La Amazonía brasileña perdió entre septiembre del 2005 y agosto de 2006 cerca de 13.100 kilómetros cuadrados de cubierta vegetal, una superficie en un 30 por ciento inferior a la devastada entre septiembre del 2004 y agosto del 2005, según cifras divulgadas hoy por el Gobierno. Los números, aún preliminares, fueron hechos públicos en un […]
La Amazonía brasileña perdió entre septiembre del 2005 y agosto de 2006 cerca de 13.100 kilómetros cuadrados de cubierta vegetal, una superficie en un 30 por ciento inferior a la devastada entre septiembre del 2004 y agosto del 2005, según cifras divulgadas hoy por el Gobierno.
Los números, aún preliminares, fueron hechos públicos en un acto especial en el Palacio presidencial de Planalto y celebrados por el jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, que atribuyó la reducción a los éxitos de su política de combate a la deforestación.
El Gobierno brasileño ya había logrado reducir la destrucción de la selva amazónica en un 31 por ciento en el período 2004-2005 en comparación con el período 2003-2004.
De confirmarse los datos, la devastación en el último año será la segunda menor desde que en 1988 comenzó a ser medida por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
La deforestación entre 2005-2006 tan sólo superará la medida entre 1990-1991, cuando se aproximó a los 11.000 kilómetros cuadrados, y será de menos de la mitad que la registrada en el período entre 1994-1995, cuando fue de cerca de 29.000 kilómetros cuadrados.
En el discurso que pronunció en la ceremonia, Lula criticó a los países desarrollados por querer imponerle a Brasil reglas de política ambiental.
«Tienen pocos consejos que darnos sobre cómo cuidar el medio ambiente debido a que tan sólo descubrieron que tenían que hacerlo cuando ya habían devastado todo su territorio», dijo el mandatario.
Además, agregó, «ellos no aceptan varios de los protocolos internacionales suscritos para preservar el medio ambiente y disminuir la contaminación emitida por los países ricos».
Lula dijo que su gobierno ha demostrado que es posible combinar políticas ambientales con desarrollo y que se puede preservar la Amazonía, y al mismo tiempo llevar empresas poco contaminantes a la región y generar empleo y renta para sus habitantes.
El llamado Plan de Prevención y Control de la Deforestación de la Amazonía fue creado en el 2004 y cuenta con la participación de 14 ministerios. Su objetivo es promover el desarrollo sustentable y combatir los delitos ambientales.
La reducción de la devastación fue lograda gracias a proyectos como el que aumentó de 30 millones a 49,2 millones de hectáreas el área ambiental en la Amazonía que cuenta con protección directa del gobierno federal de Brasil.
El Gobierno también creó nuevas unidades de conservación, que ya suman cerca de 19 millones de hectáreas, y homologó la creación de nuevas reservas indígenas en la región con 9,3 millones de hectáreas.
La lucha contra los delitos ecológicos por su parte, permitieron en los últimos cuatro años el arresto de 379 personas, la incautación de 814.000 metros cuadrados de madera retirada ilegalmente, 471 tractores, 171 camiones y 643 motosierras.
El área devastada en la Amazonía el último año fue calculado de acuerdo con datos preliminares debido a que Brasil pretende presentarlo en la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambios Climáticos, que se celebrará en Nairobi (Kenia) a comienzos del próximo mes.
De acuerdo con el INPE, el cálculo tiene un margen de error del 10 por ciento y sólo podrá ser verificado a finales de año, cuando se analicen todas las imágenes de satélite disponibles.