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El caso Dominique Strauss-Kahn

La cara esperpéntica del poder dominante

Fuentes: Argenpress

I. El acoso sexual es un lugar común en las altas esferas políticas y económicas, tanto en los Estados nacionales como en las organizaciones internacionales, aunque son pocos los casos que trascienden a la opinión pública. Pero el último episodio protagonizado por Strauss-Kahn tuvo una enorme repercusión mediática y pública por un concurso de circunstancias: […]

I. El acoso sexual es un lugar común en las altas esferas políticas y económicas, tanto en los Estados nacionales como en las organizaciones internacionales, aunque son pocos los casos que trascienden a la opinión pública.

Pero el último episodio protagonizado por Strauss-Kahn tuvo una enorme repercusión mediática y pública por un concurso de circunstancias: a) DSK no está imputado de acoso sexual sino de violación, que es un delito particularmente repugnante, mucho más grave que el acoso y b) la notoriedad del imputado, como Director del Fondo Monetario Internacional y plebiscitado en Francia por los sondeos (antes de su arresto) como seguro ganador de la elección presidencial en el caso de que se hubiera presentado como candidato.

El 16 de marzo último escribíamos en Argenpress (El dilema de Francia): «…Dominique Strauss Kahn, actual Director del Fondo Monetario Internacional (nombrado con el apoyo de Sarkozy), un inveterado liberal que no tiene nada siquiera de socialreformista. Strauss Kahn fue ministro de economía de Lionel Jospin, durante cuyo Gobierno se batió el récord de privatizaciones de empresas y servicios públicos y el alineamiento de Francia sobre el enfoque neoliberal de la construcción europea fue completo».

Cabe agregar que como Director del FMI ha llevado puntualmente a la práctica (con un barniz social puramente verbal) la inalterable política del Fondo de hacer pagar a las clases populares la insaciable e incontrolada voracidad del gran capital financiero e industrial, aun en tiempos de crisis, con la complicidad de los gobiernos de turno.

Es un delirio sostener que DSK había dado un giro social a la política del FMI y que, como algunos dicen, es un «amigo de los griegos». Basta preguntarles a los mismos griegos que manifiestan en las calles y hacen huelgas masivas contra las políticas de austeridad y las privatizaciones impuestas por el binomio FMI- Comisión Europea.

Las protestas se generalizan en todos los continentes porque el empobrecimiento relativo (el incremento de la brecha entre ricos y pobres es una constante del sistema capitalista en todo el mundo) se ha transformado ahora en empobrecimiento absoluto: las clases populares tienen cada vez menos recursos para vivir, ya se trate de salarios, empleos, jubilaciones, seguridad social, servicios públicos, etc.

En el artículo ya citado del 16 de marzo escribíamos: … «Y para las próximas elecciones presidenciales si el Partido Socialista, en lugar de buscar el candidato que pueda juntar más votos (ya fracasó con Segolène Royal con esa estrategia en 2007), no se ocupa de promover una coalición de izquierda en torno a un programa para sacar a Francia del marasmo…».

El candidato favorito de los sondeos era DSK porque es un hombre del sistema, preferido por buena parte de las clases dominantes para suceder a Sarkozy, promovido por los medios de comunicación («brillante economista» , etc.etc) y que sería votado por los «progres», una parte del electorado de derecha y, como suele suceder, por una parte de las clases populares.

Con la candidatura de DSK el Partido Socialista hubiera asumido una doble grave responsabilidad: ponerle la estampilla de socialista a un neoliberal y promover para el ejercicio de una elevada función a un personaje inapto para ejercer altos cargos en razón de su compulsividad sexual aparentemente irrefrenable, conocida desde hace tiempo por sus «camaradas» y por toda la elite política francesa.

Sea como fuere, la victoria de Strauss-Kahn en las elecciones no hubiera sido de manera alguna una victoria de la izquierda, como algunos pretenden, sino cambiar algo para que todo siguiera igual.

II. El «affaire» DSK ha constituído un revelador de la miseria moral de buena parte de las elites francesas que en los primeros momentos desbordaron de declaraciones machistas y clasistas en defensa de DSK: cómo creer a una «mucama»; si algo pasó en todo caso no murió nadie; DSK es un «seductor» pero no un violador; es sólo un asunto de faldas con una «doméstica»; lo han tratado como a un delincuente común y no con la dignidad debida a un hombre de su nivel (reacción de casta: ante la Justicia, todos son iguales pero algunos «son más iguales que otros»). Ni una palabra de duda y menos de compasión para la mujer víctima presunta.

Se habló mucho de la «presunción de inocencia» de DSK pero no de la «presunción de veracidad» de la joven mujer.

La reacción de movimientos feministas ante el deborde sexista llevó a que se produjeran algunas rectificaciones «políticamente correctas».

Si el sistema judicial estadounidense merece muchas y muy serias críticas, no es precisamente por haber dado a DSK, autor presunto de un grave delito común, el mismo tratamiento que se le da habitualmente en Estados Unidos a un ciudadano cualquiera en las mismas circunstancias: fotografías, filmación de las audiencias, etc.

Poco se ha hablado en cambio de la desigualdad flagrante existente en el sistema judicial estadounidense a favor de los que disponen de mucho dinero para organizar su defensa (los mejores y más influyentes abogados, costosas investigaciones privadas para demoler la reputación de la víctima) y la posibilidad de ser excarcelado pagando una multimillonaria caución.Todo lo cual en este caso ha jugado a favor de DSK.

