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La argucia legal del 360 contra 356

Fuentes: Rebelión

Corría el año de gracia liberalizadora de 1987, La Dama de Hierro, Margaret Thatcher, estaba en su apogeo desregulador y aquí la carpetovetónica Iberia, se iba sumando a la corriente de «modernidad». El gobierno del aparente socialista González, a través de su neoliberal ministro Solchaga, se suelta por peteneras, y en una Orden del 3 […]

Corría el año de gracia liberalizadora de 1987, La Dama de Hierro, Margaret Thatcher, estaba en su apogeo desregulador y aquí la carpetovetónica Iberia, se iba sumando a la corriente de «modernidad». El gobierno del aparente socialista González, a través de su neoliberal ministro Solchaga, se suelta por peteneras, y en una Orden del 3 de Marzo titulada: sobre liberación de tipos de interés y comisiones… da por legales algunas argucias clásicas de la Banca. ¡Vamos, que hace lo mismo que con la OTAN, propone una cosa y hace otra! La verdad, ¿no sé por qué me vendrán ahora estas cosas a la cabeza? ¿Estará la actualidad pareciéndose al pasado?

La cuestión es que lo que históricamente había sido una comodidad matemática para calcular los intereses evitando el engorro de dividir por los 365 días de cada año y hacerlo más cómodamente por 360, se convirtió de la noche a la mañana en una preciosa fórmula legal -que no moral– para «quedarse con lo de otros» (eufemismo de robar). Ya desde los romanos los años humanos han tenido 365 días, e incluso algunos 366 para así acoplarse al año solar que tiene: 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,5 segundos.

Todos sabemos que cuando se presta el uso de un capital durante un tiempo se cobra una especie de alquiler que se denomina interés. Interés o también llamado rédito que se determina en función de un porcentaje aplicado al capital durante el número de días por los que se ha dispuesto del capital, mediante la escolar fórmula del carrete: Capital x Rédito x Tiempo, dividido por el año (360 año bancario o 365 año natural). Y ahí precisamente en el dichoso divisor es donde se introduce «la argucia» para obtener unos duros suplementarios. Los que recordamos algunos de los conceptos matemáticos del bachiller, sabemos que a menor divisor mayor resultado: si una tarta la dividimos entre tres mejor que entre cuatro o entre seis, pues nos toca a más. Eso precisamente es lo que hacen las Entidades Financieras, incluidas también las teóricamente altruistas Cajas de Ahorro, cuando prestan -no cuando les prestan-: dividen la tarta entre 360 en vez de dividirla entre 365 ó 366 con lo que se quedan un pellizquito casi «insignificante».

Hagamos números para cuantificar el pellizquito. Si cualquier cantidad la dividimos por 360 ó por 365 vemos que el primer resultado es un 1,38888% mayor que el segundo, y si hacemos los cálculos sobre los 1,86 billones de €uros (1.860.000.000.000 €, recordemos que en castellano un billón es un millón de millones) que según TVE en su teletexto de 18-8-2009, era lo que los españolitos debíamos a las Entidades financieras por esas fechas, aplicando un interés medio del 5%, nos resulta un pellizquito de casi mil trescientos millones de €uros anuales que las Entidades Financieras cobran de más con el truco del año bancario. (Casi tanto como la rebaja de las pensiones recientemente decretada). ¡Como si ahora, con los ordenadores, fuera un problema dividir por un divisor u otro! ¡Qué listos son los banqueros y qué torpes nuestro legisladores! O ¿acaso no sean tan tontos y simplemente se hayan vendido? De todas formas, los que si somos rematadamente tontos somos los electores que votamos a Partidos Políticos que dicen una cosa y practican otra. En general podemos rotundamente afirmar que: todos los Partidos gobernantes en todos los Estados Democráticos, independientemente de su denominación, legislan a favor del Capital que es quien, en definitiva, financia sus campañas electorales. Por eso la generalidad de los humanos hemos de tomar conciencia de esta Verdad y sustituir a nivel planetario -por las buenas o por las malas- este Sistema Económico Capitalista que nos asfixia y reduce a la categoría de esclavos. Además esa será la única alternativa de sobrevivencia que podamos ofrecerles a nuestros sucesores: un Sistema Económico, tipo los nórdicos, más equitativo y justo para con todos los humanos.

Ramón Doria Bajo es Notario.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.