del Programa de Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar del IICA. Foto: Gobierno de Paraguay

IPS: A lo largo de la encuesta aparece sistemáticamente que “las restricciones de viajes y circulación” son un factor clave que afecta a los agricultores familiares. ¿Qué papel juegan los viajes y los desplazamientos en sus negocios?

MARIO LEÓN: Muchas regiones de ALC con comunidades de agricultura familiar (AF) están muy alejadas de los centros urbanos y tienen una red vial inadecuada, lo que genera costos logísticos y aumenta los precios a los que finalmente se venden los bienes.

Cuando el transporte está restringido, no pueden recibir insumos de producción o incluso aquellos productos alimenticios que no siempre se producen o no están disponibles en las comunidades rurales, como fideos, azúcar, aceites, artículos de limpieza o cuidado personal, medicamentos, etc.

Si los insumos de producción no llegan a las comunidades, las actividades agrícolas no pueden continuar. Del mismo modo, durante la cosecha, si el transporte está restringido, los productos no se pueden distribuir y, dado que no siempre se dispone de instalaciones de almacenamiento, silos y refrigeración, el producto se desperdicia. Esto se debe en parte a la falta de organización y la imposibilidad de acceder al transporte adecuado para la distribución.

IPS: ¿Cómo ha afectado las restricciones de movilización a la agricultura familiar?

ML: Las medidas adoptadas para frenar la pandemia, como la restricción de circulación, han afectado a la agricultura familiar de diversas formas. Por el lado de la demanda, ha provocado el cierre temporal de puntos de venta y servicios, incluidas las tiendas de alimentación, lo que ha generado una contracción de la demanda de alimentos y a su vez ha obligado a bajar los precios y dificultado la tarea de algunos productores de colocar sus productos en el mercado.

Los consumidores también han reducido sus visitas a los mercados tradicionales por temor a contraer el virus.

Por el lado de la oferta, dado que las actividades productivas de la agricultura familiar no suelen ser intensivas en mano de obra y que la mayoría de sus procesos productivos siempre se han realizado sin necesidad de un contacto físico cercano, se cree que el efecto de la pandemia en este aspecto ha sido mínimo, por ahora. Las limitaciones que enfrenta, por lo tanto, se relacionan más con los servicios de transporte de productos agrícolas a los mercados y las restricciones al movimiento vehicular en los países.

IPS: ¿La crisis actual afecta de manera diferente a los grupos más vulnerables en la agricultura familiar, como las mujeres o las comunidades indígenas?

ML: Sí. Las mujeres tienen un papel protagónico no solo en el hogar, sino también en la producción y venta de alimentos. Son las que normalmente participan en el circuito corto de comercio y en la venta de productos, lo que permite a la familia generar ingresos. Manejan el hogar y complementan los esfuerzos de la unidad de producción. En muchos países, las mujeres son responsables de la producción hortícola, el cultivo de plantas medicinales y la cría de pequeños animales.

Las mujeres también participan en el procesamiento de la producción agrícola familiar, a través de la agroindustria a pequeña escala. Cuando los puntos de venta están temporalmente cerrados o restringidos, esto limita sus opciones y las afecta directamente.

La situación es más compleja en las comunidades indígenas. La distancia, la falta de medios de comunicación o de puntos de venta para vender su artesanía se ve agravada por el encierro social y empeora su situación.

IPS: ¿De qué manera cree que estos grupos se han visto afectados? 

ML: Si bien la encuesta no realizó una evaluación en profundidad de cómo estos grupos marginados se han visto afectados, es claro que es así y quizás más, dado que la demanda de alimentos ha ido disminuyendo, creando una mayor competencia entre los productores para acceder a los mercados.

Los productores más equipados y con más vínculos con los canales comerciales han podido acceder a los mercados, lo que ha provocado el desplazamiento de los grupos marginados y la reducción de sus ingresos.

Las medidas de distanciamiento físico también han exacerbado los efectos de la pandemia en grupos marginados que, incluso antes de la crisis, tenían un acceso limitado a los servicios y mercados de producción, situación que ahora se ha agravado aún más por su escasa educación digital. Esto ha afectado su capacidad para promover sus emprendimientos comerciales durante la pandemia.

IPS: El informe de la encuesta dice: «También ha habido una disminución en los conductores y operadores de transporte disponibles, debido a las restricciones impuestas como medidas preventivas o por temor a los riesgos asociados con la transmisión y contagio del virus». ¿Los agricultores familiares suelen depender de conductores y operadores de transporte subcontratados para llevar sus productos a los mercados?

ML: Los mercados locales, incluidos los centros de acopio y suministro, así como los mercados minoristas, son el destino principal de los productos de la agricultura familiar en América Latina. La mayoría de las organizaciones de productores son de naturaleza informal y carecen de cualquier tipo de personalidad jurídica; por tanto, no pueden contraer compromisos relacionados, entre otros, con la compra de vehículos para transportar sus productos a los mercados.

Como resultado, su acceso al mercado depende de intermediarios, es decir, transportistas que recogen los productos y luego los transportan a los centros de venta, lo que reduce los márgenes de ganancia para los productores. Algunos agricultores familiares cuentan con sus propios servicios de transporte, ya sea porque forman parte de una asociación o, en pocos casos, porque son capaces de generar ingresos suficientes para comprar sus propios vehículos; sin embargo, la gran mayoría de agricultores depende de intermediarios.

Las medidas de cuarentena han reducido la disponibilidad de servicios de transporte. Además, debido a la falta de protocolos sanitarios, tripulaciones enteras de camioneros de varias empresas han contraído el virus, lo que ha dificultado el transporte de productos.

IPS: La encuesta dice que «esta relación entre productores e intermediarios se vio más afectada en las zonas en las que las empresas asociativas se habían debilitado más, lo que limitaba el poder de negociación de los agricultores familiares». ¿Qué factores conducen a esta reducción del poder de negociación para ellos?

ML: Debido a que los procesos de comercialización a través de las organizaciones de productores se han estancado, los agricultores han realizado esfuerzos individuales para vender sus productos a los precios ofrecidos por los intermediarios. La comercialización colectiva se ha visto afectada por la reducción de los volúmenes de productos y la ausencia de contratos y/o convenios que fomenten la cohesión social dentro de las organizaciones de productores, que ya eran débiles.

T: MLM

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/08/agricultura-familiar-esta-vapuleada-la-covid-america-latina/