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Comentarios del sociólogo James Petras

«La conciencia antiimperialista ha bajado tremendamente»

Fuentes: CX36 Radio Centenario

Chury: Estamos recibiendo como todos los lunes a James Petras desde Estados Unidos a quien le damos la bienvenida, ¿cómo te va? Petras: Muy bien Chury, bienvenido. Chury: Igualmente. ¿De qué te ocupas en este momento?… Petras: Tengo varios temas; uno con el que empezamos hace poco es la falta de conciencia del pueblo norteamericano […]

Chury: Estamos recibiendo como todos los lunes a James Petras desde Estados Unidos a quien le damos la bienvenida, ¿cómo te va?

Petras: Muy bien Chury, bienvenido.

Chury: Igualmente. ¿De qué te ocupas en este momento?…

Petras: Tengo varios temas; uno con el que empezamos hace poco es la falta de conciencia del pueblo norteamericano sobre el financiamiento de programas sociales. Hemos visto que el presidente Obama, con la aprobación del congreso, ha recortado muchos programas sociales, particularmente en relación con educación, salud, seguro de desempleo y varios otros programas. Y aquí la gente se queja de esos recortes pero en voz baja, no hay movilizaciones en la calle. Lo peor es que no ven que los aumentos en los gastos militares y a partir de eso las guerras, son precisamente la razón por la que se están reduciendo los programas sociales. El pueblo no entiende que hay más que suficientes ingresos federales para pagar los gastos sociales, pero como están desviados a las guerras y a los gastos militares no queda dinero para el programa social.

Al hablar con mucha gente, e incluso en algunas encuestas, no se ve la relación entre más militarismo y menos programas sociales. La gran mayoría de la gente ya no habla de la guerra. No significa que están en favor de la guerra, pero no entran en el horizonte de que una cosa está vinculada con la otra. Que el imperialismo militarista requiere un recorte de los programas sociales, porque no se pueden combinar las dos cosas. Pero es difícil, mucha gente siente que debe defender a los soldados, como dice la propaganda derechista, «nuestros muchachos están allá y debemos defenderlos». Los mismos que hacen cola para conseguir algo de comida, ir a alguna olla común de alguna iglesia, esas cosas de caridad. Y no ven que tienen que ir ahí porque el gobierno no puede hacerse cargo de las dos cosas.

Para explicarlo podemos buscar tres causas. La primera: los medios de comunicación de masas, que desinforman a la gente porque le dicen que esa falta de dinero es por la crisis fiscal, pero no mencionan en absoluto el factor militar. La segunda: el movimiento de paz que supuestamente podría servir como instrumento para relacionar ambas cosas ha desaparecido, porque los líderes de los movimientos pacifistas a fin de cuentas eran liberaldemócratas o progresistas que apoyaban al partido demócrata y a Obama, y ahora, como están en el poder, dejan de vincular los problemas sociales con la guerra. Y tercera: aquí hay una campaña que culpa al gobierno por los impuestos y no por la guerra; el gobierno está aumentando impuestos, pero no dice en qué los gasta.

Por estas razones tenemos este enorme vacío político, de modo que los más afectados por el militarismo son los menos activos y carecen de opinión sobre el asunto; es algo que podríamos decir generalizado. Muchos países han sufrido enormes aumentos de gastos militares, por ejemplo Inglaterra, pero tampoco hay un vínculo. Hay algunos sectores laborales progresistas, obreros, pacifistas, allá en Inglaterra y en otros países de Europa que protestan, no es tan deficiente como en Estados Unidos. Pero en todo caso el movimiento pacifista ha bajado tremendamente, porque no han hecho ningún esfuerzo social al vincular la pobreza y miseria de los trabajadores con lo que está pasando en el exterior. Yo creo que en general la conciencia antiimperialista ha bajado tremendamente, no digo que es más imperialista que antes, pero sí que es menos antiimperialista que antes

Chury: Coincido totalmente con ese juicio de valor, Petras.

