Con el fin de hacerle entrega de una carta dirigida al Secretario General de la ONU, Señor Antonio Guterres, con atención al Señor Peter Grohmann, Representante en Caracas del Sistema de Naciones Unidas (SNU), una delegación de la Alianza por el Referéndum Consultivo (ARC), integrada por Gustavo Márquez Marín, Edgardo Lander y Esteban Emilio Mosonyi, […]
Con el fin de hacerle entrega de una carta dirigida al Secretario General de la ONU, Señor Antonio Guterres, con atención al Señor Peter Grohmann, Representante en Caracas del Sistema de Naciones Unidas (SNU), una delegación de la Alianza por el Referéndum Consultivo (ARC), integrada por Gustavo Márquez Marín, Edgardo Lander y Esteban Emilio Mosonyi, se reunió con este último el pasado 26 de febrero, con el fin de hacerle entrega de la propuesta que la ARC plantea para lograr una salida pacífica, electoral, constitucional y soberana a la grave crisis política que padece la sociedad venezolana. Esta iniciativa es motivada por el papel que ha venido jugando, el Señor Guterres, en defensa del multilateralismo y la paz, al ofrecer sus buenos oficios para impulsar, según sus palabras, un «diálogo constructivo, inclusivo y creíble, con pleno respeto al estado de derecho, y de los derechos humanos, rechazando además, la injerencia en los asuntos internos de Venezuela».
Dicha propuesta denominada por la ARC la «ruta de la paz», en oposición a la «ruta de guerra» que impulsa EEUU y Guaidó, promueve el diálogo y la negociación entre la Asamblea Nacional y el Gobierno, para establecer un CNE de consenso que goce de la confianza de todos los sectores de la vida nacional, para convocar un referéndum consultivo que le permita al pueblo decidir si quiere o no relegitimar los poderes públicos nacionales, mediante elecciones nacionales a celebrarse en un lapso no mayor a 6 meses. Esa ruta supone el desarrollo de un diálogo social incluyente para establecer un amplio consenso en torno la ejecución de un programa de emergencia social y económica, que se canalice a través del Sistema de Naciones Unidas, para que se haga efectiva la cooperación y la solidaridad internacional con el pueblo venezolano, especialmente en la recuperación del sistema de salud, de la alimentación y los servicios públicos esenciales.
Considera la ARC que en la actual coyuntura, la ONU podría jugar un papel de mediación eficaz, para evitar que el conflicto venezolano desemboque en la violencia y en una guerra civil con participación internacional amenazando la propia existencia de la nación venezolana y la seguridad regional. En ese sentido, consideran muy positivo el anuncio de la próxima visita de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de la cual esperamos surja la implementación de un programa de cooperación y solidaridad con Venezuela, en cuyo diseño y ejecución participen la Sociedad Civil, el Estado y los Organismos especializados de la ONU tales como la UNICEF, la Organización Mundial de la Salud, la FAO, el PNUD, entre otras agencias multilaterales. Las donaciones de los pueblos hermanos y de los propios organismos de Naciones Unidas deben ser canalizadas a través de ese programa, enfocados en atender con urgencia, la emergencia social humanitaria que padece el pueblo venezolano. De esa manera, quedaría atrás el proyecto injerencista del gobierno de Trump, de utilizar la llamada «ayuda humanitaria» aportada por la USAID, como un «caballo de troya» para intervenir nuestro el territorio, vulnerar el Estado Nación venezolano e imponer un gobierno subordinado que le garantice el dominio de las reservas petroleras y mineras del país.
