El solo hecho de que en la III Cumbre de la Organización de Países Exportadores de petróleo (OPEP) realizada en Riad, Arabia Saudita, se planteara por algunas naciones la necesidad de buscar otras monedas de referencia para fijar los precios del crudo en sustitución del dólar, ha creado enormes temores en Estados Unidos que vería […]
El solo hecho de que en la III Cumbre de la Organización de Países Exportadores de petróleo (OPEP) realizada en Riad, Arabia Saudita, se planteara por algunas naciones la necesidad de buscar otras monedas de referencia para fijar los precios del crudo en sustitución del dólar, ha creado enormes temores en Estados Unidos que vería una mayor caída en el valor de su ya desgastado billete verde y a la par, disminuiría su papel hegemónico en la economía mundial.
En la reunión cerrada de la Cumbre, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad propuso que la OPEP sustituyera el dólar por el euro en las transacciones comerciales, cuyo planteamiento fue respaldado por los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez y de Ecuador, Rafael Correa.
Como era de espera, Arabia Saudita, principal exportador de crudo y fiel aliado político, militar y económico de Estados Unidos rechazó inmediatamente la iniciativa de la cual no se hizo mención en la declaración final pero se acordó, al igual que un posible aumento en la oferta del crudo analizarla en la reunión en Abu Dabi prevista para el 5 de diciembre.
No por gusto, las declaraciones del canciller saudita Saud Faisal rondaron entre la incertidumbre y el miedo cuando declaró: «La mera mención de que la OPEP esté estudiando el tema del dólar tendrá un efecto en nuestros países».
Terminada la Cumbre, Chávez viajó a Irán donde en declaraciones a la prensa, afirmó «pronto no hablarán más de dólares porque su valor está en caída libre y el imperio del billete verde se está derrumbando»
Aunque la caída del dólar en los mercados mundiales ha ayudado a alimentar el repunte del petróleo a un máximo de casi 100 dólares el barril (59 litros), también ha erosionado el poder adquisitivo de los miembros de la OPEP.
Irán y Venezuela, con el tácito apoyo de Ecuador dejaron claro antes y después de la cumbre que continuarán presionando para tratar que en el futuro la OPEP pudiera fijar el precio del crudo en base a una canasta de monedas. Esta decisión debilitaría mucho más al dólar y supondría un golpe político y económico contra Estados Unidos.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), surgió en septiembre de 1960 en Bagdag, con la idea de obtener mayores ingresos para los países productores de crudo, pues las compañías petroleras transnacionales, como Chevron, Exxon, Texaco y Movil, detentaban el control sobre los recursos, mercados y los precios del crudo. Estos grandes monopolios funcionaban como propietarias de los grandes yacimientos de hidrocarburos en el mundo, y fijaban el valor del combustible según la conveniencia de las potencias económicas de donde procedían.
En la actualidad esta formado por 13 países, Arabia Saudita, Iraq, Irán, Kuwait, Venezuela, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Nigeria, Libia, Indonesia, Qatar, Angola y Ecuador.
En un principio, la OPEP pasó a desempeñar un rol político protagónico el cual permitió estabilizar la extracción y valorizar de ese recurso natural, a la par que actuó como instrumento para la lucha por la nacionalización de la industria petrolera en los países miembros. Este es el rol que el Chávez volvió a proponer en la recién terminada Cumbre tras pasarle la presidencia de la institución a Arabia Saudita después de que Venezuela la ejerció y la fortaleció desde 2000.
Para nadie es un secreto que Estados Unidos necesita para mantener su poderío imperial, fuentes de abastecimiento de hidrocarburos que le permitan sostener el gasto de 22 millones de barriles de petróleo diario, o sea, el 28% de la producción del orbe.
En 1998, el crudo tenía un precio de 11 dólares el barril; en 1999 pasó a 25,60 dólares y en marzo de 2000 alcanzó 34 dólares por unidad de medida y en la actualidad se cotiza a 98.45 dólares.
Desde los acuerdos de Breton Wood, en 1944, Estados Unidos logró que el dólar se estableciera como moneda mundial de reserva y su valor lo garantizaban sus grandes acumulaciones de oro.
En la década de 1970, Washington llegó a un acuerdo con la OPEP por medio del cual todas sus actividades comerciales petrolíferas se efectuarían solo con el billete verde, mientras a la par éste le garantizaba un rearme militar a Arabia Saudita y protegería a las monarquías del Golfo de posibles invasiones o amenazas internas.
Desde entonces, Washington también separó el dólar de sus reservas de oro y comenzó a imprimir a diestra y sinistra su moneda con lo cual inundó al mundo con esos papeles sin que estos tengan un valor real con las riquezas del país emisor.
Iraq, cuando ejercía el poder Saddam Hussein, fue el primer país que decidió fijar su producción petrolera en otras monedas y ese fue uno de los motivos principales para que Estados Unidos lo atacara y ocupara años más tarde.
El gobierno de Irán, hace poco tiempo, autorizó la apertura de un mercado de petróleo con operaciones en euros, lo cual resultó un golpe para el dólar estadounidense que desde hace meses se tambalea en una escabrosa cima de la cual pudiera caer como moneda de transacciones universales.
Asimismo, recientemente Rusia, lanzó otro fuerte amenaza contra el billete verde cuando en una reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) efectuada en Washington, afirmó que su país no consideraba al dólar como moneda de reserva de confianza debido a su inestabilidad. Datos oficiales indican que Rusia cuenta con una reserva de 230 000 millones de dólares, de los cuales 70% son en esa moneda, 25% en euros y el resto en otras (libra, yen, yuan).
Siria, por su parte, ya dio los primeros pasos al cambiar paulatinamente desde hace casi tres años sus reservas por euros; el gobernador del Banco Central de los Emiratos Árabes Unidos, Sultán Al Suweidi, anunció que proyecta convertir en euros el 10% de sus reservas en dólares; Venezuela también ha seguido el camino hacia la búsqueda de monedas más seguras como euros y yuanes chinos, al igual que lo ha hecho Corea del Norte. Un país como Suecia ya recortó sus reservas en dólares a solo el 20% y elevó al 50% las acumuladas en euros.
Uno de los integrantes del Banco Central de China, Yu Yongding, comentó en abril pasado que las enormes reservas chinas corrían graves riegos por el declive del billete verde.
Ante estas realidades, el billete verde se encuentra en estampida, mientras en Washington la preocupación crece ante las nuevas dificultades que se le presentan para continuar dominando al mundo. Parafraseando al cantante argentino Carlos Gardel se le pudiera decir al dólar: «Adiós muchacho, compañero de mi vida…»