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Brasil no está solo en el mundo: un análisis de la crisis

La caída de Temer obedece a intereses de la clase hegemónica

Fuentes: Brasil de Fato

1. La victoria ideológica/económica/tecnológica de los Estados Unidos sobre la Unión Soviética, la adhesión rusa al capitalismo y la desintegración de Rusia y la adhesión de la RPC al sistema de instituciones económicas liderado por los Estados Unidos y la apertura china controlada por las transnacionales llevaron a la consolidación de la hegemonía política/imperial de […]

1. La victoria ideológica/económica/tecnológica de los Estados Unidos sobre la Unión Soviética, la adhesión rusa al capitalismo y la desintegración de Rusia y la adhesión de la RPC al sistema de instituciones económicas liderado por los Estados Unidos y la apertura china controlada por las transnacionales llevaron a la consolidación de la hegemonía política/imperial de los Estados Unidos.

2. Las directrices de la política hegemónica estadounidense son:

– inducir la adopción, por acuerdos bilaterales y por imposición de los organismos «multilaterales», de los principios de la economía neoliberal;
– mantener el liderazgo tecnológico y controlar la difusión de tecnología;
– inducir el desarme y la adhesión «forzada» de los países periféricos y frágiles al sistema militar americano;
– inducir la adopción de regímenes democráticos liberales, sin embargo, de forma selectiva, no para todos los Estados;
– garantizar la apertura al control externo de los medios.

3. Las dimensiones y las características de la población y del mercado interno, de territorio y de recursos naturales (ampliada de forma extraordinaria por el descubrimiento del pre-sal), la localización geográfica en el área de influencia americana, la capacidad empresarial del Estado y de la iniciativa privada (Banco Nacional de Desarrollo -BNDES-, Petrobras, Vale do Rio Doce, Embraer) y la capacidad tecnológica en áreas punteras (nuclear, Embrapa, etc.), hacen de Brasil una área de actuación prioritaria para la política exterior estadounidense, que se articuló alrededor de los siguientes ejes:

– apoyo a la redemocratización política controlada por las clases hegemónicas en Brasil;
– la lucha ideológica y mediática contra la política de desarrollo económico y industrial que es identificada con el autoritarismo militar;
– apoyo a los movimientos sociales (ONG, etc.);
– denuncia de las políticas nacionales de desarrollo (nuclear, informática, espacial);
– movilización ideológica para la implantación de las reglas del Consenso de Washington;
– disciplina fiscal;
– reducción del gasto público;
– reforma tributaria;
– tasa de interés del mercado;
– tasa de cambio del mercado;
– apertura comercial;
– inversión extranjera sin restricciones;
– privatización;
– desregulación económica y laboral;
– derecho a la propiedad intelectual; y
– desarme.

4. La implantación, entusiasta y excesiva, de las medidas económicas, políticas y militares, propagadas por la academia, medios y autoridades estadounidenses, por los gobiernos de Fernando Collor y de Fernando Henrique Cardoso, frente a las características del subdesarrollo (enormes disparidades sociales, fragilidad relativa de las empresas de capital nacional y vulnerabilidad externa de la sociedad), contribuyeron al fracaso de esas políticas, que provocaron un aumento de la concentración de la renta, un mayor deterioro de las infraestructuras, el aumento de la violencia social, y acarrearon su impopularidad y permitieron la victoria de los movimientos políticos progresistas frente a los gobiernos de Menem, Battle, Andrés Pérez, Fernando Henrique Cardoso, Sánchez de Lozada y Mesa.

5. La elección de Lula y su gobierno hicieron peligrar el objetivo permanente estadounidense de implantar políticas neoliberales en toda América Latina y de incorporar, de forma subordinada, las economías latinoamericanas a su economía.

6. La articulación política y económica de Lula/Kirchner/Lugo/Correa/Evo/Chávez reforzó la necesidad, para los Estados Unidos, de una reacción estratégica.

7. Los Estados Unidos, en cooperación con grupos internos en cada uno de esos países, iniciaron campañas de desestabilización política.

8. En Brasil, esta campaña se inicia con el proceso del «mensalão» y con la aceptación por el poder judicial de la «doctrina» finalista de la acción, aplicada contra José Dirceu, con carácter ejemplar, en tanto posible sucesor de Lula.

9. A pesar de la campaña anti-Lula y anti-PT (Partido de los Trabajadores), los índices de popularidad del presidente Lula y del partido alcanzaron niveles record y permitieron la elección de Dilma Rousseff.

10. El Gobierno Dilma Rousseff, sin autonomía política, aceptó gradualmente el programa neoliberal de ajuste fiscal, de limpieza ética y de constreñimiento del Estado.

11. La incapacidad de articulación, de relación política y de movilización social facilitó la articulación y el éxito del proceso de impeachment.

12. De otro lado, la Operación Lava Jato, en articulación con el Departamento de Justicia americano y con las agencias de inteligencia (espionaje) estadounidenses, como la NSA, la CIA, el FBI), a través de procedimientos ilegales, tales como detenciones arbitrarias, filtraciones selectivas de delaciones de criminales confesos, la desobediencia al principio fundamental de presunción de inocencia, la movilización de la opinión pública contra personas delatadas, pusieron en peligro el ordenamiento jurídico brasileño y fomentaron el odio en la sociedad, tod ello con la connivencia del Supremo Tribunal Federal (STF), que fue un instrumento de ataque al PT y a la candidatura del presidente Lula.

