El pasado 5 de noviembre una sentencia de la Justicia puso a temblar a la banca italiana. El máximo tribunal del país decretaba que los clientes tienen derecho a pedir reembolsos por una práctica bancaria de cálculo de intereses declarada ilegal en 1999, pero llevada a cabo desde 1952. Las asociaciones de consumidores, exultantes, se […]
El pasado 5 de noviembre una sentencia de la Justicia puso a temblar a la banca italiana. El máximo tribunal del país decretaba que los clientes tienen derecho a pedir reembolsos por una práctica bancaria de cálculo de intereses declarada ilegal en 1999, pero llevada a cabo desde 1952. Las asociaciones de consumidores, exultantes, se apresuraron a calcular que los bancos podrían tener que devolver hasta 63.000 millones de euros. Sin embargo, los banqueros, no parecen estar tan preocupados.
Adusbef, una de las principales asociaciones de consumidores italianas, calculó en principio entre 20.000 y 30.000 millones de euros los reembolsos que los bancos deberían efectuar como consecuencia de la sentencia del Supremo sobre el «anatocismo». Con este nombre se denomina una práctica bancaria italiana que consistía en pagar los intereses de las cuentas de forma anual, mientras se cobraban los intereses de los saldos en rojo de forma trimestral.
Los bancos han utilizado este sistema desde 1952 hasta 1999, cuando una sentencia de la Justicia la declaró ilegal. En realidad, el anatocismo siempre tuvo el estatus «alegal», pero las entidades lo utilizaban basándose en el hecho de fuera «una costumbre» de la banca. Cuando en 1999 un tribunal estableció su ilegalidad, se dejó de utilizar. El vacío legislativo sobre este tema se cubrió el año siguiente con una ley que imponía a las entidades financieras que tratasen de la misma forma los intereses cobrados y pagados. Es decir: o todos se calculaban de forma trimestral, o todos de forma anual. Cada banco, entonces, eligió la forma que le pareció más conveniente.
Pero las asociaciones de consumidores consideraron que los clientes que habían sufrido la práctica del anatocismo en los años anteriores, también tenían derecho a ser compensados. Y dieron comienzo a una batalla judicial que parece haber acabado con la sentencia del pasado 5 de noviembre. Antes, diferentes secciones de la Corte di Cassazione, el equivalente italiano del Tribunal Supremo, ya se habían pronunciado tres veces sobre este tema y siempre en contra de los bancos. Sin embargo, las entidades recurrieron las sentencias y pidieron que las secciones del máximo órgano judicial emitieran un fallo conjunto. Un requisito que se cumplió en el último fallo, que ya no se puede recurrir.
Después de que Adusbef publicara sus primeras estimaciones sobre la cantidad de los reembolsos, varias fuentes salieron desmentir estos cálculos. En primer lugar, fue la agencia calificadora Fitch que dijo que la suma de 30.000 millones era exagerada y que «la conclusión más probable» de esta historia sería que los bancos serían capaces de «gestionar las peticiones de los clientes sin sufrir duras consecuencias financieras».
Después, fue el administrador delegado de Capitalia, Matteo Arpe, quien tachó las cifras de «sobrestimadas» e «irreales». También habló sobre el tema el director general del Banco Monte dei Paschi di Siena, Emilio Tonini, quien aseguró que estos cálculos habían sido hechos con «demasiada aproximación», aunque admitió que los bancos aún no habían realizado sus propias estimaciones.
Adusbef reaccionó a estos comentarios volviendo a rehacer las cuentas. Y la nueva cifra que ha comunicado justo hoy, el 12 de noviembre, es de 63.000 millones de euros.
Desde la Asociación Bancaria Italiana (ABI) manifestaron a Americaeconomica.com que la patronal aún no ha hecho sus propias cuentas y que su único comentario es que la banca «acata la decisión de la Justicia».
Sin embargo, fuentes financieras consultadas por este diario destacan que la sentencia del Supremo no supone un derecho automático al reembolso para todos los clientes que hayan sufrido el anatocismo. El tribunal ha decretado que los clientes que hayan pedido un reembolso tienen el derecho de obtenerlo.
Los demás, tendrán que hacer una petición individual a su banco y, en el caso de que este no accediera a satisfacer su petición, deberán iniciar una acción legal en su contra. En Italia, además, no existe la figura jurídica de la class-action, la denuncia colectiva, así que cada cliente tendrá que moverse por su cuenta.
Se podrá pedir el reembolso de los intereses trimestrales calculados sobre las cuentas en rojas de los 10 años anteriores a 1999, porque los anteriores han caído en prescripción.
Fuentes bancarias no descartan que los bancos busquen algún acuerdo con los clientes, aunque destacan que es pronto para concretar esta hipótesis. Estos expertos destacan que es evidente que los bancos no podrían devolver 63.000 millones, ya que esto «es casi seis veces el beneficio total que obtienen en un año».
Una intervención del Gobierno en favor de las entidades parece difícil, según las fuentes consultadas por Americaeconomica.com. Su razonamiento es que el Ejecutivo de Silvio Berlusconi no se arriesgará a tomar medidas a favor de los bancos que puedan resultar muy impopulares entre los ciudadanos de a pie.