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La crisis energética nicaragüense se agudiza

Fuentes: Argenpress

La crisis energética en Nicaragua se agudizó con la aplicación inmediata de racionamientos de electricidad que afectan el suministro de agua potable a millones de habitantes en el país.La multinacional española Unión Fenosa anunció en un comunicado que los racionamientos de electricidad durarán entre cuatro y seis horas diarias por tiempo indefinido.Las zonas más afectadas […]

La crisis energética en Nicaragua se agudizó con la aplicación inmediata de racionamientos de electricidad que afectan el suministro de agua potable a millones de habitantes en el país.

La multinacional española Unión Fenosa anunció en un comunicado que los racionamientos de electricidad durarán entre cuatro y seis horas diarias por tiempo indefinido.

Las zonas más afectadas por los racionamientos serán la capital Managua así como los departamentos de Masaya, Matagalpa, Granada, Chinandega y León, que sufrieron una medida similar la semana pasada.

En Managua, al menos 17 pozos de abastecimiento de agua potable se encuentran fuera de servicio por falta de energía. Miles de habitantes de barrios marginales en la capital y otras ciudades afrontarán sed y prolongados apagones.

Los encargados de los ingenios azucareros dijeron que la zafra ha terminado y algunas instalaciones han resentido la disminución del suministro eléctrico.

En algunas zonas, la disminución del suministro tendrá lugar en la noche, cuando aumenta la demanda.

Miles de afectados salieron a las calles con utensilios caseros en demanda del vital líquido, que es distribuido con camiones cisternas que no dan abasto.

Los inconformes piden la destitución de la directora de la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados, Ruth Herrera, que antes de asumir el cargo lideraba las demandas de los consumidores de un suministro eficiente de energía y agua potable.

Lo cierto es que la crisis energética de Nicaragua es algo más que la simple buena voluntad o la eficiencia de las instituciones estatales y sus funcionarios.

Es un problema de profundas raíces estructurales que tiene que ver con la antigüedad de las plantas generadoras de electricidad, algunas de las cuales tienen más de 50 años de funcionamiento, y la falta de inversión, privada o estatal.

Nicaragua tiene una demanda de energía de 500 megawatts diarios y un déficit de aproximadamente 100 megawatts, aun con el suministro adicional de unos 60 megawatts generados por 32 plantas suministradas por Venezuela.

De la electricidad en Nicaragua, entre el 70 y el 80 por ciento es generada con búnker y el restante con diesel, fuentes hídricas, geotérmicas y biomasa (caña de azúcar).

El gobierno del presidente Daniel Ortega renovó el miércoles un contrato con la empresa canadiense Polaris, que se ha comprometido a generar 66 megawatts de energía geotérmica en los próximos 18 meses.

Igualmente suscribió un contrato con el grupo guatemalteco Pantaleón, que administra un ingenio azucarero e invertirá en equipos para la generación de 40 megawatts de energía.

Venezuela ha prometido a Nicaragua una nueva remesa de 32 nuevas plantas eléctricas, que operan con búnker, un derivado de petróleo más barato que el diesel, para paliar el déficit energético.

Las primeras 32 plantas suministradas por el gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez operan con diesel lo que obliga al gobierno a ponerlas en marcha sólo en caso de emergencia, como el actual, por el alto costo operativo de las plantas.

Nicaragua es un país que sufre escasez de electricidad cuando está asentado en un mar de energía.

El Instituto de Investigaciones Geofísicas de la Universidad Nacional de Nicaragua dijo que el país tiene un potencial geotérmico de más de 3.000 megawatts, suficiente para la exportación de electricidad a Centroamérica y México.

Posee, además, importantes reservas de agua y dos lagos que figuran entre los más grandes del continente latinoamericano.

Actualmente en la zona del Caribe de Nicaragua se acondicionan unas 200.000 hectáreas de tierra desforestada para plantar palma africana a fin de producir biodiesel para el consumo energético nacional.

Un ingenio privado produce etanol, en cantidad aún muy limitada y comenzó a ser exportado a España.

El gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, prevé la inversión privada y estatal en el sector eléctrico para poner fin a la crisis del sector en el país.