La historia está rodeada por los ingredientes del realismo mágico que concibió el fallecido Nóbel, Gabriel García Márquez. Ocurre en un país imaginario donde el presidente es el títere de un senador de ultraderecha. El mandatario, a quien todos rechazan, encarna los intereses de la burguesía y le interesa, a toda costa, no solo robarse toda la producción —para favorecer a los de su clase- sino hasta las migajas que comen los marginados.
–¿No se está refiriendo a Colombia, el país en donde se realiza el paro nacional más largo de la historia latinoamericana?
–A esa conclusión debe llegar usted…
–Comprendo—dice el interlocutor, mientras sonríe y reflexiona.
El Presidente que es representado por un cerdo -¿un chanchito? No, un cerdo porque nadie lo quiere y cada día lo odian más por sus arbitrariedades dictatoriales–, que tiene a un Perro. El mamífero no es la tradicional mascota, sino que encarna a la bota militar, que arremete con fuerza contra el pueblo cuando reclama los derechos.
“La cerdada” es una creación colectiva de la Casa Escénica El Teatro Vive y La herejía Teatro, dos organizaciones de artistas con sede en Palmira, la ciudad vallecaucana que concentra el mayor número de industrias de la caña de azúcar, y que soporta su producción en trabajadores explotados, en la mayoría de los casos, sin protección de salud o alguna otra garantía.
En el marco del Paro Nacional, los artistas se han presentado en muchos escenarios. Cada vez que muestran su trabajo, se enciende el voz a voz, que es el instrumento más poderoso para socializar algo. Por ese motivo, cada día les llegan más y más invitaciones.
“Nunca pensamos que íbamos a tener tanta acogida. Además, es muy apropiado para el momento coyuntural que vive nuestro país. La gente se identifica con la escenificación. Toca sus sentimientos, porque los espectadores se ven reflejados.”, explica Ana Rosario Grisales.
Luis Eduardo Jiménez, el director, señala que se trata de una creación colectiva que amalgama tres técnicas complejas: simbolismo, naturalismo y expresionismo.
Para mí, que soy un periodista tradicional sin mayor entendimiento del ámbito teatral, el asunto me suena a lenguaje extraterrestre. El artista se sonríe comprensivo y me explica: “Los símbolos permiten que el auditorio se traslade a su realidad; el naturalismo abre parte a la participación de todos, sin exclusiones, y el expresionismo, lleva a que se puedan transmitir las emociones y contagiar a grandes y pequeños. Por eso sus reacciones. No es una obra tradicional, sino de avanzada”.
Pedagogía social a través del arte
La semana pasada, mientras me tomaba un tinto junto a la Gobernación del Valle del Cauca, la vendedora—una mujer humilde que sobrevive del rebusque–, comentó: “Esos manifestantes sí que joden…”
Mientras saboreaba el café, sabroso, colado sin duda con talega, me tomé el trabajo de explicarle. La vendedora me miraba como si le estuviera hablando en mandarín y ella sin haber viajado jamás a China. Y debo confesarlo, debí beberme otros dos cafés antes de hacerme entender.
Lo que han logrado los integrantes de la Casa Escénica El Teatro Vive y La Herejía Teatro, es ahorrarnos tiempo ya que explican la realidad del país de una manera maravillosa, con elementos pedagógicos sencillos, pero que dejan, en el imaginario popular, una visión panorámica sobre las razones del Paro Nacional y por qué han proseguido las movilizaciones.
“La cerdada se presentó por primera vez el 14 de mayo pasado. Una obra de las que llamamos creaciones urgentes, pues tan solo en un par de días se hizo el guion y proceso de montaje. Obviamente, lograr un montaje tan rápido, demandó muchas horas de trabajo arduo, sin mirar el reloj.”, indica Luis Eduardo Jiménez, autor del libreto y quien dirige la puesta en escena.
Los artistas, clave en el Paro Nacional
En el proceso de socialización pedagógica de qué es y para dónde va el Paro Nacional, los artistas han hecho un aporte valioso. Vendrían a ser los” intelectuales de primera línea”. Están los grafiteros, los músicos, los cuenteros, los poetas, los cantores y los teatreros, entre otros.
En este proceso, la Casa Escénica El Teatro Vive y La Herejía Teatro, del que forma parte Jhorgan Devia, juegan un papel trascendental. «La reacción de los espectadores no se hace esperar, quienes se identifican cansados de los abusos y demandas del cerdo y de su clase social que se autodenomina «gente de bien» y deciden entonces organizarse y poner fin al abuso del perro asesino que genera miedo y quien solo recibe migajas del cerdo, y ponerle fin al reinado del marrano, pues a todo cerdo le llega su día.», precisa el artista, Devia, al referirse a la respuesta de quienes aprecian la puesta en escena de La cerdada.
Evelyn Díaz, quien apoya todo el montaje con el maquillaje y, además, con valiosas ideas, se identifica con el alcance que tiene la labor artística para crear conciencia social entre los colombianos. El arduo trabajo de estos artistas es una forma de lucha invaluable y un motor decidido que ayuda a alimentar esta jornada masiva de movilizaciones en el país.
Concluyo con la frase de un protagonista de la película El Origen que se estrenó en el 2010 bajo la dirección del británico, Christopher Edward Nolan: “No hay nada más poderoso y subversivo que una idea sembrada en la mente de una persona inquieta.” Y, eso precisamente, es lo que han hecho los artistas: nos han ayudado a despertar del letargo de muchos años.
Blog del autor: https://cronicasparalapaz.wordpress.com