13. La gradual autonomía y el fanatismo moralista del ‘grupo de trabajo’ de Curitiba [creado por el juez Sergio Moro], llevó a denuncias contra otros políticos, en especial del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

14. La característica de «radicales libres» y el conflicto con la Procuraduría General (PGR), provocó la investigación de Temer por parte de la Policía Federal (también radical) y, como la PGR, aliados principalmente del PSDB contra el PMDB.

15. Los objetivos básicos de las clases hegemónicas brasileñas, en estrecha articulación con las clases hegemónicas estadounidenses, son:

– consolidar en la legislación, de preferencia en la Constitución, las políticas neoliberales del Consenso de Washington;
– reducir la posibilidad de victoria del presidente Lula en 2018 y la victoria de los candidatos progresistas en las elecciones para el Congreso;
– impedir la revisión por un nuevo gobierno de las reformas conservadoras, en especial la EC95;
– reducir la capacidad de acción externa y interna del Estado brasileño;
– destruir la política sudamericana de formación de un bloque regional y de inclusión en el Consejo de Seguridad de la ONU;
– integrar a Brasil en la economía estadounidense y crear la obligatoriedad de ejecución en Brasil de políticas económicas neoliberales;
– impedir la industrialización, aunque apenas parcialmente «autónoma», de Brasil por empresas de capital brasileño;
– consolidar este programa económico ultra neoliberal através de compromisos internacionales, comenzando por la adhesión de Brasil a la OCDE.

16. Michel Temer, por imprudencia, puso en peligro la credibilidad del proceso de aprobación legislativa de este programa al dejarse grabar por la PF en diálogos de naturaleza ilícita.

17. Ahora se trata, para las clases hegemónicas, de substituir «funcionarios», comenzando por Temer, y substituir la dirección del proceso de las reformas por «funcionarios» menos involucrados en el sistema tradicional de adquisición y control de poder político por las clases hegemónicas, minoritarias al extremo (caja 2, compra de votos, sobornos a partidos y a personas, nombramientos en la Administración, liberación de fondos)

18. La decisión de destituir a Michel Temer, puesto en evidencia por grabaciones difíciles de rechazar, ya fue tomada por las clases hegemónicas, como revela el editorial de primera página del periódico O Globo y, por lo tanto, del sistema Globo de comunicación.

19. La posición de los periódicos Folha de São Paulo y Estado de São Paulo todavía reflejan una cierta ausencia de consenso; sin embargo, ese hecho no es muy significativo dado el poder de la Globo.

20. De todos modos, las clases hegemónicas todavía no se pusieron de acuerdo sobre el método de separación y substitución de Michel Temer:

– renuncia,
– decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en relación con la fórmula electoral Dilma/Temer, o
– proceso del Supremo Tribunal Federal.

21. Para las clases hegemónicas, la cuestión política esencial es evitar las elecciones directas anticipadas, por lo que es preciso tener en cuenta que:

– el proceso en el STF seria muy largo, lo que permitiría la movilización popular;
– la decisión del TSE llevaría a elecciones directas, sobre lo que hay dudas; y
– la solución más viable y más útil por el momento sería negociar con Temer su renuncia, la «recompensa» por los servicios prestados y su inmunidad.

22. Tampoco fue resuelta todavía la cuestión del sucesor de Temer, pero el PSDB se prepara para asumir el poder y el PMDB a resistir.

23. En las elecciones indirectas los candidatos más probables serían Tasso Jereissati, por el PSDB, y Nelson Jobim, por el PMDB.

24. Los objetivos estratégicos de las clases hegemónicas, que orientan y controlan sus «funcionarios» en el sistema político, continúan siendo los mismos:

– acelerar la aprobación de las «reformas» ultra neoliberales;
– desmoralizar a Lula y al PT; y
– «construir» un candidato «gestor», apolítico, como João Doria [actual alcalde de São Paulo], para las elecciones de 2018.

25. La operación de la PGR/PF sirvió para excluir otro candidato «político» como Aécio Neves, pues Serra ya está excluido en la práctica y Alckmin [actual gobernador de São Paulo], será «excluido» por Doria.

26. Estas mismas clases hegemónicas cuentan incluso con el hecho de que a pesar de una posible victoria de Lula en elecciones directas, no signifique un retroceso demasiado grande en sus ‘conquistas’ debido a que su gobierno se encontrará maniatado por la EC95.

27. Cuanto antes deje el poder Michel Temer, peor será para la oposición, pues su salida acelerará la aprobación de las «reformas».

28. Lo que interesa ahora es retardar la salida de Temer, debilitándolo y obstaculizando y atrasando hasta donde sea posible la aprobación de las «reformas».

29. La lucha por las elecciones Directas Ya es fundamental para movilizar la militancia y concienciar a la población de los efectos de esas «reformas».

30. Realismo: la caída inmediata de Temer obedece a los intereses de las clases hegemónicas, igualque pasó con la caída Eduardo Cunha de la presidencia de la Cámara de los Diputados.

Traducción: Pilar Troya