Me ha llamado la atención que en un momento en que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia no pasaban por su mejor momento, cuando otra vez la palabra de la lucha contra el terrorismo había ganado la explicación de las grandes cadenas de televisión, haya ocurrido este atentado tan en cadena en Rusia como ha ocurrido en Rusia y en las repúblicas vecinas. ¿Qué puedes decirnos al respecto?…

Petras: Otra vez quiero tratar este tema desde el ángulo de los medios de comunicación. Por ejemplo, en los diarios importantes en Estados Unidos presentan a esta mujer terrorista que lanzó la bomba en el subterráneo en una fotografía muy simpática abrazando a su marido, otro terrorista al que habían matado hace un año. Y todos los reportajes hablan de terrorismo, pero cuando uno empieza a leer la columna, en el texto se explica que este pueblo ha sufrido bajo los rusos y el daño que han causado los rusos: la llaman la viuda vengadora. Es como si un medio de comunicación, al hablar del bombardeo de las torres gemelas de Nueva York, empezara a describir a los terroristas y explicara cómo están sufriendo la destrucción de sus países por las invasiones imperialistas. Es un trato muy benévolo el de la prensa occidental con estos terroristas. Muchos de los exiliados de estos grupos terroristas viven en Londres completamente libres. Algunos tienen oficinas en Washington, como ejemplo los grupos del Tíbet y los uigures de China. Hay un doble discurso del gobierno y de la prensa occidental. Formalmente condenan el acto y lo llaman incluso terrorista, pero por otro lado describen de una forma muy favorable las circunstancias en que actúan estos terroristas. En este sentido cualquiera puede pensar que hay algo más que simplemente actos autónomos de unos grupos. Obviamente en círculos oficiales y tal vez en los servicios secretos hay una colaboración para debilitar a los países enemigos, o por lo menos competidores del imperialismo. Lo mismo con los terroristas contra Irán, que cruzan las fronteras y ponen bombas y matan gente.

Formalmente Estados Unidos condena estos hechos, incluso puede decir que es terrorismo. Pero por otro lado dice que los iraníes están oprimiendo a estos pueblos y el pueblo no tiene alternativas para cambiar la situación… Es toda una defensa tendenciosa de la motivación de los terroristas.

Ahora, con esto que está pasando en Rusia, el tratamiento favorable de las motivaciones pero no exactamente del acto mismo, es porque intentan que Rusia endurezca su posición contra los terroristas que afectan a los Estados Unidos.

Chury: Ese sería el propósito…

Petras: Sí, el doble discurso. Universalmente contra el terrorismo pero en las particularidades de los terroristas contra sus competidores adversarios, un tratamiento benévolo o por lo menos blando en las críticas.

Chury: Quería preguntarte tu opinión sobre Brasil, que está próximo seguramente a un cambio de gobierno, no sabemos si un cambio de línea. Nuestro presidente, el señor José Mujica, estuvo allí y le preguntaron si Brasil debería ser el líder de América Latina y contestó sin meditar que sí, que el líder es Brasil y uno se plantea, porque hay liderazgos desde una posición política que pueden tener determinados efectos pero puede haber liderazgos desde la misma posición política y de la misma fuerza que marca el liderazgo que pueden tener otros fines. ¿Cómo ves la situación de Brasil en la situación general con el advenimiento de otro gobierno que por ahora no se sabe si será la continuidad de Lula o si en Brasil hay una continuidad marcada al margen del partido que suba al poder?…

