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La decisión más arriesgada del BCE

Fuentes: The Wall Street Journal

Al planear elevar las tasas de interés en medio de un coro de objeciones, Jean-Claude Trichet se está embarcando en su mayor apuesta desde que asumió la presidencia del Banco Central Europeo hace más de dos años. La recuperación económica de los 12 países que componen la zona euro está cobrando impulso recientemente luego de […]

Al planear elevar las tasas de interés en medio de un coro de objeciones, Jean-Claude Trichet se está embarcando en su mayor apuesta desde que asumió la presidencia del Banco Central Europeo hace más de dos años.

La recuperación económica de los 12 países que componen la zona euro está cobrando impulso recientemente luego de varios intentos fallidos, pero los datos económicos distan de ser concluyentes y la inflación está empezando a decaer. Todo esto está ayudando a levantar una ola de oposición al BCE a medida que ministros de hacienda, centros de estudios e importantes sindicatos argumentan que las bajas tasas aún son necesarias para estimular la incipiente recuperación.

A pesar de esto, Trichet dejó de lado un discurso el mes pasado para leer un mensaje preparado: el BCE subirá las tasas para contener una inflación incipiente. Se espera que el incremento, el primero en cinco años, tenga lugar hoy jueves. La actual tasa de referencia, que se ubica en un 2%, no varía desde junio de 2003.

Durante el anterior, y hasta el momento único, ajuste monetario del BCE, la economía europea experimentaba un auge gracias a la influencia de la tecnología y la decisión de subir las tasas fue sencilla.

Ahora es diferente. Trichet sostiene que mantener la inflación baja es la mejor manera de promover el crecimiento y la creación de empleos. El presidente del BCE teme que la credibilidad de la institución se vea comprometida, luego que la inflación estuviera por encima de las metas del banco en seis de los últimos siete años. Una falta de credibilidad puede resultar en tasas aún mayores y menos crecimiento, observa.

Si Trichet o sus detractores están en lo cierto será algo que se determinará en los meses entrantes. De por medio está la reputación de Trichet y del BCE.

La salud de la economía de la zona euro también está en juego. Dada su importancia en el comercio mundial, el bienestar de Europa es crucial para la economía global.

«El riesgo de cometer un error en política monetaria por parte del BCE nunca ha sido mayor», asegura Jean-Michel Six, principal economista europeo de servicios de clasificación de Standard & Poor’s en Londres. «Podrían subir las tasas demasiado pronto y acabar con la recuperación, o demasiado tarde y podríamos ver una inflación significativa».

Los brotes de inflación comienzan a surgir en todo el mundo a raíz, principalmente, del alza en los precios de la energía. El precio del petróleo se ha disparado más de un 50% en lo que va del año y los bancos centrales del mundo han empezado a subir las tasas para controlar la inflación.

Los europeos son ahora particularmente sensibles a las tasas más altas porque el crecimiento es mucho menor y más incierto que en EE.UU. y el desempleo es mayor: 8,4% frente a casi 5% en EE.UU.

Además, la inflación anual se redujo por segundo mes consecutivo a un 2,4% en noviembre, con relación al 2,6% en septiembre, más cerca de la meta del BCE ligeramente inferior al 2%. «Vemos el incremento planificado… como una carga a la frágil reactivación», dijo el vocero de IG Metall, uno de los mayores sindicatos de Europa.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico instó esta semana al Banco Central Europeo a esperar hasta finales del próximo año para subir las tasas. Algunos economistas temen que un ajuste monetario pudiera provocar un fortalecimiento del euro frente al dólar, acabando con una ligera recuperación en la industria.

Si la economía de la eurozona se tambalea, crecerán las demandas para que se lleve a cabo una reforma del BCE.