Luego de varios meses de silencio de la máxima jerarquía de la Iglesia católica representada por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), rompió su silencio con las palabras del obispo Diego Antonio Padrón Sánchez, presidente de la citada institución en nuestro país. El prelado se refirió a los próximos comicios electorales a efectuarse el venidero 7 […]
Luego de varios meses de silencio de la máxima jerarquía de la Iglesia católica representada por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), rompió su silencio con las palabras del obispo Diego Antonio Padrón Sánchez, presidente de la citada institución en nuestro país.
El prelado se refirió a los próximos comicios electorales a efectuarse el venidero 7 de octubre y de los cuales ya se han abierto las compuertas, para una confrontación de dos tendencias bien definidas y que presentan en el escenario político venezolano a dos candidatos: el actual Presidente de la República Bolivariana Hugo Chávez Frías (quien va por la reelección) y el candidato de la oposición (gobernador sin renuncia) del estado Miranda, Enrique Capriles Radonski.
La última actuación de la jerarquía eclesiástica de la CEV fue del conocimiento público por una reunión de alto nivel con representantes del gobierno nacional, donde se trataron importantes aspectos de la Iglesia con el Estado venezolano y se perfiló un entendimiento, en torno al papel de la Iglesia en el las actuales elecciones.
Para nadie es un secreto en Venezuela, el rol que han jugado algunos prelados de la jerarquía de la Iglesia Católica en relación a sus diferencias con el gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías. Y las más claras expresiones de esta posición en el pasado, fueron puestas de manifiesto sobretodo, en el golpe de Estado del año 2002 con el protagonismo del fallecido cardenal Mons. José Ignacio Velasco.
La discusión sobre el papel de la Iglesia y el Estado se ha mantenido en varios escenarios y en la mayoría de ellos, no ha dejado de tener características muy particulares. Recientemente vimos la alusión cordial del Primer Mandatario Nacional Hugo Chávez al Nuncio Apostólico del Vaticano Pietro Parolin, durante los actos protocolares del 5 de julio, Día de la Independencia Venezolana.
No obstante a estas señales de cordialidad, la «piquiña política» de algunos prelados se ha hecho sentir como lo fueron las recientes declaraciones del obispo Baltazar Porras desde España, contra el gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías. Para nada es de extrañar este comportamiento, que no es nuevo del obispo, con sus reiteradas acusaciones políticas, que llevaron al Primer Mandatario nacional a calificar al obispo como: «adeco con sotana».
Ahora según algunos titulares de diarios venezolanos, el actual presidente de la CEV, Mons. Diego Padrón ha dicho: «Enfermedad de Chávez sigue siendo un interrogante»; «El silencio sobre la salud de Chávez es antidemocrático»; «Persisten en el país los problemas del pasado». En fin, diferentes enfoques de los medios que Mons. Padrón, como buen comunicador, debería aclarar en momentos de campaña electoral.
Lo que si no resulta extraño es por ejemplo que la CEV venezolana se preocupe por la enfermedad del Presidente; ojala lo hayan invocado en sus oraciones a Dios para su entera recuperación. ¡Claro! que es una preocupación para todos los venezolanos la salud del Presidente y por eso el pueblo humilde, lo invoca todos los días en sus oraciones al Señor y a todos los santos; incluyendo el santo de los pobres Dr. José Gregorio Hernández.
Para el prelado, Mons. Padrón Sánchez, su preocupación lo llevó a expresar: «La mayor interrogante ha sido y sigue siendo la verdad sobre la enfermedad del presidente de la República. El secreto como estrategia es uno de los rasgos característicos de la actitud del Gobierno – y agregó – Se ha mantenido un silencio muy grande y, en una democracia, lo normal es que la gente tenga el conocimiento cierto de la salud de su gobernante».
«Para buen entendedor, pocas palabras bastan». No obstante, estamos seguros que el presidente de la CEV escuchó, vio por TV o leyó las declaraciones del Presidente Chávez en la clausura del XVIII Encuentro del Foro de Sao Paulo: «La oposición decía que no podía ni hablar, ni caminar, ni ser candidato. ¡Ahora aguántenme!».