Petras: Hay una tremenda continuidad entre el gobierno ultra neoliberal de Cardoso y Lula, incluso antes de tomar el poder Lula firmó un acuerdo con el Fondo Monetario diciendo que iba a mantener las políticas fiscales, que no iba a tocar las privatizaciones. Por eso Lula recibió este año el premio «Estadista del año» de los multimillonarios en Davos. Segundo: hay una gran promoción de Brasil como un gran poder mundial, pero cuando uno analiza lo que ha ocurrido en Brasil en los últimos 10 años, por lo menos, los datos son bastante mediocres. Por ejemplo, Brasil no ha alcanzado el nivel de crecimiento del conjunto de América Latina, es decir, que el promedio de crecimiento de Brasil entre 2000 y 2009 está por debajo del promedio de América Latina. Tercero, Brasil está considerado como uno de los BRIC, es decir, de los nuevos poderes mundiales, junto con China, Rusia y la India. De estos BRIC, Brasil es el tercero, muy por debajo del crecimiento de China y la India, por lo menos la mitad de la tasa de crecimiento, no alcanza su nivel. Tercer punto: si analizamos los pocos años dinámicos de Brasil, de 2004 a 2008, vemos que es el momento del boom de los comodities, de los agrominerales, exportaciones que eran los sectores punteros de crecimiento. Peor si separamos eso, por ejemplo, si miramos antes del boom de comodities, entre 2001 y 2003, Brasil no crece más del 2%, y si analizamos el crecimiento actual, entre 2009 y 2010, el promedio de los dos años juntos no alcanza el 2%. Finalmente, si consideramos a Brasil en relación con la equidad, es uno de los peores países en América Latina, donde el 20% de la población más pobre recibe solo el 3% de los ingresos mientras que el 10% más rico recibe 50%. En esto sí que Brasil encabeza a toda América Latina: en ser el país en la vanguardia de las desigualdades. Es un gran país por su tamaño. Es el país más poblado, con 200 millones de habitantes. Es un continente en tamaño. Pero decir de eso a que sea una potencia mundial todavía hay un gran trecho. La otra cosa que me da mucha risa son los comentarios que llaman a Brasil de centro izquierda. Nada de izquierda. O cuando algún comentarista llama Lula izquierdista pragmático. ¿Qué significa pragmático, si la principal empresa del país, que es Vale del Doce y que ahora vale más de 20 mil millones de dólares, se privatizó por un precio inferior a mil millones? Ahora tiene veinte veces más valor que el precio por el que la privatizó Cardoso, y Lula mantiene esta empresa privatizada que produce hierro. Es una de las mayores minas de hierro, que han multiplicado tres veces el precio en menos de un año. El precio está más alto que nunca. Y las ganancias se las llevan los inversionistas extranjeros y los ricos de Brasil. Entonces, cuando algunos intelectuales izquierdistas dicen: bueno, Brasil no es exactamente un país revolucionario, pero es un país que ha mejorado la situación de los pobres, hay que preguntarse: ¿en qué? ¿En desigualdades, en concentración de terrenos, en concentración de capitales bancarios? Las ganancias para los bancos en los ocho años de Lula han sido de más de 120 mil millones de dólares; entonces ¿en qué sentido? Yo creo más en los capitalistas que lo han nombrado estatista del año 2010 que en estos intelectuales y comentaristas que dicen que es un gobierno, un presidente de centro izquierda. Volviendo a lo que planteas, no hay gran diferencia entre la oposición y Lula en lo fundamental. En realidad, la competencia entre la oposición y el PT es para ver quién va a conseguir más dinero de los capitalistas para financiar sus campañas. Es la competencia para ver quién es el mejor representante del gran capital. Y eso es simplemente el hecho. Brasil tienen muchas reservas, tiene una política fiscal estable; ha canalizado dinero a los más pobres, pero no ha generado una dinámica económica para ofrecer trabajo con salarios decentes. En los ocho años de Lula los pobres que reciben subsidios de 40 dólares por mes, siguen siendo dependientes de estos subsidios; no se ha generado una importante cantidad de empleo en el sector industrial, en los mecánicos, etc. Siguen subsidiando con estas pequeñas cantidades y de alguna forma se repite el padrón muy viejo de Brasil, de los conservadores que mantienen una clientela pobre por razones electorales. Lo que pasa es que Lula ha hecho este trabajo más extensivo y con mucha astucia, pero no ha eliminado la masa pobre; simplemente la ha subvencionado por razones electorales, y particularmente en este año electoral está aumentando las subvenciones.

Chury: Petras, para terminar, lo que decías antes nos vino de parabienes. Hablabas de los empresarios del hierro y precisamente nuestro presidente José Mujica ha festejado el acuerdo logrado con la empresa Aratirí de Brasil el entregarle el equivalente a dos veces la superficie del departamento de Montevideo, no de la capital sino del departamento, con la parte rural. Dos veces esa tierra que son más de 200 mil hectáreas que incluye una exigencia de Aratirí, de los empresarios del hierro, de que una de las lagunas del departamento de Rocha, la Laguna Negra, se abra al océano para que tengan su propio puerto. Es decir, una especie de enorme zona franca que tendría más de 200 mil hectáreas y Mujica ha festejado ese acuerdo que se está por gestar con Brasil. Evidentemente no lo está gestando con Brasil sino con las multinacionales que integran la explotación del acero y del hierro. ¿Puede ser así eso?

Petras: Sí, exactamente. La demanda de hierro ha crecido por la dinámica de China. Hemos visto ahora que el precio de la tonelada ha subido a casi 160 dólares por tonelada de hierro, un precio mucho más alto que antes. En el último año y pico el precio del hierro se ha triplicado. Por esta razón necesitan las mejores infraestructuras. Pero el impuesto que deben pagar para transportarlo a partir de Uruguay, como sería normal, no existe. No hemos visto ningún anuncio de Mujica que por el uso del territorio tengan que pagar un impuesto. Ni siquiera una carga sobre la exportación en el momento más lucrativo para el hierro.

Deben de pensar allá en alguna compensación compatible con las enormes ganancias que están acumulando las multinacionales, por favor.

Chury: Es una aclaración muy buena Petras. Te agradecemos muchísimo todo este aporte que nos brindaste en el día de hoy y quedamos para oírnos el próximo lunes nuevamente.

Petras: Bueno, muchas gracias y saludos a todos allá todavía en el verano.

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