Los investigadores de la Reserva Federal acaban de publicar un cúmulo de datos que constituyen una historia ejemplar -sobre desigualdad- que las familias medias de dondequiera que sea no deberían olvidar nunca. Cada tres años, los encuestadores del Consejo de la Reserva Federal recorren los Estados Unidos para estimar el comportamiento financiero de las familias […]
Los investigadores de la Reserva Federal acaban de publicar un cúmulo de datos que constituyen una historia ejemplar -sobre desigualdad- que las familias medias de dondequiera que sea no deberían olvidar nunca.
Cada tres años, los encuestadores del Consejo de la Reserva Federal recorren los Estados Unidos para estimar el comportamiento financiero de las familias americanas. Los encuestadores llaman a unas 4.500 puertas, y llevan a cabo entrevistas increíblemente detalladas que muestran cualquier faceta de lo que las familias hacen y de lo que poseen.
A veces los datos de estas entrevistas se hacen públicos, como la Encuesta de la Reserva Federal sobre las Finanzas del Consumidor, el mejor – con diferencia- resumen estadístico nacional, de la vida económica tal y como las familias la viven realmente.
La última edición de esta siempre fascinante encuesta de la Fed, publicada hace solamente una semana, cubre el año 2007. Desde luego las cosas han cambiado mucho desde el 2007, el último año completo antes de que la economía de los EEUU se hundiera en el abismo. Este irse a pique ¿deja completamente obsoletos los nuevos datos 2007 de la Fed? ¿Habría que relegar sencillamente esta nueva encuesta de la Fed a una estantería cualquiera y olvidarnos de ella?
No tan deprisa. Actualmente tenemos una economía que necesita desesperadamente un remiendo. Pero no se puede arreglar nada si no se entiende lo que se hizo mal. Los números del 2007 de la Fed pueden ayudar a esta compresión.
Entonces ¿qué es lo que podemos aprender de los datos de la Fed? Sencillamente esto: en una sociedad profundamente desigual, en que los ingresos y las riquezas se concentran cada vez más en la parte superior, las deudas subirán y las burbujas especulativas se hincharán. Finalmente, las burbujas reventarán. La desigualdad siempre las hará reventar.
Los Estados Unidos, los datos de la Fed lo dejan meridianamente claro, entraron en el siglo XXI como en un lugar a todas luces desigual y actuando para ser todavía más desigual.
En 2007, las familias situadas exactamente en el centro de la distribución del ingreso de EEUU – familias con ingresos entre 36.500$ y 59.600$- tuvieron en promedio 400$ menos de ingresos, deducida la inflación, que en 2004.
En contraste, las familias situadas en el rango superior de la escala económica americana obtuvieron un significativo aumento de ingresos en el mismo período de tiempo. El 10% más rico de la nación -familias con ingresos superiores a 140.900$- vio subir sus ingresos en 65.800$ en promedio, hasta los 397.700$.
Las nuevas cifras de la Fed sobre riqueza familiar no parecen, a primera vista, contar la misma historia.
Ciertamente la Fed encontró un incremento substancial de la riqueza neta – o sea, la suma total de activos menos deudas- de los americanos más ricos. En 2007, el 10% superior de las familias de EEUU poseían casi el doble, deducida la inflación, de la riqueza que poseían en 1998. En el espacio de nueve años estas familias de altos ingresos hicieron un salto de un 94%, hasta 1,2 millones$, en su riqueza neta media.
La riqueza neta de la familia media americana ha estado lejos de igualar este incremento. Pero la riqueza neta de la clase media saltó de modo significativo. En 2007, la familia típica americana de clase media poseía un valor neto de 88.100$, un 30% más, deducida la inflación, que la riqueza neta de esta familia en 1998 y un 12% más que la riqueza neta de esta familia en 2004.
Esto suscita una pregunta obvia. ¿Como es posible que la riqueza neta media familiar creciera al mismo tiempo que los ingresos – de las familias medias- se estancaban? No hay ningún misterio. Los valores netos crecían porque el valor de los activos que las familias medias poseían, especialmente viviendas y stocks, se hinchaban.
El valor de las acciones, una de las medidas claves, subió en un 41% desde 2004 hasta 2007. El precio de la vivienda, en estos tres años, cayó en algunos estados – las casas en Michigan, por ejemplo, perdieron un 8% de su valor en 2007- pero en términos nacionales los valores estaban todavía subiendo.
Gracias especialmente a esta burbuja en los precios de la vivienda, casi las tres cuartas partes de las familias de EEUU, el 72,4% para ser exactos, terminaron el 2007 asentados en «ganancias no realizadas de capital» que añadían, para la familia típica de esta cohorte burbujera, 75.000$ a la riqueza neta familiar.
Estas decenas de miles ocultaban una realidad económica mucho más significativa: Las familias americanas medias podían haberse hecho «más ricas» sobre el papel. Pero los números sobre el papel no pagan facturas. Solamente los dólares reales pagan facturas y las familias medias, con sus ingresos estancándose, no los tenían.
En consecuencia las familias medias tomaron prestado a niveles record, según muestran los nuevos datos de la Fed. Entre 2004 y 2007, el saldo medio no pagado de las familias con pasivos en sus tarjetas de crédito subió en un 30,4%, hasta 7.300$.
Los economistas utilizan un instrumento de medida para identificar el nivel en que la deuda se convierte en peligrosa. Consideran que si los pagos por deuda suman más del 40% de los ingresos se corre el riesgo de tener graves problemas. En 2007 más de una de cada cuatro unidades familiares de la quinta parte más pobre de la nación – unidades familiares con menos de 20.600$- hacían frente a pagos equivalentes a más de un 40% de los ingresos.
Los investigadores de la Fed, en 2007, encontraron niveles de deuda peligrosamente elevados entre familias presumiblemente «confortables». De las familias con ingresos entre 59.600$ y 98.200$, más de una de cada ocho, el 12,7%, dedicaban más de un 40% de sus ingresos a cancelar deuda.
Actualmente conocemos como se desarrolló el resto de esta historia de deuda. Las cargas aplastantes de deuda continuarían acosando a millones de familias americanas. Los fallos subsiguientes en los pagos de las hipotecas derribaron el edificio altamente apalancado de los seguros de las tarjetas de crédito, y aplastaron a la economía.
La riqueza neta media de las familias americanas ha descendido, según estimaciones de la Fed, un 22,7% desde 2007, más que suficiente para eliminar virtualmente cada dólar de ganancia neta en riqueza que las familias medias registraron a lo largo de la pasada década.
En cuanto a las familias en la parte superior ¿cuál ha sido su parte? No tendremos una perspectiva de la Fed respecto a como les va a los americanos verdaderamente ricos hasta finales de invierno. Los investigadores de la Encuesta de las Finanzas del Consumidor tradicionalmente no publican ningún análisis referido al 1 por ciento de las primeras fortunas familiares hasta semanas después de que aparezca su informe inicial.
Este año, este análisis del extremo superior se esperará ansiosamente, incluso más que en los anteriores.
Sam Pizzigati es el editor general de Toomuch.org
Traducción para www.sinpermiso.info: Anna Maria Garriga