La reunión de la Asamblea General de la ONU ha pasado sin pena ni gloria. La sorda pugna entre Chirac y Bush detrás de las cortinas ha condicionado el desarrollo de la conferencia. Mas por gestos que por palabras: Chirac llegó, montó una pomposa «Cumbre contra el hambre y la pobreza» junto con Lagos (¡que […]
La reunión de la Asamblea General de la ONU ha pasado sin pena ni gloria. La sorda pugna entre Chirac y Bush detrás de las cortinas ha condicionado el desarrollo de la conferencia. Mas por gestos que por palabras: Chirac llegó, montó una pomposa «Cumbre contra el hambre y la pobreza» junto con Lagos (¡que bien se está en la cama democrática fabricada por los militares!), Lula (lo mío es hablar del hambre) y Zapatero (¡que encantado estoy de haberme conocido!), y se largó sin esperar a su oponente. Al día siguiente llegó el vaquero, pasó olímpicamente del hambre y la pobreza y habló de lo que realmente interesaba mucho más a la audiencia: de la seguridad y la protección de sus bienes y vidas, amenazados por el terrorismo.
¿Hambre o terrorismo?, Tesis y antitesis. Falta la síntesis, la grieta con luz al fondo de la cueva que tranquilice a los asistentes y les anime a seguir adelante sin rechistar. Y llegó, como no podía dejar de ser: ZP, en una «brillante» alocución, aplaudida en España por todo el arco, desde la derecha menos tonta (Pedrojota), hasta la izquierda menos compleja (Llamazares), se merendó la contradicción demostrando una vez más como la imaginación humana puede sortear todos los obstáculos que le coloca la razón e incluso el sentido común. Se explayo a su gusto, en un ejercicio de «veréis quien soy yo» y lanzó al aire una alianza de civilizaciones «entre el mundo occidental y el mundo árabe y musulman», proponiendo la creación un grupo de alto nivel con el patrocinio de la ONU.
Patético: Se le ha olvidado quien manda en la ONU, quien puso a Koffi Annan y para qué, se le ha olvidado que lo que llama «mundo occidental» es un disfraz del «mundo capitalista» y lo que este quiere del mundo musulman es ampliar allí sus mercados, explotar a sus trabajadores y saquear sus materias primas, y que las resistencias de todo índole encontradas le han obligado a lanzarse a una recolonización en toda regla, con invasiones y masacres incluidas, con lo que la única alianza que puede admitir es con mercaderes del tipo de la interminable familia que controla Arabia Saudí, de Asan II de Marruecos, de Hosni Mubarak, que gobierna bajo estado de sitio desde hace años, o con los títeres que se ha buscado para controlar Afganistán e Irak.
Esto es todo lo que ha dado de sí la Asamblea General. Como en la pasarela Gaudí, cada uno ha exhibido sus modelos, ha recibido sus aplausos..y a casa. No sé porque no han ido Castro ni Chávez, pero no es difícil adivinarlo: Quien verdaderamente se preocupe por la suerte de este mundo, no tiene nada que ganar ya en esa pasarela: Al contrario, su presencia serviría para prestarle al foro una apariencia de seriedad que ya no tiene más. Quienes, como Lula o Zapatero, se mueven por impulsos narcisistas, y no les importa la calidad del espejo en el que se miran, que vayan. Entre todos, (unos por acción, otros por omisión) han transformado a la ONU, de la que tanto se esperaba en tiempos, en una simple asistente social.
Pasen y vean los nuevos modelos contra el hambre de la temporada 2004/2005. Así aparecen en «El Mundo».
Tasa sobro flujos financieros. Estos flujos alcanzan volúmenes enormes que podrían ser una fuente de ayuda inestimable si sobre ellos se impusieran tipos «muy reducidos» coordinados entre los principales centros financieros. El texto asegura que «seria técnicamente viable» imponer un impuesto (tasa Tobin) sobre las transacciones con divisas a escala mundial y recomienda que el gravamen se recaude en las fases de pago/liquidación.
Tasa sobre si comercio de armas. Se plantea gravar todas las transacciones de armas convencionales pesadas, nuevas o usadas, incluidas las compras o donaciones nacionales o internacionales. El impuesto que grave las ventas nacionales podría considerarse una contribución al desarrollo por parte de los productores de armas, en proporción directa a su presupuesto para equipos militares.
Facilidad de financiación Internacional. Es un mecanismo de financiación del desarrollo propuesto por Londres. Su objetivo es hacer posible la prefinanciación del desembolso de la ayuda. Se basa en un plan de endeudamiento por el que los países participantes titulizan sus incrementos de la futura ayuda al desarrollo a través del mercado de renta fija. Esta medida no requeriría una participación universal.
Remesas de inmigrantes. Sé parte de la constatación de que estos flujos son previsibles y suelen destinarse a gastos básicos, y se propone reducir el coste de la transferencia de remesas de forma que la primera medida consistiría en que los países desarrollados faciliten el acceso de extranjeros a las entidades financieras a coste asequible.
Tarjetas de crédito. Impulsar las aportaciones voluntarias o donaciones. Los clientes sólo tendrían que autorizar donar un pequeño porcentaje del valor de sus compras a la campaña mundial contra el hambre y la pobreza. También se sugiere que las empresas y bancos donen un porcentaje muy pequeño de los ingresos que obtienen con las cuotas anuales de tarjetas de crédito y con los intereses de sus clientes.
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Nos preguntamos si esto está diseñado para este planeta en este momento, si es para otro o si es un ejercicio de futurismo, donde todo vale.