Durante sus 96 años de historia, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha atravesado por un puñado de momentos de transformación. El actual es uno de ellos. La historia podrá mostrar que la Fed ayudó a evitar una Gran Depresión en 2008, pero los pasos radicales que tomó a lo largo del camino la […]
Durante sus 96 años de historia, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha atravesado por un puñado de momentos de transformación. El actual es uno de ellos.
La historia podrá mostrar que la Fed ayudó a evitar una Gran Depresión en 2008, pero los pasos radicales que tomó a lo largo del camino la hacen más vulnerable políticamente de lo que ha sido en décadas. Una amplia reevaluación del rol de la Fed en el sistema financiero y su gobierno comienza a materializarse.
Durante la Depresión, el mandato del banco central fue ampliado para permitir que prestara dinero extensamente durante situaciones de emergencia y, más tarde, el poder dentro de la Fed fue trasladado desde Nueva York a Washington. En los años 50, un acuerdo con el Tesoro liberó a la Fed de la responsabilidad de fijar las tasas de interés de largo plazo. En los años 80, Paul Volcker fortaleció la credibilidad de la Fed cuando resistió y aumentó las tasas de interés de corto plazo para derrotar a la inflación. En los años 90, la Fed dio pasos graduales hacia una mayor transparencia, al anunciar los cambios en las tasas de interés, por ejemplo.
En esta ocasión, la Fed podría obtener ciertas facultades importantes como nuevo regulador de la estabilidad financiera, como la autoridad para controlar instituciones financieras tan grandes que pueden poner en riesgo el sistema. Pero podría perder otros poderes, como la autoridad de regular la actividad financiera de los consumidores o prestar sin controles durante emergencias. El Congreso estadounidense, asimismo, podría menoscabar la independencia de la Fed, en especial la ley que permite que los bancos comerciales elijan los consejos directivos que supervisan los bancos regionales de la Fed.
Es demasiado prematuro para saber si la Fed saldrá de esta reestructuración como una institución debilitada y menos efectiva, o una con más poder y prestigio. Hay mucho en juego. Un banco central ineficaz puede causar estragos en la economía al alimentar la inflación o crear inestabilidad financiera. Mucho depende de cómo responde la economía a su medicina. Si se afianza una recuperación, la Fed tendrá gran poder de negociación.
«La Fed va a cambiar», afirma Frederic Mishkin, un profesor de la Universidad de Columbia que se desempeñó como gobernador de la Fed hasta agosto pasado. «Si las cosas salen bien en términos políticos no será un cambio radical».
Uno de los aliados clave de Bernanke en el Congreso de EE.UU. es el demócrata Barney Frank, quien afirma que no quiere adentrarse en mucho en estos temas hasta el próximo año. «Estamos en medio de una crisis», señaló el presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. «No quisiera que se considerara que estoy afectando la capacidad de la Fed de enfrentar la crisis».
Uno de los temas clave es la independencia de la Fed. Los estudios económicos, realizada por el actual asesor económico de la Casa Blanca Lawrence Summers, entre otros, demuestran que los bancos centrales son menos efectivos para combatir la inflación cuando la política motiva sus decisiones. Los críticos sostienen que la Fed ya sacrificó su independencia al alinearse tan de cerca con el Departamento del Tesoro para rescatar a firmas con problemas como Bear Stearns, American International Group y Citigroup.
Al interior de la Fed creen que los críticos están pasando por alto una distinción clave: el banco central actuó en conjunto con el Tesoro para rescates individuales, pero sus decisiones más generales sobre las tasas de interés y cuánto dinero inyectar a la economía son tomadas completamente por la Fed. Su independencia, en otras palabras, sigue intacta.
¿Se mantendrá así? No necesariamente.
Una vulnerabilidad son los 12 bancos regionales de la Reserva Federal, cuyos presidentes tienen voz y voto en las decisiones de la Fed sobre tasas de interés. Los bancos regionales son bichos raros, que fueron creados en 1913 cuando se formó la Fed mediante un acuerdo político entre agricultores, banqueros y políticos que desconfiaban el uno del otro. Los miembros de la junta de los bancos, que provienen del sector privado, eligen sus presidentes, sujetos a aprobación por parte de la junta de la Reserva Federal en Washington.
Otros temas redefinirán el poder y la independencia de la Fed. Algunos economistas afirman que la Fed debería perder su poder de regular actividades de finanzas de consumo, como las prácticas de los bancos referentes a tarjetas de crédito, que no es central a su tarea de mantener la inflación y el crecimiento económico a un nivel estable.