A continuación reproducimos el texto de la Carta de la ARC a la Sec. General de la ONU:
Caracas, 26 de febrero de 2019
Señor
Antonio Guterres
Secretario General de la ONU
Su Despacho
Atención: Peter Grohmann
Residente SNU
Torre Hewlett Packard piso 6. Urbanización Los Palos Grandes avenida Francisco de Miranda
Caracas
Quienes suscribimos, miembros de la Alianza por el Referéndum Consultivo tenemos el honor de dirigirnos a usted, con el fin de presentarle la propuesta que en nuestra opinión, garantiza una salida pacífica, constitucional, electoral y soberana a la crisis política que padecemos los venezolanos y venezolanas. Hemos tomado esta iniciativa, en momentos en que se cierne sobre nuestra Nación una grave amenaza por la agudización de la crisis social y al escalamiento del conflicto político interno. Este ha tomado un nuevo giro a partir del establecimiento de un «estado paralelo» encabezado por el auto juramentado presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, con el respaldado de EEUU, del llamado Grupo de Lima y algunos países de la Unión Europea, quienes han pasado a jugar un papel protagónico, bajo el liderazgo del gobierno del Presidente Donald Trump, para forzar la salida inmediata del Presidente Maduro mediante la aplicación de sanciones económicas y financieras extremas, que agravan la ya precaria situación de nuestro pueblo, y con la preparación de una intervención militar «multinacional» bajo la fachada de proveer «ayuda humanitaria», repitiendo el libreto que aplicaron en Libia y Siria. Esta acción injerencista de EEUU y sus aliados, asumiendo arbitrariamente la representación de la «Comunidad Internacional» sin tenerla, reafirma su empeño en dinamitar las bases del multilateralismo, para imponer la lógica unilateral del dominio geopolítico por la fuerza y la guerra, pasando por encima del derecho de los pueblos y los Estados a autodeterminarse, que es la regla de oro de la coexistencia pacífica de las Naciones. Con la conversión de Venezuela en un escenario de la disputa geopolítica entre las grandes potencias, América Latina dejará de ser zona de paz, afectando seriamente la seguridad global.
En este contexto, valoramos enormemente el papel que ha venido jugando usted, en su calidad de Secretario General de las Naciones Unidas, en defensa del multilateralismo y la paz, ofreciendo sus buenos oficios para impulsar, según sus palabras, un «diálogo constructivo, inclusivo y creíble, con pleno respeto al estado de derecho y de los derechos humanos, rechazando además, la injerencia en los asunto internos de Venezuela», dejando claramente establecido que «el reconocimiento de Gobiernos no es una función de esa secretaría». A ello se suma, el rechazo de la OEA y del Consejo de Seguridad de la propuesta promovida por EEUU de reconocer a Juan Guaidó como Jefe del Estado venezolano y el desconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro.
Estamos convencidos que la ONU puede jugar un papel de mediación eficaz para evitar que el conflicto venezolano desemboque en la violencia y la guerra civil con participación internacional, a través del diálogo y la negociación entre la Asamblea Nacional y el Gobierno para construir una salida pacífica, democrática y soberana a la crisis. Una posición similar ha venido asumiendo el Vaticano, México, Uruguay, la CARICOM, China, Rusia e Italia entre otros países, al abogar por el diálogo y el respeto a la soberanía del estado venezolano como el único camino que podría garantizar una salida pacífica a la crisis y evitarle más sufrimientos al pueblo venezolano. Esta es una buena base para construir un espacio en la comunidad internacional, que le haga contrapeso a la ofensiva guerrerista impulsada por Washington, levantando con fuerza la bandera de la paz con el apoyo de los pueblos del mundo.
Desde esta Plataforma, estamos impulsando un movimiento nacional para la convocatoria de un Referéndum Consultivo con base en los establecido en los artículos 5, 70 y 71 de la Constitución, para que el pueblo venezolano decida si quiere o no renovar los poderes públicos, previa reestructuración del Consejo Nacional Electoral con el fin de garantizar la transparencia y confiabilidad del sufragio. Este puede ser convocado mediante acuerdo entre la Asamblea Nacional y el Gobierno. Por nuestra parte, adelantaremos un proceso de recolección del 10% de las firma de los electores para formalizar la solicitud. Así mismo, estamos promoviendo el diálogo social y político incluyente, la negociación entre la AN y el gobierno, para avanzar en la construcción de la ruta de la paz para el cambio y el rescate de la soberanía popular. Esto pasa por la convocatoria al referido referéndum y por el abordaje, sin más dilaciones, de un plan de emergencia y recuperación nacional, que atienda la emergencia social y la estabilización de la economía.
Alianza por el Referéndum Consultivo