De manera más general, el sistema judicial estadounidense es muy criticable por las enormes presiones políticas y económicas que reciben los tribunales cuando en los litigios están en juego intereses económicos de grandes empresas (leer El Contrato de John Grisham) o cuestiones claves de la política del Gobierno: la condena de los cinco cubanos que intentaban prevenir atentados terroristas contra Cuba y la absolución del terrorista Posada Carriles.

III. Hay varias razones para descartar que Estados Unidos haya complotado para librarse de DSK como Director del FMI.

Si DSK fue elegido Director ha sido con el acuerdo de Estados Unidos, que por cierto examinó cuidadosamente su currículo y sus «aptitudes» ideológicas para el cargo.

Si Estados Unidos hubiera querido sacar a Strauss- Kahn de la dirección del FMI, tuvo la oportunidad de hacerlo cuando se revelaron en octubre de 2008 los amoríos del «gran seductor» con su subordinada Piroska Nagy. O esperar que Strauss-Kahn dejara el puesto antes de fin de año para presentar su candidatura a la elección presidencial en Francia.

Es curioso que adhieran a la teoría del complot desde Paul Craig Roberts, que fue Secretario del Tesoro de Reagan hasta gente que se dice de izquierda. Hay que decir que la teoría del complot tiene un ligero tufillo sexista y clasista: es muy difícil creer a una mujer, humilde trabajadora, que dice haber sido víctima de la violencia sexual de un señor distinguido y poderoso.

IV. Entre los defensores de izquierda de DSK hay quienes disertan acerca de que se ha violado su inmunidad diplomática como Director del FMI. Aunque reconocen que nadie, ni los defensores del imputado, han invocado dicha impunidad.

Citan la Sección 11 de la Convención de la ONU sobre Privilegios e Inmunidades: «Se acordará a los representantes de los Miembros en los órganos principales y subsidiarios, y a los representantes a las conferencias convocadas por las Naciones Unidas, mientras éstos se encuentren desempeñando sus funciones o se hallen en tránsito al lugar de reunión y a su regreso, los siguientes privilegios e inmunidades: «a) Inmunidad contra detención o arresto personal y embargo de su equipaje personas y respecto a todos sus actos y expresiones ya sean orales o escritas en tanto se encuentren desempeñando sus funciones en dicha capacidad, e inmunidad contra todo procedimiento judicial».

Pero olvidan la Sección 20 del mismo Convenio: «Los privilegios e inmunidades se otorgan a los funcionarios en interés de las Naciones Unidas y no en provecho de los propios individuos. El Secretario General tendrá el derecho y el deber de renunciar a la inmunidad de cualquier funcionario en cualquier caso en que, según su propio criterio, la inmunidad impida el curso de la justicia y pueda ser renunciada sin que se perjudiquen los intereses de las Naciones Unidas. En el caso del Secretario General el Consejo de Seguridad tendrá el derecho de renunciar a la inmunidad».

Además, el documento constitutivo del FMI (Sección 8. Inmunidades y privilegios de funcionarios y empleados) establece que …»los gobernadores y directores ejecutivos titulares y suplentes, los miembros de comités, los representantes nombrados conforme al Artículo XII, Sección 3j), los asesores de todos ellos y los funcionarios y empleados del Fondo: gozarán de inmunidad en cuanto a procedimientos judiciales en relación con los actos realizados por ellos en el desempeño de sus funciones oficiales [nuestro el resaltado] excepto cuando el Fondo renuncie a esta inmunidad»…

No creemos que la violación del personal de servicio de los hoteles forme parte de las funciones oficiales del Director del FMI.

No hay que confundir pues, inmunidad con impunidad.

Nosotros hemos sostenido en reiteradas oportunidades que la Convención de la ONU sobre Privilegios e Inmunidades no cubre a los funcionarios del FMI porque el Fondo en los hechos no es un organismo subsidiario de las Naciones Unidas, pues actúa con total independencia de esta última.

Resulta chocante que se invoque la inmunidad de los dirigentes del Fondo Monetario Internacional para los que desde hace años estamos planteando en los foros internacionales la responsabilidad civil y penal del FMI y de sus dirigentes por las reiteradas violaciones a los derechos económicos, sociales, culturales, civiles, políticos y ambientales que cometen contra los pueblos de todo el mundo.

Véanse, al respecto, entre otros documentos:

– Tribunal Internacional de los Pueblos sobre la deuda externa. Porto Alegre, 1 y 2 de febrero de 2002. Acusación y alegato final formulados por el Dr. Alejandro Teitelbaum en representación de la Asociación Americana de Juristas…Responsabilidades específicas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (ATTAC, Madrid) ;

– CADTM, Le FMI, la Banque mondiale et le respect des droits humains, Eric Toussaint , Hugo Ruiz Díaz 19 mai 2005 www.cadtm.org/spip.php?article1925;

– Responsabilidades civiles y penales de las personas fisicas y jurídicas (individuos, bancos, etc.), de los gobiernos, de los Estados y de instituciones internacionales por las consecuencias violatorias de los derechos humanos de la deuda externa. Recursos jurisdiccionales. Alejandro Teitelbaum. (Documento de trabajo para el seminario sobre la deuda externa organizado por el CADTM en Amsterdam – 2 al 4 de diciembre de 2002.

http://www.argenpress.info/2011/05/el-caso-dominique-strauss-kahn-la-cara.html