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Informe sobre Desarrollo Humano 2005 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuestiona el modelo económico agroexportador que impera en Guatemala.

La brecha entre ricos y pobres frena el desarrollo de Guatemala

Fuentes: El Periódico

Marta Elena Calderón medita seriamente irse a Estados Unidos a trabajar, como ya lo hicieron sus hermanos, sin embargo, su pequeña hija la retiene en Guatemala. Esta madre soltera, de 27 años, que es afortunada por tener un empleo como secretaria en una empresa, sueña con un futuro mejor para ella y su hija, pero […]

Marta Elena Calderón medita seriamente irse a Estados Unidos a trabajar, como ya lo hicieron sus hermanos, sin embargo, su pequeña hija la retiene en Guatemala.

Esta madre soltera, de 27 años, que es afortunada por tener un empleo como secretaria en una empresa, sueña con un futuro mejor para ella y su hija, pero «pareciera que hay un límite de cuán lejos puede subir en la escala social una persona pobre» , repitiendo una queja que se escucha a lo largo de Latinoamérica.

Su padre, un pequeño agricultor, ahorró cada centavo que podía de la venta de sus cosechas para pagar la educación privada de Marta y sus hermanos.

Ahora, con 27 años de edad, y una hija producto de un noviazgo que concluyó cuando resultó embarazada y su pareja no se hizo responsable, gana Q2 mil al mes, que le sirven para alquilar un cuarto, pagar su alimentación y gastos personales, y enviar dinero a sus padres para cuidar a su hija de 4 años. Se pregunta cada día, ¿si el esfuerzo por seguir en Guatemala valdrá la pena?.

Anualmente unos 50 mil guatemaltecos según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), encuentran una respuesta en EE.UU., donde se inician lavando retretes o platos en restaurantes, o en trabajos de

construcción o agrícolas bajo un sol abrasador en Florida o California, pero allá encuentran posibilidades de superación.

En los primeros ocho meses de 2005 se registraron US$1,937 millones por remesas familiares, un crecimiento del 17 por ciento, y van rumbo a superar la cifra récord de US$2,550 millones en 2004, indican las estadísticas del Banco de Guatemala. La OIM estima que 1.2 millones de guatemaltecos trabajan en el extranjero y sostienen con sus envíos a unos 4.4 millones de personas.

Las remesas representan el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y contribuyen a crear una amplia clase media en el interior del país, donde sobresalen con sus casas nuevas de terraza, un televisor en la sala y un

picop en el garaje.

LA BRECHA SE AMPLÍA

El Informe sobre Desarrollo Humano 2005, del Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ubica a Guatemala entre los cuatro países más desiguales del mundo, junto a Namibia, República Centroafricana y Brasil.

Señala que en Guatemala, el 20 por ciento de las personas más ricas percibe el 64.1 por ciento de los ingresos, y el 10 por ciento más pobre apenas el 1.7 por ciento de los ingresos totales. La diferencia es abismal, una familia adinerada

compra una casa de US$350 mil en Muxbal, que a una familia pobre con el salario mínimo mensual le tomaría unos 184 años de ingresos.

Guatemala ocupa el puesto 117 entre 177 naciones. El 16 por ciento de su población sobrevive con menos de US$1 al día (pobreza extrema) y el 37.4 por ciento con US$2 diarios (pobres). Cumplir para el 2015 con las metas del milenio, reducir la pobreza a la mitad y eliminar el hambre, tomará unos 40 años, y la brecha se sigue ampliando aún más.

PROBLEMA ESTRUCTURAL

Ser durante 184 años una nación con un modelo agroexportador basado en materias primas como el cacao, añil, la grana, el café, azúcar y banano, que solo requieren mano de obra barata y poco calificada, una reducida industria dominada por monopolios, y la animadversión a pagar más impuestos que servirían para invertir más en salud, educación y tecnología, han frenado las posibilidades de desarrollo.

Según el informe del PNUD, el incremento de las exportaciones agrícolas es una vía para aumentar el ingreso rural y reducir la pobreza en casi todo el mundo, pero en Guatemala «las grandes desigualdades marginan a los pobres de las oportunidades de mercado y limitan el desarrollo».

En el último decenio Guatemala ha mantenido tasas de aumento de más del 8 por ciento en las exportaciones, pero ha conseguido muy pocos avances en desarrollo humano, el país está 22 lugares por debajo en términos de su riqueza económica.

PNUD calcula que el 2 por ciento de la población es dueña del 72 por ciento de la tierra agrícola y las parcelas más fértiles. Los pequeños propietarios, el 87 por ciento, tienen apenas el 15 por ciento de la tierra y la mitad de hogares

rurales son campesinos sin tierra o poseen menos de una hectárea, con niveles de pobreza que superan el 80 por ciento. Aunque señala que se han creado puestos de trabajo, afirma que las condiciones son malas y tres cuartas partes de los

trabajadores agrícolas reciben menos del salario mínimo.

El sector no tradicional es más estimulante señala el PNUD, las exportaciones de vegetales como arvejas están bajo el predominio de 18 mil a 20 mil campesinos mayas y generado altos rendimientos económicos, creando puestos de trabajo y

oportunidades de diversificación al café, pero, sólo el 3 por ciento de los campesinos participan en este sector, y están siendo expulsados por grandes exportadores vinculados al mercado estadounidense.

Concluye que ninguna estrategia de crecimiento de las exportaciones tiene grandes posibilidades de generar beneficios sustanciales al desarrollo humano sin reformas estructurales que reduzcan desigualdades y amplíen oportunidades a

través de la redistribución de la tierra, el aumento del gasto público destinado a los más pobres y un cambio en la distribución del poder político en Guatemala.

NUEVO IMPULSO AL MODELO EXPORTADOR

Sectores empresariales como la Cámara del Agro refutan el informe del PNUD y dicen que está desfasado y desconoce la situación actual del país.

El gobierno y sector privado trabajan de la mano en el Consejo Nacional para la Promoción de las Exportaciones (Conapex) en ampliar los incentivos fiscales al sector, abrir nuevos mercados, resolver la apreciación del tipo de cambio, reducir la burocracia y el spread de tasas de interés, mejorar la infraestructura, para tratar de alcanzar un crecimiento sostenido anual del 25 por ciento de las exportaciones durante 12 años, que permitiría un crecimiento de 6 por ciento anual del PIB y generar 4 millones de nuevos empleos que contribuirían a eliminar la pobreza, explicó Juan Carlos Paiz.