Recomiendo:
0

La crisis que no cesa. Tercera recesión en Europa e incógnitas sobre el desarrollo capitalista.

Fuentes: Rebelión

Las principales instituciones internacionales del capitalismo – con el FMI a la cabeza – y el comportamiento de los inversores apuntan a la entrada en la tercera recesión en Europa dentro de la actual crisis económica desencadenada de forma virulenta en 2008. Los dos datos económicos fundamentales dentro de Europa vendrían dados, en primer lugar, […]


Las principales instituciones internacionales del capitalismo – con el FMI a la cabeza – y el comportamiento de los inversores apuntan a la entrada en la tercera recesión en Europa dentro de la actual crisis económica desencadenada de forma virulenta en 2008.

Los dos datos económicos fundamentales dentro de Europa vendrían dados, en primer lugar, por la pérdida de dinamismo de las principales economías europeas – especialmente la alemana cuyo crecimiento ha sido rebajado a mínimos, sumándose a la recesión de Italia y al estancamiento francés – que durante el desarrollo de la crisis habían conseguido mantenerse más o menos al margen de unos efectos que se habían concentrado sobretodo en los países periféricos de la UE. Pero las políticas de austeridad impuestas por la troika – en cuya defensa a destacado Alemania -, cuyo objetivo final era trasladar el coste principal de la crisis sobre las espaldas de las clases populares, han terminado minando también la posición económica de los países centrales europeos.

La situación se agrava por dos motivos complementarios, el primero es la tendencia de las economías europeas a entrar en un período de deflación generalizada y persistente que dificultaría aún más la salida de la crisis; el segundo es que, a diferencia del inicio de la crisis, en estos momentos el BCE ya ha utilizado gran parte de la munición de que dispone para enfrentar la crisis – recorte de tipos, enormes subastas de liquidez a la banca para que lo trasladen a la economía real, tasa negativa a los depósitos bancarios, anuncio de un programa de protección de la deuda soberana en caso necesario, etc. -, y su capacidad de reacción se ha reducido de manera importante. En estos momentos se está produciendo un cambio en el discurso económico imperante del establishment, y se está pasando de la preconización de las políticas de austeridad a otra neokeynesiana basada en la inversión en infraestructuras como motor para reactivar una actividad económica que los mercados por si solos son incapaces de poner en marcha, no obstante, Alemania continua siendo quién más obstáculos pone a ese cambio de tendencia económica con su inamovible política de déficit cero.

Pero hay otro dato en Europa que empieza a influir también en la situación, este dato no es de naturaleza económica sino política y proviene del eslabón débil en Europa, Grecia. El ascenso electoral de Syriza y la posibilidad real de que pueda alcanzar el gobierno en unas próximas elecciones – ante el fuerte desgaste de la actual coalición de gobierno entre conservadores y socialistas – está llevando al gobierno heleno a plantearse la salida anticipada del plan de rescate financiero que acordó con la troika como manera de revertir su desprestigio popular. En este caso es el temor de los mercados a que la expresión de la voluntad popular coloque en el gobierno a un partido que exige la renegociación de las condiciones del actual rescate griego por la troika.

Pero aunque los problemas económicos principales vuelven a concentrarse en Europa, la situación en el resto de la economía mundial se ha hecho también más frágil. Cuando comenzó la fase aguda de la crisis actual en 2008, los países emergentes mostraron un comportamiento económico mejor que los países europeos o EE.UU., de hecho se habló entonces de un proceso de desacoplamiento de sus economías, que quedarían al margen de la crisis. Aquello se olvidó y hoy la economía de los principales países emergentes también dan muestras de agotamiento debido a distintos motivos, como en el caso de Brasil, que ya ha entrado en recesión, Rusia, con los problemas derivados del conflicto ucranio, y China, que aún creciendo ya no lo hace al ritmo de años anteriores y pende sobre ella la amenaza de la burbuja de la deuda.

La disminución de los precios de las materias primas, donde destaca el petróleo por su impacto inmediato en las economías, es un claro indicador de que la actividad económica mundial se reduce, y de que no se está produciendo una salida clara de la crisis después de 6 años. Los pronósticos de los economistas y las instituciones internacionales empiezan a señalar la posibilidad de que se haya entrado en una larga etapa de crecimiento general bajo o estancamiento.

Esta situación vuelve a sacar a la superficie un viejo debate que arrancó con la crisis iniciada a mediados de los años 70 y reavivada con la crisis actual. El debate, de importancia trascendental, gira en torno a si el capitalismo seguirá la dinámica de los ciclos anteriores, en los cuales después de cada crisis aparece un nuevo período de recuperación y crecimiento, o, debido a las características de la nueva etapa – globalización mundial, financiarización gigantesca y descontrolada, agravamiento de los problemas medioambientales, declive de la hegemonía estadounidense, etc. – se ha entrado en un período de largo declive en el que no habrá un nuevo impulso de crecimiento en la acumulación [i] .

Una de las teorías más utilizadas para estudiar estos amplios procesos es la de las ondas largas de Kondratiev. En resumen, según esta teoría el capitalismo desde el inicio de la era industrial habría transitado por cuatro ciclos de una amplitud aproximada de 50 o 60 años cada uno. La crisis iniciada a mediados de los años 70 correspondería con el inicio de la cuarta onda descendente y, un cuarto de siglo después debería haber comenzado el quinto ciclo ascendente. Esta teoría también asocia el inicio de un ciclo ascendente con la difusión de una previa revolución tecnológica.

Algunos autores se inclinan por pensar que la onda descendente iniciada a mediados de los años 70 se habría prolongado mucho más allá de los 25 o 30 años habituales y que la economía capitalista aún continuaría inmersa en ella, pero sin explicar satisfactoriamente las razones de ese alargamiento, ni cuál sería la revolución tecnológica que llevaría a iniciar una nueva onda ascendente. Menos convincentes aún son los autores que han apuntado que sí se asistió a una fase ascendente en los años 90 del siglo pasado y que debería prolongarse hasta el 2015 o 2020, siendo la crisis desencadenada en 2008 un corto período de transición en esa fase expansiva, pues la actual crisis está siendo muy prolongada y de una intensidad comparable a la de los años 30. Por último están los autores que suponen que, debido a los profundos cambios acaecidos en el capitalismo, el ciclo de Kondratiev ha dejado de funcionar. Por ejemplo, la actual revolución tecnológica basada en el desarrollo de las comunicaciones o la biotecnología no ha cumplido con la expectativa de que originase una nueva fase de ascenso del ciclo Kondratiev.

Podemos terminar señalando que aún si no estuviésemos asistiendo a la fase más o menos larga del final del capitalismo, al menos se debería admitir que se ha entrado en una fase de inflexión importante del sistema por cuanto se admite, primero, que nos encontramos en el declive de la hegemonía norteamericana sin poder asegurar que nueva hegemonía sería la heredera; segundo, que no se ha encontrado un régimen de regulación claro que sustituya al superado taylorista-fordista después de un largo período y; tercero, que no parece claro que se haya iniciado una nueva onda larga de crecimiento con lo cual la fase descendente anterior se estaría alargando mucho más que los ciclos anteriores, sin poder concluir si se ha distorsionado la teoría de las ondas largas o ha dejado de servir como teoría explicativa.

 

 



[i] En esta parte seguimos algunos de los análisis y conclusiones de la obra «Capitalismo. Interpretaciones de su evolución y crisis» que se puede encontrar en el blog : http://miradacrtica.blogspot.com/ , o en la dirección: http://www.scribd.com/sanchezroje , junto al resto de mis artículos, documentos y libros.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.