El opositor Luis Vicente León, que suele mantener posiciones independientes con respecto a sus congéneres de la derecha, ha asomado algo que es digno de reflexión. Según el analista, «la historia ha demostrado que las sanciones internacionales sólo han producido mayor fortaleza política interna al sancionado… las sanciones de EEUU contra Samper, siendo presidente de […]
El opositor Luis Vicente León, que suele mantener posiciones independientes con respecto a sus congéneres de la derecha, ha asomado algo que es digno de reflexión. Según el analista, «la historia ha demostrado que las sanciones internacionales sólo han producido mayor fortaleza política interna al sancionado… las sanciones de EEUU contra Samper, siendo presidente de Colombia, lo atornillaron políticamente en su país… las sanciones contra Cuba son un clásico del disparate en términos del impacto logrado contra el gobierno de ese país internamente». Claro, como se ve, León no cuestiona la pertinencia de las sanciones, él es un derechista favorable a las políticas neoliberales y a la alineación de Venezuela con el imperialismo. Sencillamente no cree que las sanciones sean convenientes para las intenciones que las motivan.
Es más, el analista no ve con malos ojos otras formas de injerencia, pues afirma que «han sido infinitamente más eficientes las estrategias de presión en organismos internacionales de DD HH que las sanciones». Y sigue: «EE UU tiene evidente derecho a dar o quitar visa a quien quiera. Pero eso, tomado como sanción, tiene efectos internos contrarios al esperado».
Hay algo en lo que León no se equivoca: «… en política lo que impacta no es lo que pasa sino lo que la gente cree que pasa. Los gobiernos locales tienen ventaja perceptual frente a una sanción… lo relevante internamente no es como plantea EE UU las sanciones contra funcionarios venezolanos sino cómo la interpreta la mayoría en Venezuela».
Antes de seguir adelante, señalemos que las opiniones de León son distintas a las asomadas por otros opositores, como Ledezma y Capriles, que se han apresurado a endosar las sanciones. Pero de todas formas, las suyas no son las opiniones de un patriota, sino las de un proimperialista que quisiera que Estados Unidos fuese más eficiente en sus intervenciones en el mundo.
Ahora bien, lo que quiere decir León cuando afirma que «en política lo que impacta no es lo que pasa sino lo que la gente cree que pasa», lo hemos señalado nosotros en Análisis anteriores con otras palabras, en el sentido de que en la era del dominio de las telecomunicaciones, la política es sobre todo un asunto de percepción:
no importa tanto lo que es, sino lo que parece que es o, dicho de otra manera, la realidad se convierte en una virtualidad comunicacional: los escenarios son construidos por los medios y, en general, por la comunicación pública.
Otra verdad refiere igualmente León: «La tendencia política natural es que la mayoría rechace acciones de países extranjeros que puedan interpretarse como una intervención». Pero como toda verdad, esta es afectada por el contexto, el cual la relativiza. En nuestro caso, las sanciones son una oportunidad de oro para abonar a la principalísima cuestión de que estamos enfrentados al poder imperial y somos defensores de la Patria. Pero no es una derivación automática. Ladinamente, Capriles trata de vender una idea que podría ser comprada por unos cuantos desinformados: «Las sanciones de EUA son a grupo de enchufados, no a Venezuela y menos a nuestro Pueblo. Que los enchufados se defiendan solos». De esta manera, el fascista de marras tergiversa absolutamente todo el trasfondo de la acción emprendida por el Congreso yanqui. Por supuesto, en Estados Unidos se lo pensaron bien para darle ese matiz a la agresión que significan las sanciones, y su esclavo del patio no hace sino ayudar para que los designios de sus amos se cumplan.
En cuanto a nosotros, deberíamos ir más allá de las declaraciones propias del caso, que deben ser hechas también, por supuesto. Pero si nos quedamos en la mera toma de posición de los funcionarios, bien sea el Presidente, el Canciller, el presidente de la Asamblea Nacional o algún otro, estaríamos abonando sin querer a la matriz que trata de imponer Capriles y que tiene capacidad para confundir a más de uno: serían solo los «enchufados» defendiéndose a sí mismos.
Los jefes de nuestras comunicaciones son lo suficientemente rápidos montando campañas propagandísticas, pero no tienen la misma capacidad para asumir con decisión y premura la acción comunicacional referida a las cuestiones trascendentes ¡Cómo haría falta en este momento una campaña comunicacional que recuerde de manera creativa y extendida la historia de las agresiones imperialistas contra nuestra América! ¡Cuánto necesitamos un llamado enérgico, entusiasta, mediático y callejero a la defensa de la Patria! En muchas ocasiones nos quedamos como pasmados mientras el enemigo actúa con toda su experiencia y todos sus recursos. Comunicación de combate es lo que precisamos, pero eso no parece ser posible mientras nuestros aparatos comunicacionales
Fuente: http://www.eljoropo.com/site/nestor-francia-analisis-de-entorno-la-defensa-de-los-enchufados/