Abuja, Nigeria, 30 de noviembre. Los presidentes de los 65 países de Africa y Sudamérica concluyeron este jueves la primera cumbre entre naciones de esas regiones, con el llamamiento a una fuerte alianza Sur-Sur en favor del desarrollo, para tener voz propia en el mundo y frenar la presión de las naciones del norte. En […]
Abuja, Nigeria, 30 de noviembre. Los presidentes de los 65 países de Africa y Sudamérica concluyeron este jueves la primera cumbre entre naciones de esas regiones, con el llamamiento a una fuerte alianza Sur-Sur en favor del desarrollo, para tener voz propia en el mundo y frenar la presión de las naciones del norte.
En la apertura de la cumbre, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, precisó que el fracaso de las actuales negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para la liberalización del comercio internacional »condenaría a la indigencia» a los países en desarrollo.
Esta es la primera cita de los países de Africa y Sudamérica, organizada por iniciativa de Brasil y Nigeria, y a la que acudieron seis presidentes sudamericanos de un total de 12 países: Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Surinam y Guyana.
Los mandatarios adoptaron la declaración, la resolución y el plan de acción de Abuja, donde detallan las áreas de cooperación para la reforma de la ONU, la reanudación de las negociaciones de la OMC y la creación de un banco afro-sudamericano, entre otras cosas, y establecen que la próxima cumbre se celebrará en Venezuela en 2009, ya que tendrá carácter trianual.
Esta cumbre es »un nuevo capítulo de las relaciones Sur-Sur» y »una nueva geografía política es posible si actuamos juntos», afirmó Lula da Silva en la apertura de la cumbre.
»Siempre tenemos los ojos volcados hacia el norte y no nos damos cuenta de que muchas soluciones se podrían encontrar con diálogo entre nuestros países» y »llevar la esperanza a las poblaciones más marginadas de los dos lados del Atlántico», dijo, y aseguró que en su segundo mandato profundizará su relación con Africa.
»El vasto mar que nos separa es en realidad un simple río llamado Atlántico; hoy estamos construyendo un puente sobre él», describió.
El líder libio, Muamar Kadafi, vestido con traje tradicional blanco, llamó a formar »una alianza poderosa, porque de lo contrario habrá una laguna con consecuencias graves para el Sur», y denunció las »grandes presiones del Norte al Sur». Por eso exhortó a que ambos continentes trabajen »rápido», ya que el mundo sufre desafíos dramáticos. »Africa y Sudamérica no deben ser dos retaguardias de Estados Unidos: debemos exportar nuestros productos porque tenemos recursos», pero no a precios bajos, dijo.
En ese sentido, Lula advirtió del peligro del fracaso de la ronda comercial de Doha, actualmente en punto muerto, e invitó a los países africanos a imitar a su país y producir biodiesel como alternativa al petróleo y para crear puestos de trabajo.
Vestido con túnica tradicional azul, el presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, anfitrión del evento, dijo esperar que la cumbre inicie »una cooperación duradera» entre ambos continentes »para mejorar las condiciones de nuestros países».
»Somos dos continentes que tenemos algo parecido: hemos sido colonizados, despreciados, marginados, dominados», dijo a su vez el presidente bolivino Evo Morales, que añadió que el segundo mandato de Lula »fortalece a la lucha de los campesinos e indígenas» en Bolivia, y también felicitó al presidente electo de Ecuador, Rafael Correa.
Tanto Lula como Kadafi preconizaron la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, pues »responde a un sistema internacional que ya no existe», según Lula.
Su par libio, Muamar Kadafi, fue más lejos y estimó que »cada región debe tener al menos un escaño permanente en el Consejo de Seguridad; no es normal que tres o cuatro países nos impongan sus decisiones», denunció. Defendió el »derecho a un escaño permanente en el Consejo de Seguridad también para Africa», para países como India en Asia y para la Unión Europea, con el fin de alcanzar un »equilibrio» mundial.