Llegar a Teherán, capital de Irán, es enfrentarse con una ciudad llena de comercios repletos de mercancías y alimentos por doquier, transportes de todo tipo y numerosas personas que hacen olvidar las fuertes sanciones económicas impuestas en los últimos tiempos por las naciones occidentales a esa República Islámica. Con el argumento de que Irán puede […]
Llegar a Teherán, capital de Irán, es enfrentarse con una ciudad llena de comercios repletos de mercancías y alimentos por doquier, transportes de todo tipo y numerosas personas que hacen olvidar las fuertes sanciones económicas impuestas en los últimos tiempos por las naciones occidentales a esa República Islámica.
Con el argumento de que Irán puede en un futuro fabricar bombas atómicas debido a que esa nación impulsa el desarrollo nuclear con fines pacíficos para utilizarlo en la generación eléctrica, investigaciones de salud y otras, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, han impuesto un fuerte bloqueo económico en aras de debilitar al gobierno y, de esa forma, encontrar una brecha para adueñarse del país y de sus grandes reservas petroleras.
Durante un seminario internacional sobre el Movimiento de Países No Alineado, efectuado en Teherán los días 17 y 18 julio con la participación de dos docenas de periodistas foráneos (la XVI Cumbre de NOAL se realizará en esa nación a finales de agosto próximo) se ofrecieron importantes datos sobre la economía.
La nación persa posee una fuerte economía que la ubican en
el lugar 17 de mundo por su Producto Interno Bruto estimado
en 1 006 540 millones de dólares. Es el tercer exportador de petróleo del orbe. Posee además yacimientos de gas, carbón, cobre, hierro, plomo, manganeso, zinc, azufre.
Ubicada en una estratégica zona del continente asiático en la zona del Golfo Pérsico, tiene una extensión de 1 648 000 kilómetros cuadrados y limita al noroeste con Turquía, Armenia y Azerbaiyán; Irak al oeste; Turkmenistán al noreste; Afganistán al este; Pakistán al sureste y el Golfo Pérsico al sur.
Irán cuenta con un elevado desarrollo científico-técnico y fábricas industrias que producen derivados del petróleo, medios de comunicación, transportes (autos, camiones, ferrocarriles), textiles, alimentos de todo tipo, etcétera.
El periódico Tehran News anunció que solo en el primer trimestre del año (que por el calendario Iraní comienza el 20 de marzo) el país exportó 3,34 millones de toneladas de cemento (de los 67 millones de toneladas que produce anualmente) y se inauguró con una inversión nacional de 480 millones de euros, una nueva fábrica para producir 120 locomotoras al año.
El desarrollo del país no se detiene y mientras las naciones occidentales imponen sanciones, Irán firma millonarios convenios con China, Pakistán, Venezuela, Kuwait, India, porque además de contar con fuerte capital financiero, posee un recurso fundamental de suma necesidad para otras naciones: abundante petróleo y gas.
Por ejemplo, Turquía que importa de Irán el 50 % del petróleo que necesita, se encuentra bajo las presiones de Estados Unidos para que corte esos suministros lo cual representará para ese país un duro golpe a su economía, según manifestó Hasan Koni, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Bahcesehir, en Estambul.
Las sanciones impuestas contra la nación persa no han funcionado en la medida que ansiaban los países occidentales debido a la importancia que para muchos reviste el continuo abastecimiento de crudo.
En ese sentido, el ministro de petróleo, Rostam Qasemi, reafirmó que el sector nunca colapsará pues existen muchas vías para esquivarlo y venderlo fácilmente como los hombres de negocios del sector privado.
En declaraciones a la prensa, el ministro de Industria, Comercio y Minas de Irán, Medí Ghazanfari, enfatizó que la economía del país es «dinámica» y que las «sanciones occidentales no la afectarán».
Añadió que el gobierno esta realizando grandes esfuerzos para prevenir el incremento en los precios aunque las sanciones impuestas al banco central del país impiden la transferencia de valores al extranjero y viceversa.
Durante el seminario se conoció que varios países han incrementado o esperan terminar julio con mayores negocios con Irán. China importará en este mes 587 000 barriles diarios de petróleo (bdp) o sea, el 54 % de la exportación de la nación persa. India cerrará julio con la adquisición de 335 000 bdp, superior a los 264 000 de junio; Taiwán comprará 65 000 bdp cuyo promedio era de 28 000 bdp en 2011. Pese a las sanciones, Japón aun compra a ese país, 98 000 bdp.
Con India se negocia la adquisición de 3 000 000 de toneladas de trigo después de haber suspendido ese comercio desde 1996 por problemas fitosanitarios en ese producto.
Pakistán e Irán sostienen un intercambio comercial de unos 10 000 millones de dólares, la mayoría a través de terceros países que ahora se trata de realizar en forma directa. En la mesa de negociaciones aparecen productos como textiles, arroz, trigo, carne, frutas, vegetales, petróleo y hierro.
Las autoridades iraníes reconocen que las sanciones adoptadas representan perjuicios para el mejor desarrollo del país por la subida de precios en varios productos básicos de importación a la par que se redujeron sus exportaciones de petróleo, pero la situación se compensa con los altos precios internacionales del combustible y el comercio con nuevos socios comerciales.
Soluciones positivas entre las cuales se destacan la aceptación por parte de Teherán de yuanes chinos y rupias indias por petróleo, monedas que después utiliza para adquirir bienes y servicios de ambos países.
Al prohibir Estados Unidos y la UE a Irán, acceso al sistema bancario internacional (SWIFT) mediante el cual se efectúa la mayoría de los pagos denominados en dólares en todo el mundo, Teherán considera extender los «vales de energía» mediante los cuales el país persa ha saldado en los últimos años sus cuentas con varias naciones. Como esos bonos dependen aún de los precios mundiales de la energía, muchos podrían optar por no gastarlos y esperar tiempos mejores sin tener que utilizar directamente el dólar como moneda de intercambio.
Mientras tanto, la obstinada política de occidente contra Irán esta afectando aun más a varias naciones de la Unión Europea que se encuentran inmersas en una profunda crisis.
Entre los mayores afectados se hallan Italia, España y Grecia que tenían al país persa como principal suministrador de crudo. Irán vendió en 2011 a Madrid el 14,6 % del total que consume, para Italia le representó el 13,1 % y para Grecia el 18 % en condiciones mucho más ventajosas que los posibles suministrados actuales.
Por eso, los dirigentes iraníes que intervinieron en el recién finalizado seminario, enfatizaron que las sanciones contra el país persa se han convertido en un verdadero boomerang para varias naciones occidentales.
Mientras, por Teherán y sus ciudades, pululan los innumerables negocios con todo tipo de mercancías, junto a un ir y venir de miles de consumidores que hacen olvidar, por el momento, las fuertes medidas económico-financieras adoptadas en su contra.
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